Jennifer es una mujer mayor, muy mayor, quien ahora es famosa por haber publicado un libro relatando su venganza cuando era joven, absuelta también por esos asesinatos. Tiene una hija que también tiene fama, pues es modelo internacional, cosa que no le crees a la actriz (aunque debo añadir que es muy bella, pero no para ser una gran modelo internacional). Repentinamente salen personajes salidos de la nada que son parientes de los asesinados hacía décadas y ahora quieren vengarse, y aquí es donde empieza el calvario de la cinta.

Hay una escena exageradamente incongruente (si de por si el 90% de las escenas carecen de lógica y congruencia) en la que Jamie Bernadette, quien hace el papel de la hija de Jennifer, es raptada por dos tipos y llevada a la fuerza en una camioneta tipo van, uno de ellos quien aparentaba alrededor de 25 años reclama a la chica por lo que hizo su madre, ya que asesinó a su primo un asesinato ocurrido hace 40 años, diciendo que el había sido para él como un hermano mayor...WHATTT!!! Y eso no es todo, las escenas larguísimas de las muertes provocan aburrimiento en vez de impresión, ademas de que son cero creativas. La inexplicable escena final de la chica con su supuesto abuelo es el ultimo clavo del ataud para enterrar esta secuela para siempre. En fin, una porquería de film totalmente olvidable que quizás nunca debió ver la luz