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España España · girona
Críticas de oniaaa
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Críticas 7
Críticas ordenadas por fecha (desc.)
8
20 de noviembre de 2018
33 de 39 usuarios han encontrado esta crítica útil
Drew Goddard, director de la sorprendente “La cabaña en el bosque”, guionista de series de televisión como “Buffy, cazavampiros” o “Lost”, y productor de títulos como “The Martian” o “Calle Cloverfield 10”, firma un thriller tan vistoso como decadente ambientado en una oscura época de los EUA, los años 60.

Un vendedor de aspiradoras, un sacerdote, una cantante de soul, una hippie y un conserje, personajes prototípicos que no son lo que aparentan, se disponen a pasar la noche en El Royale, un hotel situado en una especie de limbo, en la frontera entre California y Nevada, y que ha perdido la clase y el glamour de tiempos pasados.

De entrada, parece que empieza un thriller del tipo “Diez negritos”, pero en realidad nos encontramos ante una película de intriga y humor negro que claramente homenajea a Tarantino, sobre todo a “Los odiosos ocho” y “Reservoir Dogs”.

Ahora bien, a diferencia de Tarantino, Goddard se recrea más al hacer lucir la puesta en escena y no utiliza la música solo para acompañar y agilizar el metraje, sino también para aportar pausas y profundidad a ciertas escenas. Además, la inevitable comparación hace que echemos en falta el ingenio de Tarantino en los diálogos, aunque la interacción entre los personajes de Goddard es, eso sí, más verosímil.

La crítica al poder en un sentido amplio es, personalmente, lo que encuentro más conseguido de “Malos tiempos en El Royale”. En este lugar en plena naturaleza, en el lago Tahoe, se ven representados casi todos les estamentos yanquis: la política, la iglesia, los ladrones, los mafiosos, las minorías…, y las víctimas del sistema, que son las víctimas de la violencia, ya sea bélica, racial, machista o sectaria.

En definitiva, el director de “La cabaña en el bosque” cambia la fórmula y, en vez de ir in crescendo hacia una traca final para el recuerdo, esta vez va aumentando la tensión hasta llegar al ecuador del filme y a partir de ahí tan solo logra mantenerla. Quizá por ello no llega a convertirse en el peliculón que podría haber sido.

(Como curiosidad, el hotel en el que se inspira el de la película es el Cal-Neva Lodge & Casino, que perteneció a Frank Sinatra y que reunía a la crème de la crème de la política, las artes y las malas artes norteamericanas.)

www.cinequanon.cat
oniaaa
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7
7 de enero de 2017
12 de 12 usuarios han encontrado esta crítica útil
Dejando a un lado las mitificaciones, los años universitarios son determinantes para la mayoría de las personas, y en Everybody wants some!! tiene mucha gracia ver el contexto de unos jóvenes despreocupados, deportistas, con ganas de juerga, que no tenían WhatsApp ni Instagram. Estamos en plena década de los 80.

Personalmente, como espectadora, tanto slip y boxer y músculo y testosterona mezclada con cerveza, pelotas de béisbol y música dance y punk no me dice nada. Soy de los ochenta, pero, claro, de algunos kilómetros más acá. Ahora bien, a medida que el metraje avanza, los personajes, sobre todo el protagonista (Blake Jenner), van transmitiendo lo que en realidad es un época en la vida de muchas personas: la etapa universitaria, con sus fiestas, los compañeros de piso (o casa), las nuevas amistades, los primeros amores.

Aunque el revestimiento de Everybody wants some!! sea la fiesta continua, este film tiene el acierto de descubrir la entrada a la universidad y las expectativas que la acompañan. Podemos ver la peli desde un punto de vista nostálgico, pero también como aquello que Linklater hacer tan bien: el retrato de una etapa determinada de la vida. Con dosis de idealización y, en este caso, con un poquito demasiado de testosterona. Pero no faltan los buenos diálogos, y sobre todo una buena banda sonora para enmarcar aquellos años: Van Halen (su canción Everybody Wants Some! da título a la película), The Knack, Queen, Pink Floyd, Jermaine Jackson, Patti Smith…

Reconozco que tengo predilección por el cine de Linklater, de modo que me cuesta valorar una de sus películas: Dazed and confused (1993) y Boyhood (2014) también retratan una época, una generación, por no hablar de la trilogía Before…, que retratan todos los «¿y si…?» y los «quizá» y los «ojalá».

Los actores, que son amateurs y encarnan a la perfección todas las etiquetas de las universidades americanas, cumplen con nota. Los personajes son graciosos, pero demasiado prototípicos, y a algunos espectadores les costará empatizar con ellos, pero precisamente por el hecho de no explicar demasiado, de no tener una trama muy definida, me parece que el film funciona. Porque lo que te muestran esos jóvenes es… que son jóvenes. Y te acuerdas de cuando salías de noche y a la mañana siguiente no te dolía todo. Sí, llamémosle nostalgia, definitivamente.

Por lo tanto, si eres un nostálgico de los años 80 y/o de los años universitarios, no te la pierdas. Si no te apasiona echar la vista atrás o te aburre el tema de la nihilista juventud norteamericana, no te ocurrirá nada si no la ves, pero te perderás un retrato de la emoción, del espejismo de ser adulto, de pensar que todo está por hacer… Y te perderás las medias sonrisas de Blake Jenner.
oniaaa
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8
7 de enero de 2017
9 de 11 usuarios han encontrado esta crítica útil
Demolition es desconcertante. Destruir, triturar, romper y aplastar lo que sea, y si son objetos personales y representativos de la vida que llevamos sin casi ni darnos cuenta, mejor. La curiosidad de saber qué hay dentro, cómo funcionan las cosas, cómo es el interior de todo. La búsqueda de lo que no está en su sitio, de lo que no funciona. La mirada hacia adentro.

Davis Mitchell (Gyllenhaal) te atrapa, te lleva de aquí hacia allá, y ni te enteras, porque su mirada cambia de matices muy de vez en cuando, y muy lentamente. Pero las miserias del personaje se van mostrando y vas acompañándole en la apatía, en el dolor y en un despertar de la vida misma.

Naomi Watts, en un personaje atrapado, desencantado, acompaña a Gyllenhaal en este duelo inusual. Chris Cooper, como suegro y jefe de Davis, no puede hacer nada más que sufrir perplejo las “excentricidades” de su yerno. Y Judah Lewis es el niño entrañable que busca en Davis un referente («fuck!»).

Podríamos decir que el drama es excesivo en algunos momentos, pero claro, la historia no deja lugar a medias tintas. Todo es intenso y todo está lleno de golpes. En el estómago, en la cabeza, en la mejilla, en el pie, en el corazón. Y, pese a todo, deja un buen sabor de boca. Muy recomendable.

Además, Gyllenhaal escribe cartas; sí, cartas a mano.
oniaaa
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8
22 de septiembre de 2014
21 de 22 usuarios han encontrado esta crítica útil
El hombre más buscado es Phillip Seymour Hoffman; el que más busca el espectador de cine negro, el director novel o el más veterano. El hombre más buscado es esa barbilla apretada sobre una papada de bonachón que sonríe lo justo entre labios manchados de café. El hombre más buscado no deja de fumar ni de hacernos preguntas. El hombre más buscado sabe que no sabe, y por eso duda y desconfía. El hombre más buscado, pese a todo, confía mientras malvive en una historia que aumenta la tensión a medida que aumenta el humo.

En este impecable thriller de Corbijn no es el hombre más buscado, pero al salir del cine y durante un buen rato es el más buscado en la memoria del espectador, que va y viene entre Happiness y Capote, entre Radio encubierta y Antes que el diablo sepa que has muerto, y entre tantos y tan buenos títulos. Es otra película que vale la pena ver por él. Por Hoffman, y porque los integrismos varios se entienden y se reflejan mejor que en la mayoría de periódicos del quiosco.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
oniaaa
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4
21 de agosto de 2013
20 de 24 usuarios han encontrado esta crítica útil
Después de Distrito 9, Blomkamp firma una película que no tiene ni una décima parte del ingenio que muestra en la anterior. Aún así creo que roza el aprobado, gracias a Matt Damon y a Sharlto Copley y sus encuentros.

La premisa es interesante: la tierra está superpoblada de gente pobre y los ricos se construyen una choza espacial a lo BeverlyHills. Pero algunos terrícolas quieren cambiar esa situación (los malotes, los enviados de dios como Damon...) y entran en conflicto con el ministerio de defensa de los ricos y bien peinados de Elysium. A partir de aquí el argumento cojea por muchos sitios y se vuelve un film completamente previsible.

Los personajes son completamente planos. Si al menos se hubieran ahorrado las escenas ñoñas... Me he mareado en los combates cuerpo a cuerpo y he echado en falta una mayor presencia de la banda sonora en ciertos momentos.

Para mí no ha valido la entrada del cine, pero he agradecido que no tenga un mal ritmo y no se hiciera larga.

Lo mejor: Los trajes estilo Iron man y las intervenciones de Copley, porque te ríes.
Lo peor: El concepto y el funcionamiento del "paraíso" en el espacio, demasiado exagerados.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
oniaaa
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