El hecho de que sea la segunda vez este verano que me la ponen en un autobús debería haber sido indicador suficiente como para no haber prestado atención a Sandra y Keanu. Pero después de todo, soy una romántica empedernida, estoy encerrada en este autobús y no tenía nada mejor que hacer.
Así que le he dado una oportunidad. Pese a un punto de partida interesante y llamativo, siento defraudar al que se guíe para verla por la sinópsis, tiene un desarrollo lento y a veces hasta resulta cansina. En mi opinión, está muy bien haber querido evitar unos personajes planos dotándoles de una vida propia, pero que no consigue emocionar. Lo que queremos es ver el camino que les lleva a juntarse. Esa es la parte que sí le funciona, y no el decepcionante final que comento más abajo en el apartado para spoilers.
No obstante, aunque no sea la película romántica del siglo, consigue llegar a la lágrima fácil. Así que, pleñideras dl mundo, aquí tenéis vuestra película-pijama de este fin de semana.

Antes de opinar sobre si esta miniserie es buena o no, hay que tener en cuenta de qué se parte. Es una superproducción dirigida a dar a conocer el Camino de Santiago en Europa de cara al año Xacobeo 2000.
El guión sin lugar a dudas, tiene sus carencias, principalmente en personajes mal definidos, los buenos son muy buenos y los malos malísimos. Pero la trama (idea original de Reverte) hay que reconocer que es muy original, y es una pena que no se haya explotado mejor.
Pero como mini-serie cumple su función: mantiene al espectador enganchado, lo cual no está de más, siendo una trama de intriga.
Las tramas se enlazan y confluyen bien, y creo que, aunque a momentos demasiado sensiblero, refleja bien el espíritu del camino.
Las actuaciones han sido bastante criticadas. Yo creo que el problema se debe al doblaje, ya que fue rodada en inglés para poder venderla en otros países y eso, siempre ensucia.

Salvo el final americanada (pero bueno, era de esperar), y el momento Saw (aunque esa peli me daba menos yuyu), maravillosa película, más que digna de ver.
En la línea de otra que también me gustó mucho, Buried, una lección de cómo contar una historia sencilla, en un espacio muy concreto sin aburrir al espectador. Ha habido momentos muy dramáticos, muy tensos, muy (y muy) cómicos, y otros que invitaban a soñar. ¡Qué completo! Imposible no empatizar con el protagonista.
Increíble fotografía, interesante pantalla dividida, y fascinantes planos hiperdetalle (vamos a llamarlo así) que de verdad, me han hipnotizado. Por supuesto que tiene algún momento más flojo, pero el nivel general, mantiene el interés más que bastante.
Por suerte no ha durado 127 horas de agonía la película, pero si hubieran sido así las 127, a lo mejor no me hubiera importado.

Esa ha sido mi frase más repetida durante la película. Y es que a pesar de ser interesante y tener buen ritmo "se lo flipa" bastante.En general, me ha parecido una propuesta interesante y que se arriesga, pero que por desgracia, no le ha salido bien.
Me encantan las películas de historias que se entrecruzan. Sobre todo cuando se entrecruzan de manera sorprendente (de hecho, diría que es en eso donde éstas son un acierto o fracasan). "Más allá de la vida" resulta un poco forzada. Pero lo peor, es el final. No sólo resulta forzado, si no que creo que no aporta ninguna conclusión al tema tan interesante que se está planteando.

Empiezo por lo malo, y así no nos queda mal sabor de boca. Me falla el final. Da la impresión de estar ahí porque había que terminar la película, y algo había que meter, pero lo que importa de esta película, es sin duda el proceso, bien desarrollado par mi gusto, por lo que no nos sabe tan amargo eso de un final poco convincente.
Pero ahora lo bueno. Al menos para mi generación, a la que no le pilla aún tan lejos la adolescencia, y que ve las nuevas generaciones de adolescentes con una mirada más comprensiva que nuestros padres, lo que se nos muestra aquí es real. No esas repelentes niñas de series de tv que actúan como adultos imbéciles. No, no. Bien reflejados todos y cada uno de los personajes. Los diálogos, maravillosamente captados (venga, que confiesen las guionistas, aquí ha habido muuucha observación de la realidad, ¿no?). Las actuaciones, frescas y naturales. Los insertos del "querido" msn, ya eliminado de nuestro ordenador, pero que grandes ratos nos ha dado, muy bien traídos a pantalla.
Y la historia atrapa. Con sus más o sus menos discutibles, pero resulta interesante. Quizá más para un público femenino de 20 años para arriba resulta más interesante que para otros, pero bueno, que la película tenga su target no tiene por qué ser algo negativo necesariamente. Y yo estoy en ese target, así que me declaro a favor de la película.
La mejor visión de la adolescencia que he visto en el cine, la más creíble, capaz de hacerme sentir identificada, y capaz de hacer sentir vergüenza ajena de esas niñas y a la vez pensar: dios, es que realmente éramos así.