Come Together (C)

Pieza pseudo comercial hecha con un mimo y belleza que la hace absolutamente recomendable. Personalmente me evoca a sus mejores momentos como realizador: El Gran Hotel Budapest, Viaje a Darjeeling o Life Acuatic, donde el recuerdo de haber visto escenas y recreaciones de gran impacto visual quedan en la memoria de manera imperecedera. Aquí la cosa va de tren con retraso y la Navidad que acecha a los pasajeros y al abnegado personal que los acompaña.
La voz profunda y densa del gran Adrien Brody se hace un hueco en el precioso vagón verde manzana donde todo pasa en un pispás. Y el colofón, la voz del eterno John Lennon...
Happy Christmas!!

La Navidad ya está aquí. Es un hecho que cada vez se adelanta más. Todo fruto, cómo no, del consumo, el comercio, etc. Pero qué más da, si este empeño por meternos de lleno en el ambiente navideño nos trae el regreso de Wes Anderson, un director único en su género y que nos tiene algo abandonados desde El gran hotel Budapest.

El cineasta estadounidense, por encargo de H&M -mejor campaña de márketing para estas fechas es imposible- factura el cortometraje Come Together con su siempre inseparable Adrien Brody, habitual del cine de Anderson.

En tan poco tiempo se encierra todo el universo de Wes Anderson, que hace magia con su cámara. Sus característicos planos simétricos no pueden faltar, y ese tren con aroma a Darjeeling dibuja una sonrisa que remata Adrien Brody, un actor con carisma y siempre agradable de ver.

Come Together es lo que es. Un anuncio-cortometraje hecho para vender, sí. Pero nos vamos a quedar con esa particular visión del cine que tiene Wes Anderson, que ya había grabado otro anuncio para American Express. Un director que regala ilusión, despierta la imaginación y que esperamos vuelva pronto a la senda del largometraje. Siempre es un placer tenerle de vuelta y más en Navidad, como el turrón.

Más datos sobre esta y otras películas en el blog: http://argoderse.blogspot.com.es/
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Un cuento diferente, una navidad con una estética que se aleja del color rojo y dorado, una visión de cómo debe ser un villancico desde el punto de vista de Wes Anderson.
Cuidadosos detalles en un decorado que se parece muchísimo al barco de Life Aquatic, el director se copia a si mismo con un acertado reparto, un lujo contar con un actor de la talla de Adrien Brody para rodar un anuncio navideño.
Un mensaje simple y bonito a la vez, acompañado de un título robado a The Beatles y que invita a reunirse, justo ahora que en CyL acaban de prohibir reuniones de más de seis personas.