Mi momento de felicidad por acudir al estreno de la nueva peli de James Bond en Reino Unido fue bastante efímero. Al paso de unos pocos minutos, empecé a tener la misma sensación que cuando vi "Los 4 Fantásticos" de Roger Corman. Aquello parecía la versión porno de lo que uno podría esperar ver, simplemente con la sutileza de haber eliminado las escenas de sexo propiamente dichas. Ese es, grosso modo, el nivel de elaboración de la película. Al menos con la de Corman te echas unas risas, con esta ni eso.

Es obvio que la parte de espionaje del personaje está muerta y enterrada desde hace tiempo y que el pobre Roger Moore debe estar muriéndose por dentro. Por no irse muy lejos, "El Soldado de Invierno" parece dirigida por Alfred Hitchcock en comparación, y da una muestra de cómo puede combinarse acción y espionaje de forma acertada. Pero dando todo ello por asumido, esta cinta también falla como película únicamente de acción. El ritmo se interrumpe constantemente con escenas estúpidas e innecesarias, todo -absolutamente todo- es extremadamente previsible y, en cuanto al cuerpo a cuerpo, sigue la moda de filmar a un palmo de distancia y con un vibrador incorporado en la cámara, de forma que el espectador no pueda ver un carajo y las carencias de las coreografías queden disimuladas en la medida de lo posible.

No da para mucho más análisis. Simplemente destacar la aberración que supone desperdiciar a Christoph Waltz y Ralph Fiennes en esa planicie de papeles.

Es curioso que una serie que trata sobre periodismo patee el noble proceso de la comunicación de manera tan escandalosa. La gente que trabaja en esa cadena de televisión es incapaz de mantener una conversación entre sí; en lugar de hablar, taladran, y en lugar de escuchar, vuelven a taladrar. Considerando esto y concibiendo la conversación como la expresión oral principal de comunicación, ¿qué clase de relación puede establecer esta tropa con sus espectadores?

No queda aquí la cosa, lo peor viene cuando uno se entera que cualquier diálogo cacareado en la serie es totalmente prescindible. Todos saben lo que su interlocutor de turno va a decir de antemano; con lo cual, teníamos falta de educación y ahora añadimos estupidez supina. La puntilla viene cuando a semejante galería de personajes unidimensionales también se les concede sentimientos, de modo que puedan incurrir libremente en una serie de amoríos dignos del mismísimo Super Ñoño

Me gustaría hacer un aparte para la productora, porque es el paradigma de todo lo que he comentado hasta ahora. Cuando la oigo parlotear me dan ganas de hacerme un piquete de orejas, arrancarme un brazo para tener algo con que tirar a la televisión y viajar a EEUU para extirparle las cuerdas vocales con el brazo que me quede. Irrumpe con fuerza en mi lista de personajes odiados de ficción, entre C-3PO y Shun de Andrómeda.

En fin, una serie recomendable para aquellos que suelan ver la tele con una pelota anti-estrés en la mano. O para gente que haga boxeo o algo así al mismo tiempo. No tiene mayor aplicabilidad.

Conviene recordar que el visionado de una serie o película es una forma de entretenimiento; con distintas pretensiones, pero entretenimiento, al fin y al cabo. Esta serie quizá no sea del agrado de las órdenes de illuminati que se reúnen en clubes de jazz para departir sobre movimientos culturales underground mientras beben gin tonics de Hendrick's; pero para un troglodita como yo, crecido viendo a Seiya y sus amigos medirse el lomo cada día hasta la extenuación, ha resultado todo un hallazgo.

'Banshee' no engaña; basta con los 10 o 15 minutos iniciales del primer capítulo para tener clara la propuesta: hostias como mazapanes y jamelgas de muy buen ver. El sheriff Hood no es nada amigo del protocolo policial, prefiere ofrecer café o leche para resolver los problemas. Y tras la jornada laboral, cubrirse a alguna en su zulo inmundo. Así se las gasta. Ambos aspectos se combinan acertadamente y con gran ritmo a lo largo de cada episodio, dotando a la serie de una muy buena cadencia.

Además de por sus características intrínsecas, por así decirlo, también me ha ganado por un par de referencias que extraje tras ver apenas el piloto. Desconozco si serán intencionadas o no, pero me llamaron mucho la atención. El argumento es casi un calco del volumen 'Salvación' de Predicador, uno de los mejores cómics jamás creados. Un pueblo norteamericano dominado por un maleante (cuya presunta dedicación es un matadero) al que llega un sheriff de métodos poco ortodoxos y con un pasado que le persigue. Tuve otro déjà vu de esos con las peleas; me recuerdan mucho a la mítica e inigualable de 'Están Vivos', por su duración e insistencia.

Sangre y sexo, por tanto. Muy recomendable para cualquiera en busca de entretenimiento sin pretensiones profundas.

Considerando las limitaciones que suponen su no salida a la gran pantalla, la época en que fue rodada y las correspondientes a la pobre materia prima en la que se basa, 'It' consigue salir del paso con cierta solvencia y se convierte en una opción mucho más recomendable que su libro madre.

De cara a los espectadores que hayan pasado antes por la novela, decir que esta película, evidentemente, se ve obligada a hacer un uso importante de la elipsis, en aras de lidiar con las mil y pico páginas en las que se asienta. No es una labor excesivamente compleja, teniendo en cuenta la escasa capacidad narrativa y descriptiva de King y la cantidad de partes recortables o directamente prescindibles de las que se sirvió a la hora de escribirla.

Así pues, 'It' discurre con relativa fluidez, combinando más que aceptablemente las dos líneas temporales en las que se sitúa la historia, y deja por el camino varias secuencias en las que realmente se consigue crear ese halo de terror a lo desconocido que rodea a Eso. La música, la ambientación y el encuadre tienen momentos que ayudan mucho a ello.

Una película que seguro será del agrado de los fans de Stephen King y del libro, así como de cualquier amante del terror en su concepción más clásica, no del susto puntual.

Antes de pasar a desvelar algunos detalles argumentales importantes en eso que se conoce como spoiler desde que Lost existe, voy a resumir brevemente mi opinión sobre esta serie.

Es muy buena, me ha gusto mucho. Light Yagami, Ryuk y L forman un trío tremendamente carismático y entrañable. No en vano, la mejor fase de la serie es la que se sustenta casi exclusivamente en simples interacciones entre los tres. La avidez de Light, la excentricidad de L y la sorprendente felicidad de Ryuk. El gran acierto de Death Note es mostrar todas las cartas boca arriba desde el principio. Al espectador y a los propios personajes de la serie. L sabe lo de Light, Light sabe lo de L y nosotros sabemos lo de los dos. Queda que ellos lo demuestren, es la supervivencia del más apto.

Meticulosa hasta el extremo, adictiva y muy ambiciosa, aunque ligeramente irregular. Más que recomendable, en cualquier caso.