Errementari es una de esas películas que se disfrutan plenamente en el cine, su atmósfera te envuelve y te transporta a otros mundos desde tu butaca. No decae en ningún momento, y tiene algún que otro giro totalmente sorprendente, consiguiendo mantener tu atención durante todo el metraje. Cuando aparecen los títulos de crédito da pereza levantarse del asiento, porque este viaje deja con ganas de más. Combina un comienzo con tendencia al género de terror con un humor satírico cada vez más presente. Los personajes principales tienen una profundidad que se agradece, y que evoluciona con la historia. Kandido Uranga, Uma Bracaglia y Eneko Sagardoy están impecables, y la fotografía es espectacular.
Verla en versión original subtitulada, con esa sonoridad especial de ese antiguo euskera alavés es la guinda del pastel.
Totalmente recomendable este primer largometraje de Paul Urkijo, deja con muchas ganas de seguir su trayectoria.

Birdman es una lección de estilo. Las interpretaciones son estratosféricas, la fotografía y los planos sublimes. Sin embargo, algo me cojea de este film. A ratos el ritmo se hace pesado y repetitivo, el guión es predecible y no he parado de tener la sensación durante toda la película de estar viendo un plagio de Cisne Negro adaptado a la dramaturgia y al teatro dentro del cine.

Y me encuentro cansada de leer críticas de cine que exaltan la calidad del trabajo de los actores y únicamente se fijan en las características físicas de las actrices, como si ese fuera su mayor mérito (lo digo por los ojos de Emma Stone, que parece que son lo único que tiene para merecer estar en el film). Parece que ser actriz es sinónimo de ser una muñequita que escrutar (si actúa o no actúa bien es lo de menos), el cuento del nunca acabar...

Puro Medem, visual, sensorial, emocional, trascendental... Pura energía cósmica. Puro dolor. Puros vínculos. Puros interrogantes. Puro desconcierto. Pura pureza. Puro sabor a vida, en todo el esplendor de la palabra.

Siendo seguidora acérrima del cineasta danés mi sensación ante Anticristo fue de tremenda pena, chasco, desesperación y ante todo preocupación. Lars von Trier está muy, muy mal. Parece presentar delirios psicóticos a raíz de tantos y tantos traumas que su psique esconde... o escondía. Anticristo es un vómito psicótico. Es una abreación emocional del director. Nos regurgita toda su mierda como terapia onanista, sin bajar de su pedestal y enmascarándola en un envoltorio de obra maestra. Fotografía impecable, música perfecta, actuaciones increíbles con una Charlotte Gainsbourg que rompe todos los moldes hasta convertirse en diosa de la interpretación. Un barniz de lujo para un contenido de mierda. Lars, me preocupas.

"Furiosamente melodrámatica y violentamente personal", dice Luis Martínez de El Mundo. Descripción realmente acertada. Una disertación sobre el ser y el estar, sobre la concepción de nuestra identidad y el cómo afecta a nuestras vidas. Una fotografía del alma, hecha con una fotografía espectacular, de lo más destacable del film, esos planos desde ángulos imposibles e inigualables. Personalmente, he salido temblando del cine