Redundo un poco: Es una película que, sin duda alguna, desde el tecnicismo esta muy bien realizada, con una prolijidad apabullante.

Abandonando la redundancia de esa observación y abocándome un punto que de forma insólita parece haber sido olvidado; El cine se hace para la gente, para la gente público, no para la gente cineasta.

Roma, es una película para cineastas, solo ellos pueden apreciar la prolijidad de la película, para quienes vamos a buscar las sensaciones profundas de una buena trama y una buena actuación, esta película es un insulto. Nos desprecia como espectadores, si nos desprecia, porque nunca se hizo pensando en nosotros, pero sin embargo, te la venden.

Es aberrante que en un película de mas de dos horas solo hayan tres o cuatro momentos que te logran emocionar, emoción que se evapora apenas aparece porque la historia no permite mantenerla, cada uno de estos escasísimos momentos, son solo eso, momentos. Todo lo demás es melodía triste y desafinada y sin ritmo claro que la hace muy pero muy difícil de bailar.

Es tal el insulto que me pareció recibir por parte de la película que me surge la honesta necesidad de recomendar a cualquiera que no la vea, bueno a no ser que sea cineasta.

Es una película que para ser apreciada hay que verla con ánimo calmo. Despojarse del deseo de querer que la película corra de suspenso en suspenso. No esperes nada y la película te dará mucho. Una historia muy bien narrada, con escenas notables por su prolijidad teniendo en cuenta la tecnología de la época. La película avanza sin prisas en su desarrollo, pero avanza de forma clara y concisa, tan concisa como las enseñanzas que se desprenden de Dersu con frases cortas, determinadas y enérgicas.

La verdad, es una película hermosa.

Un film extraordinario que se vuelve una camara fotográfica en la que nos podemos ver desnudos con nuestros abominables defectos y nuestras magnificas virtudes.

"La sal de la Tierra" quizás sea el mejor libro de filosofía que podré haber "leído". Somos parte de la tierra, somos la tierra y después de habitar por tanto tiempo en ella, aún no lo entendemos en una magnitud mínima de valor.

No puedo evitar agradecer a Salgado y a Lelia por lo que han hecho de sus vidas en beneficio de las nuestras, esto a pesar de que ellos nunca sabrán de esta gratitud.

En mi país, Chile, se han desencadenado una innumerable cantidad de protestas de los escolares pidiendo que se mejore la educación. Ante este grito de enfado en la que los estudiantes creen también reclamar independencia y autonomía, no se dan cuenta que hijos y presos del sistema que son.
¿Para que quieren y exigen mas oportunidad de estudio y de mejor calidad? ¿para contribuir a mejorar el mundo? quizás un 10% si, pero el otro 90% quiere acceso a la educación superior para ganar dinero y tener mas poder adquisitivo, ¿no es eso lo que querían y quieren los poderosos? ¿por qué ser meras piezas programas con cierto conocimiento para luego trabajar y comprar lo que otros imponen como el camino a la felicidad?

De estas incógnitas y muchas otras es en las que nos adentramos en esta prolija cinta.

Pdt= Se que mi comentario es para nada técnico, pero creo que la cinta no merece ser rebaja a frialdades cuando tiene un mensaje tan importante que entregar.