Le doy un merecido 9 por ser capaz de romper moldes.

No creo que todo radique sólo en la vis cómica de Resines y Sanz, consagrada pareja en perfecta simbiosis, por cierto, sino en lo atrevido y transgresor de sus diálogos que se rebelan contra ésta nuestra Sociedad, en la que a veces se expande como un virus letal una mamarrachería espuria que cuestiona algunas evidencias.

Y es que ya no es "trendy" en algunos foros llamar a las cosas por su nombre. Por esto, creo que esta serie es genial en su esencia, porque ridiculiza ciertos aspectos rebuscados y ridículos, paradigma de un país infestado de manierismo fingido.

Rechaza absolutamente ese "buenismo" imperante que no permite que se puedan manifestar opiniones y utilizar ciertas palabras y expresiones por el mero hecho de no ser tan "cool". Buenismo disfrazado de ciertos tópicos como inclusividad, falso respeto y demás conceptos impostados, y que no viene a ser más que un tirano que conculca nuestro derecho a expresarnos libremente, cada uno a su manera, respetando a los demás, eso por adelantado.

Y es que expresarse o comportase de un modo diferente, quizás un poco "old fashioned", también merece ser respetado, y no censurado, por no seguir patrones preestablecidos.

Enhorabuena por tener el valor de llamar a las cosas por su nombre.

Ah, por cierto! los ya aludidos me siguen pareciendo tan graciosos como siempre. Me caen bien y lo digo sin tapujos, y confieso que me he reído mucho con ciertas escenas, que es de lo que se trata. Y al que no le guste, que no se ría, pero que tampoco critique que otros sí lo hagamos. Respeto, por favor.

Aún rozando la evidencia en las conclusiones, muy hilarante, con humor tosco y absurdo que se desenvuelve en una atmósfera aciaga, casi apocalíptica.

Sin gran profundidad en las conclusiones y un tanto vacua de contenido. Un tanto recurrente en su argumentación, cuesta seguirla a veces, pero realiza una sátira inteligente contra el nepotismo político y económico.

Un tanto burda pero muy divertida si consigue atraparte.