No voy a centrarme en relatar la película, sólo dar un puñado de impresiones, que si sirven de algo, doy por bien empleadas. Ante todo decir que muchos de quienes critican la el filme, lo cual me parece muy correcto, parecen confundir documental con película, cuando son géneros distintos. De la misma manera de que no se aprende de un best seller histórico con el rigor de un ensayo, ésta obra intenta, y yo creo que consigue, acercarnos un tema poco manido como las guerras coloniales... ( uno ya tiene una edad y está saturadito de tánta Guerra Civil... y no sólo en la sala de cine). Por lo tanto, estamos valorando un producto destinado al entretenimiento. Lo cual no impide, que cualquier estudiante de e.s.o, por ejemplo, se interese por ahondar en la historia y conocer con rigor un hecho poco conocido, como supongo, entre los jóvenes que todavía consumen cine sin prejuicios.
Creo que la película es muy entretenida, con un ritmo firme, que no decae ni tiene grandes puntos muertos donde la acción se ralentiza ( como yo esperaba, primera sorpresa). Los actores, correctísimos. Los diálogos, creíbles y claros, y algunos detalles, ( en espacio para spoiler) inspirados e incluso tronchantes... por no hablar de algunos planos excelentes.
¿Se le puede pedir más a un producción española?. Yo creo que no. Vean la cartelera y comparen. Y no me refiero a que una cinta de nuestra Patria no pueda estar al nivel de cualquier blockbuster yankee, sino que en mi opinión demuestra que se puede hacer y se hace buen cine en España.
Aspectos negativos, los hay. No lo niego. El personaje de Errejalde ( aunque me gustó), la omnimpresente escena de desnudo ( ¿justificada...?), la vocalización de algunos actores no veteranos.... sería capaz de encontrar muchos ejemplos, pero... ¿qué película no los tiene?, ¿existe la perfección fílmica?...¿se puede agradar a todo el mundo?.
Creo que el filme tiene suficiente empaque como para verla y opinar. Para saber si nos gusta o no. Para no leer ninguna crítica previa, ni ver trailers... desde que dejé de hacerlo, créanme que he visto verdaderos despropósitos en generosas raciones. Pero la satisfacción de ir desprejuiciado al cine y sorprenderte porque has encontrado algo bueno con qué usar un par de horas de tu vida bien invertidas... ( o quizá no, eso ya depende de tí)

Personalmente, me parece correcta, entretenida... pero da cierta sensación de quedarse corta en muchas escenas, es decir, se queda a las puertas de un cine espectáculo mayor, sin llegar a atravesar los límites de la violencia común a las películas sobre las mafias, le falta crudeza. En el aspecto dramático, sobresale un convincente John Malkovich, y una atmósfera que supera al argumento en muchas ocasiones, sin alcanzar la brillantez de otros clásicos que no es necesario invocar. Quizá le eche un vistazo al libro, parece que se cumpla la norma de amplificar las bondades del film, por lo aquí leído.

Te mantiene en una permanente tensión, es imprevisible, original y tiene ese sabor de las películas ochenteras. Con el sello Cronenberg, algunas imágenes se te quedan grabadas, por lo desagradables pero al mismo tiempo fascinantes. Recomendable, aunque no de imprescindible visionado, dá acertados motivos para visitarla pasados los dosmiles, puesto que demuestra que creativamente, con una acertada idea, se puede hacer terror del bueno, y unos cuantos bidones de látex (hay vida ántes del CGI, a veces incluso mejor...)

Una obra personal, inteligente, lúcida, preciosista... es como ese cuadro que pintas y piensas "éste es para mí". Se filma mucho para gustar al público, y al final acabamos con el blockbuster facilón y sin contenido.
Está tejida de otra manera, con el ritmo pausado de la cinta y de los ojos del artista. Te enseña a observar, a detenerte en cada plano, a deleitarte con la belleza de la naturaleza encarnada en Aida Folch.
Me encantan los momentos filosóficos de la cinta, así como la ambientación rural, el blanco y negro que realza luces y sombras, como un boceto a carboncillo que termina esculpido en blanco mármol. La protagonista, rezuma espontaneidad y frescura; Jean Rochefort, experiencia, análisis, hastío... sólo con mirar lo que él mira.

Cuando ves cine, mucho cine (sin vivir de ello o para ello, amigos cinéfilos), todo film tiene un poso de dejá-vu inevitable: las historias se repiten, con ligeros cambios; los personajes están hechos por un mismo molde esteriotipado, las imágenes son un calco de mil influencias imposibles de reconocer. Y éste es el problema de la película. Es cierto que tiene un poso de realismo que se agradece, salvo en el inverosímil tramo final (uno de los fallos de la película), y que se visiona con cierta tensión tan difícil de conseguir por los motivos que señalé al principio... la escena de apertura, la certidumbre de la protagonista de que le ocultan algo, y así sabe transmitirlo Emily Blunt, el enigmático Benicio del Toro, el cínico Josh Brolin... del tipo de cine bien hecho, pero que es como la mesa que cojea: algo no acaba de funcionar, no convence...
Aunque tiene supera el nivel de filmes de éste estilo, no llega a ser brillante y se puede ver con cierto interés, el suficiente para emplear un par de horas con algún que otro bostezo.