El halcón del desierto

El príncipe quiere ser califa, el califa quiere ser califa en lugar de califa y el visir quiere ser príncipe. Omar, el halcón del desierto, lucha contra la dictadura del príncipe Murad. Una noche, Omar se hace pasar por Murad y se casa con la hija del califa, Schaharazade. Omar roba su tesoro.

Murad y la propia Schaharazade lógicamente agarran un mosqueo inmeso. Murad organiza de paso una muy gorda para hacerse con el poder (que Alá no lo permita). Pero Omar no pretendía reírse de Schaharazade, es que roba a los ricos para financiar su lucha y apoyar a los pobres (el cuento de siempre). Omar, el halcón del desierto, no lucha solo, tiene una banda de gente a su lado entre ellos Simbad y Aladino, que no son los famosos Simbad y Aladino.

Modesta pero digna producción de aventuras románticas en el desierto de los maravillosos tiempos de las Mil y una noche, más o menos. En realidad es una película facilona que tiene sus alicientes como disfrutar de las luchas con alfanjes, de las lujosas tiendas de los jeques, ver a Rock Hudson y sobre todo a Yvonne de Carlo, deslumbrante, mostrando cómo se lleva el velo y como molaba el pret a porter de entonces.

Vista por primera vez, hace bastantes años, pensé esto de ella:

"Simpática y agradable película de aventuras, tal y como la concebía la Universal de los años cincuenta, es decir, con colorido, buena fotografía, guión con buen ritmo, adecuada interpretación...
Se ve con verdadero gusto."

Vista por segunda vez, en octubre de 2019, por la tele, claro, voy a ser menos esquemático, menos telegráfico.
La verdad es que, básicamente, opino lo mismo. Es de la Universal, la productora que más pelis de aventuras y del oeste producía en los años cincuenta, o al menos, de la que más emiten por la tele a través de los años. Esto es así pues su producción era ingente, casi siempre, es cierto, películas de serie B pero eficaces en su entretenimiento, con intérpretes estimables y coloristas y vitalistas.
En esta ocasión, lo mismo.
Es agradable su visión y resulta amena durante todo su metraje, aunque sea muy previsible, pero es una cinta para todos los públicos, aunque hay violencia y muertos.
Buen vestuario, ambientación lograda por mor de resultones decorados y colores bonitos.
Agilidad en la narración y agradecida presencia de muchos intérpretes siempre de grata presencia en este tipo de productos, como la incombustible y siempre bellísima Yvonne de Carlo, Jackie Gleason y un bisoño Rock Hudson con bigote, que no sale mucho, la verdad. Además de ellos: McCready, Puglia, Lawrence, Esmond, Ansara...
Se pasa bien el rato y deja un buen sabor de boca aunque no se recuerde durante mucho tiempo. Yo mismo esta segunda vez la he visto al creer que la desconocía. Y no, ya la tenía vista. Cosas.

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