Otra de esas películas para plataformas en streaming, y a Dios gracias que no la estrenaron en pantalla grande porque semejante bodrio me hubiese dolido mucho pagar por verlo.

El gran interrogante que nos asalta tras ver este, muy mediocre film, es como Ethan Hawke y Ewan McGregor —dos de los actores más respetados de su generación—, se dejaron convencer para rodar esta birria monumental. La duda se resuelve cuando nos enteramos de que el encargado de reunirlos por primera vez en la pantalla ha sido el realizador y guionista colombiano afincado en Estados Unidos, Rodrigo García, hijo del gran Gabriel García Márquez —favoritísmo paternofilial, misterio resuelto—— y que además cuenta con la producción de Alfonso Cuarón.

La película ha sido rodada para la plataforma Apple TV + y se trata una tragicomedia familiar con toques de humor negro en la que se nos presenta el reencuentro, después de años sin verse, de dos hermanastros para asistir al funeral de su controvertido padre. Los dos hermanos son las dos caras de una misma infancia traumática en la que han elaborado estrategias de defensa contra el mundo completamente opuestas: uno, desde la rutina y la obsesión por el orden, el otro desde el fracaso, las adicciones y el desapego.

A ritmo de road movie conocerán a la amante de su progenitor, interpretada por la simpática Maribel Verdú, a una de las enfermeras que cuidó de él y, de paso, a otro puñado de hermanastros que desconocían que existían.
El film es un batiburrillo de situaciones tragicómicas pero da la sensación que ni el propio director —si, el hijo del Premio Nobel— no sabe muy bien a donde conducen...

En definitiva, esta es una película facilmente olvidable, que se deja ver por la mera presencia de estos tres grandes actores —y meto a la Verdú entre ellos porque está francamente bien— pero no es suficiente para mantener esta moraleja sobre las familas disfuncionales y sus afectos contradictorios; la rebelión contra el legado familiar y la redención como regalo del destino.

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Película puente dentro del MCU donde se zanja el arco argumental abierto en la exitosa miniserie Wandavisión (2021) y en Spider-Man: No Way Home (2021). Además sirve para presentarnos nuevos personajes de la incipiente Fase 5 y también aparecerán, a modo de breves cameos, diversos personajes que retornan a Marvel tras recuperar por fin sus derechos cinematográficos que se encontraban hasta hace bien poco en manos de la cadena Fox.

Destacar las espléndidas actuaciones de Elizabeth Olsen y Benedict Cumberbatch, ambos muy comedidos y acertados en sus respectivas interpretaciones. Lo de la Olsen no tiene nombre, en cada nuevo trabajo supera con creces el anterior.

Con un ritmo narrativo envidiable, la película pasa rápidamente por muchísimas fases y giros como si de una montaña rusa se tratase, dando lugar, gracias a su CGI y sus magníficos efectos especiales, a ambientes oscuros y mágicos que guardan sorpresas y espectaculares peleas entre magos y hechiceras.

Sorprende mucho que la dirección corra a cargo del siempre efectivo, Sam Raimi (Ash vs Evil Dead), ahora entiendo el cameo de Bruce Campbell y la bromita final en los títulos de crédito.

En definitiva, un film con mucha acción y aventuras en el que se disfruta mucho ese intenso y oscuro "multiverso de la locura" que a los viejos lectores de cómics nos recordará, y mucho, a La Zona Negativa del maestro John Byrne.

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De un el estilo visual muy particular, da la sensación que su director guarda cierta influencia de Wes Anderson.
Ambientada en la sofisticada y elegante época victoriana, tiempo de esplendor “imperial” de La Pérfida Albión. Mr. Wain es el biopic de un hombre hiperactivo muy particular, que dibuja en periódicos para ganarse la vida pero también crea poesía, escribe óperas, desarrolla inventos y así un largo etcétera.
Sus ilustraciones y cuadros de gatos representado divertidas acciones humanas, le dieron gran fama en su momento ya que, por aquel entonces, eran considerados como animales salvajes. Logrando cambiar el estatus de éstos y pasando a ser encantadores animales de compañía.

Lo mejor del film son, sin duda, sus actuaciones, Benedict Cumberbatch —que también es el productor—, está muy solvente y nos muestra ese estado neurótico que ya perfeccionó en la extrañamente similar, The Imitation Game (Descifrando Enigma) [2014] o en la serie Sherlock. Claire Foy hace de novia paciente y abnegada, logrando una interpretación precisa y acertada. También veremos muchas caras conocidas como las de Taika Waititi, Andrea Riseborough, Toby Jones o Nick Cave.

De manera, a mi entender, no muy acertada; la película intentará pasar de ser el clásico biopic convencional, a tratar de hablar de un tema mucho más interesante: la salud mental. Ya que Wain fue diagnosticado de esquizofrenia y una depresión aguda causada por una vida complicada y trágica.
El film, narrado a modo de cuento ubicado la bucólica campiña inglesa nos recordará, y mucho, a otras películas similares como Descubriendo Nunca Jamás (2004) o Entre la razón y la locura (2019) y tratará de explicarnos que, a pesar su locura y quizá por ello, Louis Wain vio el mundo de una forma maravillosa y única.

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Bapuleada y maltratada por crítica y público, creo firmemente que no es tan mala como la pintan... hasta creo que tiene cierto encanto, si llegas a entrar de lleno en la historia.
Basada en la libro homónimo de la autora Joyce Carol Oates, esta es una novela de ficción biográfica, lo que viene a significar que su autora creó una narración ficticia a partir de episodios reales en la vida de esta malograda actriz.
Con un tono sombrío y triste, el film nos muestra a modo de flashbacks como poco a poco, el carácter de la rubia de ensueño se va minando cada vez más por su atormentada lucha interna entre Marilyn Monroe, alter ego de un Hollywood dorado, y Norma Jean Baker, una vulnerable mujer herida y rota desde su infancia.

Ahora bien, si esta película ha creado tanta controversia y polémica es porque no se corta ni un pelo a la hora de mostrar escenas torrídas y muy subidas de tono, como el trío sexual y sentimental que se monta con los hijos de Chaplin y Edward G. Robinson, una pequeña licencia literaria de su autora, y en la que afirma que hasta llega a quedarse embarazada del primero. También impacta mucho la felación forzada que le practica a John Fitzgerald Kennedy mientras este habla despreocupadamente por teléfono al más puro estilo Clinton-Lewinsky.

Aplaudo la valentia de su director Andrew Dominik [El asesinato de Jesse James por el cobarde Robert Ford (2007), Mátalos suavemente (2009), Mindhunter (2017)] por intentar mostarnos a este icono sexual de una manera real y descarnada, ya que el tiempo; aunque ha logrado elevarla al Olimpo de las leyendas cinematográficas, también ha ido enterrando esa necesaria moraleja de que la fama y Hollywood deboran a sus propios hijos.

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Estrenada aquí en España directamente en DVD sin pasar por las salas, este film pone fin a la trilogía de forma fallida e irregular.
Mira que Kevin Smith me cae majete, pero es que en realidad es más de lo mismo; su propia carrera es más de lo mismo... Personifica ese cliché de que muchos directores noveles ponen toda la carne en el asador en su primera película y luego son incapaces de hacer nada original en las restantes.

Kevin Smith es hijo se su tiempo, triunfó en los '90 y representó durante muchos años ese paradigma de director indie capaz de contar cosas con gran frescura que solo atañen a los jóvenes desencantados de su generación; eso sí, con mucho humor gamberro y jerga "friki" cinéfila.
Ahora bien, han pasado 28 años desde entonces... todo cambia y nada permanece, por lo que ese "rollo alternativo" de jóvenes que hablan con tal grandilocuencia que parecen adultos —al más puro estilo Dawson Crece— y que sorprendió a la crítica y a toda la Generación X, por desgracia, se quedó obsoleto hace bastantes años. Kevin salao, aplícate el cuento: Renovarse o morir.

Esta es, muy probablemente, la peor película de las tres; aunque paradójicamente, también sea la más seria y dramática de todas ellas, supongo que intentando dar un final más maduro e impactante a la franquicia que le dió fama y fortuna a su cineasta.

Para los nostálgicos del film original, como un servidor, nos da un poco de penita ver como hay creadores que se empeñan en seguir exprimiendo la gallina de los huevos de oro hasta que la pobrecita no vale ya ni para hacer caldo...

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