Battlestar Galactica: Sangre y metal (TV)

No se lo recomiendo a nadie más, excepto aquellos que hayan visto Battlestar Galáctica, y sepa de qué va el tema, ya qué si eres novato, te vas a encontrar un film, lleno saltos, falto de conjunto y carente de algunas escenas explicativas, y es qué realmente, es un episodio piloto doble, de la primera guerra Cylon (robot muy malo y por supuesto, nada cachondo), de la típica serie que jamás será estrenada, pero que a los qué hemos seguido Galáctica desde sus orígenes, los flashbacks, Razors y compañía, nos gusta y apreciamos el esfuerzo de crear una saga, que a día de hoy, y por desgracia no está contando con el apoyo financiero, ya qué de público, tiene incondicionales, aunque no tantos como desearían las cadena televisiva. En fin, lo he dicho, luego no os quejéis.

La pelicula es bastante entretenida, sobre todo para los amantes de la Ciencia ficción que nos tragamos casi todo. El guión es absolutamente malo, De una falta de imaginación incomprensible en un genero que se basa precisamente en eso.

Por ultimo y sigo hablando del guión , hace lo que los malos escritores, es decir trampas. Todo es un sin sentido que va cambiando a medida que hace falta para la acción. Lo comparo con el guion de una pelicula porno.

Para mí, BattleStar Galáctica ha sido una de las mejores series que he visto y que valoré con un 8 en su momento. La diversidad de temas tocados en la serie y la cantidad de tramas hacen que no desmerezca en ningún momento esa nota e incluso hay ciertos momentos en los que ese 8 se puede quedar corto. No ocurrió lo mismo con Cáprica, que llegaba a saciar las ansias de los entusiastas de BSG pero se desmarcaron del camino (guerra, lucha, acción) para aventurarse en un estilo farragoso que nada tenía que ver con la serie original y que hizo (junto con la lentitud de la historia y la poca acción existente) que la audiciencia la castigara hasta tal punto de tener que cancelarla. Al poco tiempo de cancelar Cáprica se escuchaban ligeros tambores de guerra que presagiaban que la saga no estaba muerta y que posiblemente, la historia de la primera guerra Cylon vería la luz con Bill "Husker" Adama como gran protagonista. Este hecho se ha consumado con 12 episodios web de poco menos de diez minutos de duración cada uno que hacen sentirse a quien se sienta delante del monitor como un niño con zapatos nuevos. El ansia de más, de continuar, de que siga la guerra, de seguir viendo el dichoso Dradis señalando objetivos es bestial por una sencilla razón, Blood and Chrome es el auténtico origen de BattleStar Galáctica y puedo asegurar que en ningún momento la desmerece. Mi nota, un 8, por volver a sus orígenes y hacerme disfrutar como esperaba.

Lo primero de todo, he de decir, que la presentación de la serie en capítulos de 10 minutos, me ha parecido una soberana castaña. Lo siguiente que será? Que nos la pongan fotograma a fotograma?
Venga hombre, que tenga que esperar al Blu-ray para verla en condiciones, no me hace ninguna gracia.

Bueno, dejando atrás mi pequeña irritación, me voy al grano y seré breve. El comienzo de esta precuela de la serie, me ha parecido que está bastante bien, volvemos al pasado para conocer al joven W. Adama, en un plan muy gallito. Ingresa en la flota, con unas ganas tremendas de demostrar sus habilidades como piloto nato y cumple las espectativas, pero demasiado prepotente.
En general los personajes son pasables y la trama la misma de siempre "machacar tostadoras", lo más destacable sin duda, son los buenos efectos especiales, en mi opinión los mejores de la saga.

Entretenido telefilme del Universo "Battlestar Galáctica" que dejaba en un rincón olvidado todos los temas trascendentes, ya superados y abominados, para centrarse en una aventurita espacial, una space-opera, de un joven Adama, en una misión en lugares remotos y un planeta peligroso, con tiros, explosiones, fauna extraña, combates espaciales, persecuciones y demás zarandajas. Para quitarse el mal sabor de boca de la última temporada de Galáctica y del aborrecible telefilme "El Plan". No todo tiene que ser profundo. Que pena que no se animasen a más.