Había visto un trailer cortito y parecía que podía estar bien hecha. El hecho de que apareciesen Chris Pine y Reese Witherspoon, aún sin ser mis actores favoritos ni mucho menos pero les he visto alguna película decente, y la curiosidad de descubrir por qué Oprah Winfrey llevaba las cara llena de purpurina me llevaron a verla.

El desencanto fue inmediato. Es una historia emplagosilla para niñas de 10 años. Un pastiche de pseudo-aventura infantil sentimentaloide mezclada con un infumable discurso pseudo-científico con ínfulas. Eso sí, de lo más "multicultural" y políticamente correcta.

No salí de la sala a media película porque no tenía otra cosa que hacer pero hubiese sido mejor elegir cualquier otra sala del cine.