Lantana

Por un lado un hombre que engaña a su mujer con otra, por otro una pareja feliz que es envidiada por una tercera persona incapaz de poner rumbo a su vida, por otro una pareja cuya confianza murió hace tiempo pero que ellos se empeñan en mantener como un fantasma. De pronto una mujer, una psicóloga que ni siquiera puede ayudarse a sí misma, desaparece misteriosamente, y todos los hilos comienzan a moverse enredándose poco a poco.

Esta es una película coral, diría yo, ya que contamos con casi 9 protagonistas cuyas vidas están entremezcladas en un mar donde todos quieren mantenerse a flote, y alguno no se ha dado cuenta de que ya no tiene nada que hacer.

Se narran los sentimientos lejos de toda la cursilería azucarada que hollywood suele imprimir a estas cintas y se muestran los hechos en toda su crudeza, sin perder nunca de vista esa inocencia que en el fondo todos tenemos en el tema del amor.

Si eres de los que están dispuestos a sacrificar efectos especiales (no hay), escenas de riesgo (tampoco hay), grandes persecuciones (idem), en favor de un gran guión que habla de sentimientos en estado puro... es la tuya. Gran película, de verdad.

Llegó con dos años de retraso, pero llegó al fin esta sobresaliente película australiana, una de las más interesantes propuestas del cine negro de los últimos años, dirigida por Ray Lawrence, un hombre con gran experiencia en el campo publicitario pero no mucha en el largometraje propiamente dicho. (ver "spoiler").

Lantana, planta arbórea de múltiples ramificaciones que se entrelazan.

Ray Lawrence, director australiano, en su segundo largometraje basado en la obra teatral Speaking In Tongues de Andrew Bowell, aprovecha el nombre de esa planta "Lantana" para dar título a su cinta, puesto que le viene perfecto a su historia. La película acaparó diversos premios de la Academia Australiana de cine, lo que nos viene a demostrar que la mencionada Academia, no anda muy sobrada de grandes películas.

La historia que se nos cuenta, se centra en las relaciones personales (amorosas, sexuales, de amistad y de desafección) de los distintos personajes que intervienen en la película, hasta llegar al punto determinante de la acción, la desaparición y muerte de una mujer (figura central de la historia) y cuyo cuerpo encuentran entre unos matorrales de Lantana, El protagonismo de ese personaje hace que la cinta entre en una pequeña pero cierta espiral de intriga, que no acaba de funcionar. El plantel de actores es notable, Geofrey Rush, Barbara Hershey y Kerry Armstrong destacan de entre ellos, pero que a pesar de su buen hacer no terminan de perfilar su personaje.

En definitiva, una película interesante, que se deja ver, pero que le falta una dirección más competente y experimentada.

Desconocía todo sobre la película -pensaba que era un thriller- y me enganchó. Es penoso tener que destacar lo creíble de las actitudes y motivaciones de los personajes respecto a otras películas que se vanaglorian de contarnos "la vida misma" y luego resultan puro cliché cinematográfico.
Tampoco es una obra maestra pero algunas reflexiones sobre la pareja os servirán para charlar después de verla. El cine australiano cuando quiere es muy recomendable, como es el caso.
Lo mejor: LaPaglia, actor de pantalla grande. Rush, presunto gay.
Lo peor: Coincidencias un poco forzadas.

Intensa adaptación por parte de Ray Lawrence de la magnífica obra de teatro de André Bovell, Speaking in tongues; lo que en principio se presenta como un thriller policial, encubre un auténtico estudio sobre una serie de personajes perdidos, sumidos en crisis personales, enamorados, pero que no han sabido encauzar ese amor por el camino correcto, sino que han caído en la incomunicación, los errores que traen consecuencias, en definitiva la infelicidad contra la que no saben cómo luchar para recuperar algo que un día fue bonito.
Hay dos nexos que unen este abanico humano, por una parte la doctora Valerie Sommers, psiquiatra que intenta zurcir unos "sietes" de difícil remiendo en las vidas de sus pacientes; por otro lado, está Leon Zat, el poli, que, a pesar de sentir idéntica desdicha que sus semejantes, encuentra la fuerza para salir adelante, fagocitando a través de la objetividad de la práctica policial la energía que se esconde en todas esas personas que tienen algo que ocultar.
Aparte de la trama "lineal", es decir, la desaparición traumática de una mujer, y las invesigaciones posteriores centradas en esclarecer el hecho, la peli gana puntos al entrelazarse con ese complicado tejido de relaciones humanas, y, sobre todo, por un conjunto actoral en estado de gracia, del que destacaría a un espléndido Anthony LaPaglia (recuperando su acento "aussi" tras muchos años en América), y todas las actrices, que están estupendas.
También el montaje, la fotografía, a cargo de Mandy Walker, y la música tienen que ser destacados en la primera peli que logró ganar los seis premios principales del Instituto de Cine Australiano.