Esta parte de la interminable saga de Harry Potter -con un ya crecidito Daniel Radcliffe- no deja ver más que un argumento malísimo adornado de insulsos efectos especiales, cargado hasta la saciedad de ellos para tapar los grandes agujeros que deja la historia más tonta del mundo. Una paranoia sin sentido en la que no se entiende ni quien es el malo principal ni cual es su propósito. Por no entender no se entienden ni los personajes que de repente aparecen y desaparecen del argumento, y que rellenan la película porque sí.

Se hace terriblemente monónota. Transcurre todo muy lento sin ninguna acción hasta que llegan los últimos diez minutos con el desenlace precipitado.

En mi vida había malgastado tanto cinco euros...


P.D. yo era la única persona adulta que había en la sala.
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Decepcionante nueva entrega de Harry Potter, claro ejemplo de como el marketing y la publicidad pueden embellecer un bodrio de tales dimensiones. Se habló de que en esta entrega, el muchacho que se aferra a la niñez, encontraba el amor. Amor que se plasma en una sola escena de dos minutos que transcurre sobre la mitad de la película sin que luego posea ningún tipo de trascendencia en la historia, como tantas otras escenas que no tenían sentido. De hecho el personaje de la "novia" del mago no vuelve a aparecer. Cuando ví la película estaba dudando sobre si el castillo de hogwarts era de magos o de fantasmas, ya que los personajes venían y desaparecían sin control; el gigante barbudo y su hermano, Sirious Black... en definitiva, la película es insulsa, carente de emoción y suspense, aburrida, su argumento es confuso, y su desenlace apetece a no ver la próxima entrega. Recomendada a los amantes de películas como Garfield o el súper canguro, que no tienen ningún tipo de criterio sobre el cine.