Detour

Reconozco que no es demasiado original. Un joven que quiere vengarse de su padrastro al que culpa del accidente que sufrió su madre. Una joven ingenua que se enamoró de un macarrilla de tres al cuarto y a la que ahora prostituye, El macarra que realmente no lo es tanto y debe responder de sus actos ante otros delincuentes.
El joven que se sincera en una conversación que desearía matar a su padre, el otro que le toma la palabra. Todo eso es cierto que ha sido contado antes.

Pero entre el buen trabajo del trío protagonista, la melancólica road-movie hacia ninguna parte, buscando huir de sus demonios, algunos giros sorpresa, los flash-backs aclaradores y el buen destino final que el guión da a los tres personajes, creo que no es una mala película. Vamos, que tiene algo. Muchas veces una película te entra por los ojos y no sabes explicar ni porqué te está gustando, pero el caso es que te llega. Y eso ocurre con "Detour". Al fin y al cabo se estrenan muchas más mierdas a bombo y platillo.

Entretenido thriller del director de Desmembrados, Creep o Triangle, que juega con la pantalla partida y las segundas oportunidades para contar de manera original una historia que podría haberse convertido en algo mucho más convencional.

Un divertimento que funciona como un reloj, que tiene un correcto guión que esconde varias sorpresas y que se beneficia de un notable reparto. Podría ser mucho más redonda pero tampoco lo pretende.


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Podría decir que Detour es uno de los mejores homenajes al cine negro que ha habido últimamente, y que es mucho mejor que ciertas películas nominadas al Oscar, pero bueno la critica va por su lado, y en parte es inútil denostarla, ya que lo de ellos, como lo de cualquiera son opiniones y como toda opinión subjetiva.
A mí me encanto Detour, no tiene nada original, (de hechos la mayoría de sus personajes y situaciones son clichés), en cuanto al planteo, si como está narrada, o sea la forma, pero no el fondo, igual con eso logra entretener y carcajear al espectador, su humor negro es excelente, su interpretaciones correctas, su ritmo el adecuado, no decae en ningún momento, giros relativamente coherentes, poco más se le puede pedir a una película sin pretensiones como esta.

Ante una película como “Detour”, cualquiera que pretenda el mínimo esfuerzo de comenzar una crítica tendrá por delante un trabajo nada sencillo, en primer lugar, porque es evidente la modestia de la propuesta y también es evidente que el resultado, aunque irregular, es mejor del que uno espera de una película de serie B. Es decir, como homenaje al cine Noir o a las road movies norteamericanas de los 70s, la película se mueve en un terreno que despierta simpatías al espectador. No obstante, si la criticamos como la película que se pretende, “Detour” es insuficiente, tiene graves problemas de recursos (casi todos materiales) y todo eso se plasma en una película que por momentos roza lo bueno pero que constantemente bordea el desastre. Por decirlo de alguna manera, lo que molesta es que un buen guion no encuentre unos medios más potentes para contarnos una historia. Los constantes giros y la rotura de la narración (incluida esa pantalla partida) es todo (muy) bueno, pero… ahí acaban sus virtudes. Los actores son irregulares: la protagonista Bel Powley es un grave error de casting porque es un papel desagradecido que merece una actriz con otros registros; Ty Sheridan aprovecha ese perfil a lo Paul Newman pero siempre se queda corto o se pasa de frenada (va de lo inexpresivo a la sobreactuación) y Emory Cohen cumple sus papel de villano a la perfección pero poco puede hacer con los compañeros de viaje que tiene. Además, los recursos cinematográficos se quedan cortos (como en las primeras escenas en el club de striptease) y, en ocasiones, le cuesta mantener la atención del espectador (los diálogos están poco trabajados). Aquí hay dos visiones: por un lado te conformas con lo que tienes y con el producto que has conseguido: bien por Christopher Smith que en la presentación del pase en Sitges dijo que era su mejor película (a pesar de que en su filmografía tiene películas como “Creep”, la maravillosa “Desmembrados” o “Black Death”); pero por otro lado te das cuenta que podrías haber conseguido mucho más. ¿En serio está es tu mejor película? Hay que ser más ambiciosos porque esa es la medida que diferencia a un buen director de un gran director: la ambición. Y está claro que esta película tiene muchas virtudes, pero la ambición no es una de ellas. Se conforma con lo que tiene y asume su condición de thriller o cine negro de segunda división, lo cual es una verdadera pena porque con un poco más de trabajo de guion, un cambio de casting y un mejor presupuesto, puede que ese mismo director hubiese conseguido algo que lograse ir más allá de los festivales o del visionado doméstico. Porque está claro que “Detour” resulta insuficiente para como la industria cinematográfica está montada. No ofrece nada que mueva al público a ir a las salas o a recomendarla a otros… aunque funciona para una magnifica siesta un sábado por la tarde delante del televisor, eso sí.

Terminando de ver “Detour” (2016) de Christopher Smith con Tye Sheridan, Bel Powley, Emory Cohen, Stephen Moyer, Gbenga Akinnagbe, Sibo Mlambo, John Lynch, entre otros. Drama de suspense y “road movie” criminal, sobre un estudiante de criminología, que obsesionado por el accidente de su madre, en su mente cree que su padrastro es el único culpable, por lo que decide matarlo, no sin antes tener un plan que lo libere de la culpa. Tenemos acá un ejercicio de cine negro, con todos sus componentes, en una ambientación muy moderna, donde vemos muchos estereotipos en los personajes: El joven rico, el otro criminal, las drogas que pululan en la alta sociedad, la prostitución, la lucha de clases, personajes oscuros que no son lo que parecen, en una trama interesante por su narrativa, que después de presentar la situación, se bifurca, por un lado narra los hechos antes de la llegada de los compinches; y el otro lo compone el curso normal; ambas narraciones, se nos son mostradas yendo de una a la otra, no siguiendo un coherencia, por lo que el experimento podría causar malestar al espectador. Pero si confieso y aplaudo el esfuerzo de narrar la historia de manera diferente. A pesar de la gran cantidad de giros, unos buenos, y otros cuestionables, como el atropello por un camión, pues se ve venir y oír... El filme termina con una alegoría a “One Flew Over The Cuckoo’s Nest” (1975); sin embargo, esa mirada atrás, del personaje en el mar, no es de felicidad, sino de asombro; lo que hace pensar que no existe el crimen perfecto. Además, en muchos momentos, el director se encarga de hacerlo notable. Del reparto, buenas actuaciones de Sheridan y Cohen, tienen mucha carrera para seguir demostrando lo buenos actores que son. Mientras Powley está algo desaprovechada, tanto que desconocemos qué pasó con ella: ¿Será que ella mata a Harper, y se queda con el dinero? Ahí les dejo la incógnita. Como moraleja, nos advierte cómo las decisiones simples, pueden cambiar la vida; de cómo las suposiciones son armas que disparan a matar.
RECOMENDADA
NO tendrá nota en Lecturas Cinematográficas.
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