Lejos de posicionamientos de derecha o de izquierdas, me parece una película puramente romántica. Al fin y al cabo solo cuenta la historia de un cura que lucha por defender los principios evangélicos, sus principios: dar de comer al que no tiene, ayudar al que sufre, estar con los desamparados... Desesperado por lo que le toca vivir durante esta parte de nuestra historia tan dura, normal que tenga que encontrar un halo de esperanza y un refugio en la maestra del pueblo. Ante una situación tal, creo que todos necesitaríamos lo mismo. Una película preciosa y acertada de principio a fin. Con toques de humor y muy fiel a lo que aconteció. Los personajes muy bien definidos, reflejando sus pasiones, dudas y defectos. La banda sonora es sobradamente conmovedora. Y, por último, un enhorabuena por sacar a la luz y honrar el sufrimiento que las mujeres padecieron por culpa de la guerra.