Hanna (Serie de TV)

La serie no es excesivamente original, no muestra algo extraordinariamente nuevo... pero son 8 episodios que la verdad me parecieron entretenidos, no es una serie que vaya a cambiar tu vida pero para mi le pondría un 7.
La actuación de la protagonista es una delicia aunque tiene un poco de relleno y el argumento se queda un poco suelto en algunos aspectos, pese a que nada en lo relevante dentro de la trama de los protas así que tampoco afecta tantísimo. Los personajes evolucionan durante la serie pese a los pocos episodios y en mi opinión ese es un punto positivo.
No puedo hacer comparación con la película original porque no la he visto, sorry.
De lo papeles principales seguramente el de Joel Kinnaman sea el que peor me parece. Esme Creed-Miles increíble.

Yo SÍ que la recomendaría.

*Origen e introducción a la serie
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Al igual que sus predecesoras, Hanna es una joven de aspecto frágil, pero con una fuerza y destreza para el combate espectaculares. En esta ocasión, su madre biológica y su padre adoptivo, un agente de la CIA, la rescatan del programa formativo creado por una institución gubernamental que busca utilizarla para misiones secretas. A partir de ahí, padre e hija convivirán ocultos en un bosque, donde el hombre le dará lecciones de supervivencia y a través de una formación militar la convertirá en una luchadora capaz de defenderse por sí sola en el mundo hostil que le aguarda. Pero, claro, no pueden esconderse eternamente…

*Primera temporada: La aprendiz

Durante la primera temporada, en la serie Hanna, asistimos a su entrenamiento en el bosque y a la estrecha relación que le une al que considera su verdadero padre, interpretado por Joel Kinnaman. Esa relación paterno-filial que recuerda a la planteada en la reciente y excelente película, No dejes rastro (Debra Granik, 2018), es el aspecto dramático fundamental de la serie. Convertida en una adolescente curiosa, la joven interpretada por Esme Creed-Miles, tendrá la necesidad de explorar más allá del bosque y tener contacto humano con otras personas, lo que pondrá en riesgo su ubicación secreta. Al frente de la peligrosa organización de espionaje militar de la que escaparon, está la despiadada Marissa Wiegler, interpretada por la siempre fantástica Mireille Enos, que pondrá todos sus esfuerzos en capturarla de nuevo.

Durante esta primera temporada, asistiremos a la huida constante de padre e hija de esa implacable caza humana. Lo mejor de la serie Hanna son las secuencias de acción e intriga que presiden la mayoría de capítulos y que va in crescendo hasta su emocionante desenlace. Flojea un poco más cuando se centra en alguna subtrama enfocada a desarrollar el coming of age de la chica descubriendo el mundo real, con un tono más cómico. Haciendo un símil perverso, se podría decir que la actitud de la chica parece la versión Disney de la extraterrestre encarnada por Scarlett Johansson en Under the Skin.

Esta primera temporada de la serie Hanna tiene un ritmo notable que la hace un producto de consumo rápido, pero tremendamente entretenido. También destaca el magnetismo fotogénico que posee la joven actriz Esme Creed-Miles (todo un descubrimiento) y su duelo interpretativo con Mireille Enos. Otro aspecto a destacar es el estupendo acabado técnico que tiene la serie, así como una variada y eficaz selección musical.

*Segunda temporada: La espía

Si cuando leas esto aún no has visto la primera entrega, te recomiendo que no sigas leyendo porque te encontrarás con spoilers importantes. Esta segunda temporada de la serie Hanna no decepcionan, mantiene el nivel de calidad y temáticamente es igual de interesante. Tras el trágico desenlace de la anterior temporada, en el murió su padre, todo cambia. La chica se ve obligada a madurar y se convierte en la protectora de Clara, la joven que escapó con ella de la institución militar y con la que se siente identificada.

Otro aspecto interesante será el cambio de actitud de Marissa, algo que ya quedó reflejado en los últimos episodios de la primera temporada. En esta nueva entrega, jugará un doble papel. Deberá evitar ser descubierta por la gente con la que trabaja y al tiempo ayudará a Hanna siempre que pueda. La chica se convierte en la hija que nunca tuvo. La interpretación de Mireille Enos es soberbia y ofrece los mejores momentos de los primeros capítulos.

Con más acción que la primera y un mayor abanico de personajes protagonistas que permite el desarrollo psicológico de las distintas chicas que forman parte de la escuela-academia, esta segunda temporada de la serie Hanna terminará por adentrarse de lleno en una intriga clásica de espionaje. Destaca el arco dramático que tiene el personaje de Sandy, interpretada de forma convincente por Áine Rose Daly. También me ha gustado el de Terry, esa inventora de identidades, interpretada por Cherrelle Skeete. Sin depender tanto del punto de origen que la emparentaba con aquellas otras ficciones antes mencionadas, la serie se libera y recorre un nuevo camino donde la trama puede resultar más impredecible y rica en sorpresas. Una estupenda continuación que promete más entregas y donde los personajes van creciendo a cada capítulo.

*Conclusión

La serie Hanna es una producción de Amazon, creada por David Farr, que se inspira en la película de 2011 de igual título, de la que también fue co-guionista. Hasta la fecha, la serie está compuesta por dos temporadas de 8 capítulos cada una, la primera estrenada en 2019 y la segunda en 2020, y no parece que vayan a ser las únicas porque tras esta entrega se abren nuevas posibilidades en el horizonte.

Cuenta la historia de una joven entrenada desde niña para el combate y la supervivencia. Forma parte de un proyecto militar para crear mujeres asesinas que trabajen de incógnito por todo el mundo en misiones gubernamentales secretas. El punto de partida de la serie Hanna puede recordar a otras películas y series, pero finalmente consigue deshacerse de sus referentes y proponer una ficción independiente. En ese sentido, la segunda temporada tiene una historia más rica que introduce nuevos personajes y alternativas temáticas.

Es una serie de acción e intriga, cuya segunda temporada deriva más hacia el cine de espías. Resulta entretenida y adictiva, destacando el trabajo de la joven protagonista, Esme Creed-Miles, así como la réplica que le da Mireille Enos. Si buscas una serie de disfrute instantáneo, seguro que la serie Hanna no te decepciona.

Escrito por Daniel Farriol

Si fuera solo por mi recuerdo de la película con Saoirse Ronan en la que se basa, no hubiera visto esta serie jamás. El film era aburrido, estaba mal contado y tenía un aire independiente que no me convenció.
Pero la serie, a la que no le haría falta que nos la vendan como un “remake” de aquello, ha tenido mucha promoción en “Amazon prime” y al final he picado a ver qué tal.
El primer episodio es bueno, e interesa lo suficiente para enganchar, contando el origen, educación y entrenamiento de esta chica superviviente y preparada para todo. La joven actriz está creíble, pues además demuestra también estar en la inopia al no haberse criado en la sociedad.
Además, estas secuencias en el bosque no terminan de hacernos ver de forma clara por dónde va a tirar la serie.
Por desgracia, la cosa se queda en el piloto, y hay demasiadas series para ver como para perder el tiempo con esta.
“Hanna” es muy lenta a partir del segundo capítulo, con esa amiga que se echa y que le descubre un poco la feliz vida de los adolescentes. El capítulo, incluso cuando parece que se va a poner interesante, va a su propio ritmo.
Me resulta chocante que Hanna no sepa lo que es un mensaje de texto y sin embargo se desenvuelva perfectamente viajando por Europa sin dinero como si fuera Jason Bourne, pero habiendo pasado sus 15 años en el campo.
Y su personalidad es un poco sosa cuando no está huyendo o luchando. La chica habla menos que Conan el bárbaro. La cosa empieza a pintar muy mal.
El tercer capítulo, centrado en el personaje de Joel Kinnaman, es un tanto aburrido. Para ser de espionaje, las escenas de acción, misiones o emoción, se me antojan muy dispersas. Cuando llegan, están bien hechas pero saben a poco si las comparamos con otras series o películas muy superiores. Hasta las coreografías de peleas de “The punisher” están mejor, independientemente de que “Hanna” no tenga tal violencia.
Cuarto episodio, y hasta aquí llega mi santa paciencia. La lentitud y las escenas que no aportan nada a la trama, lo llenan todo cada vez más como si no supieran rellenar el tiempo.
Su parsimonia es aún mayor que la de “The americans”, por compararla con otra de espionaje. La diferencia es que la serie de Keri Russell al final no aburría tanto como “Hanna” y era aceptable.
Con mi agenda de producciones televisivas pendientes de ver tan llena como siempre, decido abandonarla antes de quedarme dormido.
Mejor me pongo con cualquier otra.

Me decidí a ver la serie porque me gustó el cartel. Pues bien, el piloto respondió a la expectativa. La fotografía es fascinante sin ser demasiado protagonista y está al servicio de la construcción del personaje. La luz siempre es especial y con el paso de los minutos el sonido empieza también a destacar; está muy cuidado. Y no me refiero a la música sino al sonido, a todos los sonidos. Desde las pisadas en la nieve al viento pasando por el cierre de una puerta o el zumbido de una mosca. Esta factura técnica es impecable durante toda la serie.
Las interpretaciones son también de gran nivel. La protagonista tiene una belleza original, cruda, que encaja a la perfección. Siempre parece inocente y confusa pero también letal.
El único problema es que la trama resulta no ser tan interesante ni original como prometía el piloto. Enseguida se transforma en un Jason Bourne del que ya hemos visto muchas versiones. Por desgracia, la serie es fiel al modelo en lo inverosímil y conspiranoico. Pero también en algunas cosas buenas como las peleas. Y creo que las de Hanna suponían un reto mayor por tratarse de una adolescente reventando adultos adiestrados. Pero están bien coreografiadas y son creíbles.
Es probable que me anime con la segunda temporada.

Como suele ocurrir, cuando parece interesante por el planteamiento que se sucede durante los primeros minutos, es que todo lo interesante va a transcurrir en esos minutos... El resto, lo podemos definir como "una continua ida de olla", con giros absolutamente inverosímiles e irreales de guión. ¿Entretiene? Si te dejas llevar, puede lograrlo. Pero no pienses mucho, no cuestiones lo que ves, sólo sigue a Hanna y la montaña rusa de imposibles por los que te llevará.