La historia tiene baches y taras importantes. No solo a un nivel argumentativo, sino a nivel de historia. Hay cosas que no tienen explicación, como por qué Ramón sufre desmayos de esa magnitud o como un actor porno puede estar violando a una mujer delante de dos policías sin que estos, en un primer momento, hagan algo.

Otro error del director ha sido no haberse lucido con las actrices que tenía. Victoria Abril esta infravalorada en ese papel, Anabel Alonso (que ha demostrado tener mucho talento) es una secundaria muy secundaria y Bibí Andersen (ahora Fernández) pese a no gustarme como actriz, podría haber tenido algo más de historia. Si bien y por lo que tengo entendido, su papel en el film tenía como único propósito mostrar al mundo entero que se había realizado una operación de reasignación de sexo. Sinceramente, si ese era el propósito de la película... sí, nos ha quedado claro.

Carmen Maura es, como siempre, sobresaliente. Su personaje, si bien no es principal, es fuerte y temperamental. Muestra con crudeza y resignación la historia de la mayoría de transexuales de la época. Interesante parte de su argumento ya que, como acostumbra Almodóvar, es reciclado posteriormente para 'La Mala Educación' (niño de un internado que canta en el coro de una Iglesia, que es abusado por el sacerdote). Así como el guiño a '¿Qué he hecho yo para merecer esto?' en el delantal que Tina se pone en casa de su hermano.

Eusebio Poncela se luce en un papel escrito para él. Su forma de mostrar la historia y su complicidad con Antonio Banderas sumergen al espectador en una historia de amor sentida, dolida y profunda. Idas y venidas de una relación que en un principio puede no ser bien vista pero que, al final, es entendida en la medida de la posible. Y es lo máximo que se puede entender porque los amores, cuando son verdaderos, no pueden explicarse solo vivirse.