Hoy hemos aprendido:
1.- El doctor que revivía muertos en Reanimator es un hippie borracho y porreta que vive en un bosque de a tomar por c*** donde también vive el Yeti o el Bigfoot o a quién po**as se refiere el título???
2.- Es bueno espiar a las vecinitas cachondas, no por verlas en pelotas en la ducha, no, si no porque a lo mejor viene el Yetifoot y se las come.
3.- El Bigfooti se alimenta sobre todo de payeses, rubias, morenas, y, a veces, de otras especies del bosque más escasas.
4.- Si te quitas el zapato y lo pones sobre el pedal del coche, éste andará sin parar (recomendable tener más de un 45 de pie).
5.- Si le pegas un leñazo al Yootfeti por la espalda, no te quedes mirando a ver si le sale el chichón porque a lo mejor te coge y te da un beso que te arranca las muelas.
6.- Si ves pelis como ésta, te dan ganas de escribir críticas malas.

El señor de los anillos es una obra extensa y compleja donde pocas, y hacer una versión para el cine debe resultar una tarea, cuanto menos, "complicadilla". Ni Jackson, con más de 10 horas de metraje, pudo recoger todos los aspectos de la genial obra de Tolkien (Tom Bombadil, otra vez será). Y es por esto que esta Señor de los Anillos cojea por muchos sitios, pero sobre todo por el guión y la narración, que van a saco, puliéndose dos libros en unas escasa dos horitas de peli, con la consecuente pérdida de elementos que nos ayuden a comprender mejor la historia.
En cuanto a la animación, resulta curiosa la novedosa combinación de técnicas utilizando personajes reales y filtros, con escenarios psicodélicos a lo windows media player, que suponen un buen contrapunto a la clásica animación que por entonces se venía usando (véase Disney).
En definitiva, interesante intento que se queda corto en cuanto a objetivos.

Melenas, patillas y armaduras brillantes que simbolizan constelaciones. Una vez más, los japo demuestran que a la hora de hacer animación, nada les detiene.
Al igual que sucedía con Dragon Ball (aunque con un nivel de calidad algo inferior y sin el infantiloide sentido del humor de las primeras aventuras de Goku y cía), se nos presenta la eterna lucha del bien contra el mal mediante las guerras mitológicas de estos valientes caballeros. Seiya, Shiryu, Hyoga, Ikki y Shun son los caballeros de Saori, reencarnación de la diosa Atenea, que irán sorteando todo tipo de peligros para desterrar el mal de nuestro planeta. Buenos personajes, gran diseño de armaduras y muy buenas escenas de acción amenizarán el visionado de esta mítica serie.

Hablamos de buenas historias, densas y adultas con personajes profundos y con un sinfín de giros y situaciones inesperadas... o como mínimo con un poquito de argumento para entretener. Dejémonos de bufones que no saben hacer nada más que dar palos disfrazados de Paco Clavel y con menos gracia que un luchador de sumo con tacones. El compañero de la crítica anterior lleva razón: qué interés tiene un juego en el cual dos tíos iguales con chaquetas de diferente color se pasean por las calles dando palos sin motivos??Qué puñetas sacamos de ahi?? Pues el insufrible pastel que nos reune aquí. Seguro que mi perro defeca guiones más interesantes después de su atracón de huesos de pollo de los domingos.

Típico pastel pro yanki de soldaditos jugando a salvar un avion secuestrado.
Todo iba más o menos según lo previsto: terroristas en un avión, la azafatilla de turno y los del ejército planeando el rescate. Y entonces sucedió lo inesperado. Allí estaba Steven, pero no era el mismo de siempre. Algo anormal se palpaba en el ambiente. De entrada, me extrañó que apareciera ahí, sin más, sin haber despertado de un coma, o sin su bata de watiné molona, pero entonces flipé todavía más cuando, sin previo aviso, el tío desaparece de la película, dejándonos huérfanos de sus escenas de tiki taka, llenas de luz y de color, de poesía en movimiento... para dar el protagonismo al bueno de Kurt. Yo sé que el tipo lo intenta...pega, dispara, interactúa con los demás personajes y con el atrezzo como el más pintado, pero no es lo mismo... Él no es Steven y nunca lo será, por muy mal que le salga el papel... Steven, contigo hubiera sido diferente... o no.