Me ha encantado. Y desde este instante me declaro ferviente admiradora del trabajo de Damián Szifrón.

Aparte de, digamos, el mero entretenimiento (una argentinísima mezcolanza entre "El equipo A" y "Ocean Eleven") Los Simuladores ofrece crítica social, maravillosas descripciones psicológicas, una impecable actuación actoral, geniales guiones, humor y drama, rasgos distintivos que llevan al espectador a reconocer la serie e identificarse con ella (desde la música -quiero ese tango en mi móvil!- hasta las frases y/o perfiles de muchos de los personajes). Especialmente inmensos Federico D´Elia (Mario Santos) y Diego Peretti (Emilio Ravenna) y secundarios gloriosos. Por delirantes que sean los operativos, es imposible cuestionárselos. Absolutamente atrapante.

De lo mejor que veía en tiempo.

Serie adictiva, transgresora, valiente, elegante y sorprendente. Sinfonía dramática con toques de humor negro y cantidad de situaciones que, si bien te hacen reir, también te mueven por dentro.

Desde "A dos metros bajo tierra" no veía una serie tan maravillosa como esta.

Sin duda, altamente recomendable.

Por fin llegó el tan esperado final. Sacrificados novios y maridos, podéis descansar tranquilos, que la tortura ha terminado. Siempre he mantenido, y lo sigo haciendo, que Crepúsculo es una saga literaria mal escrita y peor traducida, pero con una historia absolutamente adictiva que llega directa al corazón de determinados sectores. Nada podían desear más los seguidores de esta saga, que un digno y épico final y en ese sentido, creo que Amanecer Parte 2, cumple con creces. Pienso que nunca debieron dividir Amanecer en dos películas: una única quizá un poco más larga de lo normal, hubiera sido lo suyo, pero el fanatismo de la gente no le ha ido a la zaga al afán de hacer caja de la industria, y una única película hubiera sabido a poco a todos.

Sé que es una mierda, pero es inevitable: me han arrancado la lagrimilla con un mal producto, porque de fondo la historia es increíblemente buena. Le pese a quien le pese. Y cualquiera que ame Crepúsculo por la estupenda historia que cuenta, aunque no la cuente de modo brillante, audaz ni inteligente, se emocionará con esta estupenda guinda final.

En cualquier caso, mi opinión la expresa mucho mejor que yo misma Sarah Stewart del New York Post: "Un espectáculo en el que al fin los fans podrán hincar el diente. (...) Finalmente, alguien cogió el material original tan terriblemente escrito y dejó de tratar todo el asunto con tanta seriedad"

Me reitero con respecto a muchos puntos que ya remarqué en la crítica a "Crepúsculo": 1º) solo es apta para fans incodicionales de la saga, ya que quien se halle fuera de ese perfil, lo más que podrá apreciar es una evidentísima mejora en cuando a la fotografía, banda sonora y efectos especiales. 2º) Sigue siendo una versión fantástica de cualquier novela rosa de Corín Tellado, que en esta entrega se recrea aún más en los temas amorosos más manidos: inseguridades, el dolor de la ruptura, las tensiones de un triángulo amoroso y por supuesto, una pasión desenfrenada.

Ahora bien, si formas parte de ese perfil, mayoritariamente femenino y con ganas de una novela rosa de las de toda la vida llevada a un contexto imposible, esta es tu película.

Una de las adaptaciones más fieles que he visto jamás. Lejos de decepcionar al fan de los libros, lo motiva, lo empuja a un cúmulo de sensaciones que eleva al cubo el placer que obtiene de las novelas. Y las novelas estarán mal escritas y peor traducidas, pero encierran una historia cojonuda y en "Luna Nueva" Weitz ha sabido extraerle todo el jugo, sin dejar una gotita, con maestría.

Respecto a la labor actoral, Pattinson sigue con cara de acelga -guapísimo, sí, pero bastante inexpresivo-, si bien mejora muchísimo en las escenas finales -precisamente donde su participación es mayor- y en todo caso, nadie tiene ninguna duda de que han sabido encontrar en él al perfecto Edward Cullen (más vampírico que nunca, en esta segunda parte). Stewart también persevera con su expresión perpetua de haberse fumado un campo de maria antes de rodar, pero ha sabido solventar un papel complicado que le exigía pasar del amor arrebatado a la locura, de la locura a la depresión, de la depresión al terror y del terror, cerrando el círculo, al amor arrebatado otra vez. Y es una buena Bella Swan si atendemos a los cánones del libro. Lautner, por su parte, además de llenar la pantalla no solo con músculos, sino también con carisma, ha logrado la meritoria hazaña de convertir a un personaje antipático para gran parte de los fans (excepto para el minoritario "team Jacob") en uno agradable y hasta digno de compasión.

Sigue en el Spoiler---

Pe-li-cu-lón. Y de los buenos. Menuda lección de Lumet. A sus ochenta y tantos y lejos de cagarse encima, es capaz de construir semejante peliculón como el que lava. Lo imagino diciendo "ahí queda eso, cabrones". Porque es cierto que hay pocos actores con el nivel y la solvencia de Philip Seymour Hoffman, pero es que aquí se sale. Porque ha sacado lo inimaginable de Ethan Hawke, exprimiéndole el talento que tiene y descubriéndonos el que no sabíamos que tenía. Porque la Tomei, con un papel del que otras no hubieran sacado más partido que el de lucir un cuerpazo en bolas espectacular, llena la pantalla ella solita hasta en las escenas más intrascendentes. Y eso, queridos míos, no es simplemente una buena elección actoral. Leches. Ésto es un tipo que además de saber escoger, tiene clarísimo lo que quiere y cómo lo quiere y lo saca de los protagonistas a golpe de varita si hace falta.

¿Y qué me decís de los flashbacks, de los saltos temporales? Prácticamente desde el principio sabemos como acaba el film, supuestamente nos roban el factor sorpresa. Pero no. Algunos impactos se dosifican con maestría y otros, que en el fondo no lo son puesto que los esperamos, terminan sorprendiéndonos incluso pese a conocerlos de antemano, por la brutal profundidad que se nos ofrece de los personajes.

El ritmo perfecto, las reiteraciones necesarias. Pero sin sensación de que todo esté medido y estudiado al milímetro.

Hacía tiempo que una cinta no me llenaba tanto. Tanto es así que al que a partir de ahora no trate a Lumet de Ud., me lo como.

Lo dicho. Hay que verla.