Wow, estaba verdaderamente en shock observando esta ¿película? Me resultó dificilísimo creer lo que estaban viendo mis ojos. Es que no, aún no lo creo, tal vez me quedé dormida mientras la veía y tuve una pesadilla. Pero lo que más me sorprendió fue lo que vi al final de este abalorio, ¡la cantidad de personas que participaron en esto, borrachos debían estar!!!
Absurda, estúpida, insulsa, prosaica, y descerebrada producción.
¡Mala hasta donde no se puede más!!!

Terror, adolescentes, muerte, son tópicos recopilados en películas hasta la saciedad, pero ¿Qué hace a destino final un film especial? Pues su original guión. Las actuaciones nada sorprendentes, pero ver cómo la muerte cobra vida por medio de objetos y situaciones de secuencia expectante nos lleva a presenciar un desenlace de apariencia ineludible.

Kill Bill: culto a la violencia, sangre en abundancia, incentivo a la venganza y obra de repugnancia.

Cada cosa tiene su público, pero a mi entender no encajo dentro de los destinatarios de esta "comedia". Obviando que se trata de un tema fantástico, me parece que tal vez con algo más de respeto, perdón, de empeño, se hubiese logrado un resultado aunque no totalmente creíble (no exijo tanto), en efecto esperaría algo menos absurdo.
Aunque Jim Carrey con todo y sus muecas exageradas y su sobreactuación es capaz de caerme en gracia, esta vez no se la perdono. Del señor Morgan Freeman me sorprende que haya puesto su respetada imagen en este desacierto. Por otro lado, Jennifer Aniston, está para distraer a uno que otro de tan insulsa película.

Si alguien me hubiera dicho de una película que trata sobre un tipo encerrado en una cabina telefónica casi toda la película, mi respuesta hubiese sido que suena monótono y aburrido, pero antes de que eso ocurriera, he visto esta original historia que me mantiene pegada a la pantalla como lo estuvo Stu al teléfono.