Mean Machine (Jugar duro)

A Jason Statham lo descubrí con la trilogía de Transporter y, desde entonces, se ha convertido en uno de mis favoritos de la acción.

Cuando vi esta película, no sabía que salía el señor Statham. La vi únicamente guiada por el argumento, que me llamaba la atención (me gustan las películas sobre cárceles) y me llevé una muy grata sorpresa cuando vi su nombre en los créditos iniciales.

La película es algo floja, no sé… cuando la vi, me dio la sensación de que le faltaba algo… ritmo, coherencia… no sé, algo… además, el final me supo a poco.

No obstante, bien se merece un visionado aunque sólo sea por ver a Jason Statham en el papel del Monje, porque lo borda.

Una figura condenada, un recluso diferente, se tiene que ganar a gente que nunca ha tenido nada, pero V. Jones lo consigue fácilmente... es un ejemplo de lo simplona que es la película, construida a base de tópicos, llega a tener ironía pero nunca acidez, mas bien, con lo que cuenta, resulta hasta infantil.

No se puede negar que mantiene un buen ritmo y algunas notas de humor, pero ya lo de grabar en una cancha siempre ha sido tabú para el cine y "Mean machine" no consigue transmitir lo que sucede a pie de campo.

Excepto el interés que pueda generar la última media hora, con el partido de fútbol (por su pinta de pachanga dominguera, más que nada), el resto no es más que un montón de estereotipos carcelarios, y muchas secuencias calcadas con exactitud de la peli de Burt Reynolds, pese a que aquella fuese sobre rugby americano (me niego a llamar a eso fútbol: si llevan la pelota con las manos ¿como lo pueden llamar football?).
Para verla en la tele una sobremesa de domingo, dando cabezadas, aún cuela. Pero pagar por ella un alquiler, ni de coña.

Danny Meehan es el antiguo capitán del equipo de fútbol de Inglaterra. El cual cae en desgracia por ser sospechoso de aceptar dejarse ganar en un importante partido de su selección. Lo que hace que entre en una espiral descendiente, y que termine tocando fondo cuando después de una persecución agrede a unos policías. Es condenado a ir a la cárcel. Allí será reclutado por el alcaide para que forme un buen equipo de fútbol que se enfrente al equipo de los guardias.
Producida por la misma persona que hizo Lock and stock, Snatch y Crimen organizado no es nada comparable a estas. Pues aunque se repiten muchos de los actores allí vistos, y como no, tengamos por en medio un jefe mafioso, le falta el enredo y la gracia de las cintas mencionadas. Una pequeña parte de la responsabilidad de esto se debe a la rigidez del guión ya que estamos frente a una versión de una película protagonizada por Burt Reynolds llamada El rompehuesos en 1974.
El guión no resulta ser más que una copia. Un calco de esa película, adaptada al fútbol en vez del original que lo estaba al fútbol americano. Sigue la historia sin apenas innovar. Los que hayan visto la película en la que se basa o incluso la posterior versión con Adam Sandler, no encontrarán apenas nada nuevo con lo que disfrutar, sintiéndote estafado por ser tan predecible y estar llena de tantos tópicos. Si las comparas, sentirás aun más hasta que punto esta obra es fallida, porque copia la trama, pero no sabe copiar su alma.
El guión, solo es un pequeño obstáculo para esta película, pues no es extraño tomar ideas que ya han triunfado y renovarlas. Lo que si fue un error es poner al director que tuvo esta cinta. Porque es realmente flojo. Es el auténtico lastre que le imposibilita a la película despegar y llegar a ser una interesante propuesta. Su incompetencia hace que el guión no encaje y así las escenas parecen pegadas las unas con las otras más a la fuerza que como producto de una narración. La música tampoco está bien utilizada, en muchas ocasiones molesta en vez de crear ambiente. No es de extrañar que Barry Skolnick solo dirigiera esta cinta, no merece más.
Los actores que ya mostraron su profesionalidad en anteriores trabajos no consiguen destacar esta vez, quedando su labor descompensada por la pésima dirección y el mal montaje. Vinnie Jones se esfuerza tanto como puede, pero el resultado es solo aceptable. Jason Statham tiene un papel de lo más extraño. Muy estereotipado y poco creíble. Suerte que no dañó su carrera porque es lo peor que le visto hacer.
Pasas el rato, pero sientes que tenían espacio para desarrollar una excelente obra y la desaprovechan en un caos inexplicable.

Película que poco a poco va enganchando. Aunque el principio no es muy prometedor, conforme avanza la película el argumento te atrapa gracias a unas escenas simples pero realmente divertidas. A destacar el papel del gran Vinnie Jones y sobre todo del aún mas grande Jason Statham, aunque sea con un papel secundario.

Muy recomendable para los aficionados al fútbol