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Críticas de candlebox
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Críticas 36
Críticas ordenadas por fecha (desc.)
5
25 de marzo de 2018
2 de 2 usuarios han encontrado esta crítica útil
Provista de una atmósfera interesante pero sin contar con efectos visuales demasiado sorprendentes, lo mejor de la cinta es el ambiente conseguido en aquella especie de isla donde habita (y gobierna) el todo poderoso señor Crockett (Ray Milland) un inescrupuloso magnate que desde su gigantesca mansión no se hace demasiado problema en envenenar el medio ambiente con tal de conseguir la paz que el croar de las ranas parece perturbar.
Próximo al cumpleaños del viejo Crockett, por accidente, aparece un fotógrafo ecologista llamado Pickett Smith (un joven Sam Elliott) quien es el primero en darse cuenta de que algo muy raro esta ocurriendo y que el comportamiento de las ranas y demás anfibios y reptiles no es normal, y por el contrario, parece estar volviéndose cada vez más agresivo. Como es de suponer, no pasará demasiado tiempo para que ocurran los primeros ataques y las vidas de los poco habitantes de la isla comiencen a verse amenazadas, sumado a la tozudez del anciano millonario que no quiere reconocer el peligro que ya no solo les rodea, sino que derechamente está comenzando a atacarles.
La cinta, con una cargada onda setentera, por momentos cuaja sin aspirar a grandes pretensiones, al menos al verla hoy, y es sin duda el insistente croar de fondo de las ranas, sumado a primeros planos de estas o de algunos reptiles, lo que intenta armar la atmósfera necesaria de terror que a ratos repele más de lo que aterra. Sin duda una cinta que intenta, con un terror que pretende ser mucho más directo pero con una historia menos lograda, meternos en una nueva versión de "Los Pájaros" de Alfred Hitchcock, cambiando las plumas por piel de rana y con algún intento (pequeñito) de protesta racial.
Una cinta interesante de mirar pero que no consigue, (y no consiguió,) posicionarse como filme de culto o como para tener en cuenta dentro del género, eclipsada por otras mucho mejores cintas de "terror ecológico" y las reacciones del medio ambiente ante la continua intromisión humana en él.
Como agregado, destaco además la presencia de las actrices: Joan Van Ark (recordada por su participación en la serie TV "Knots Landing," en Chile: "Vecinos y amigos,") y la bella actriz de color Judy Pace.

Nada pierdes si no la ves, pero tampoco es tiempo perdido dedicar 90 minutos de tu tiempo en verla.
candlebox
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7
11 de marzo de 2018
1 de 1 usuarios han encontrado esta crítica útil
La leyenda dice que fue la película favorita de Howard Hughes y que en sus últimos años de vida solía pedir que se la proyectaran seguidamente en su sala de cine. Película que puede ser considerada entre las precursoras de ese cine que viviría su mejor momento en la primera mitad de los años setentas. El llamado "Cine desastre."
Esas películas plagadas de estrellas que luego de una primera mitad de mucho diálogo (dando tiempo para conocer mejor a los personajes y sus historias personales) pasaban a una segunda mitad a toda acción.
Claro que como la cinta que nos convoca se desarrolla principalmente a bordo de un submarino, cuenta esta con un reparto fijo y eficiente encabezado por un Rock Hudson extraordinario, que nos muestra que era más, mucho más, que un actor de comedia. También tenemos a un Patrick McGoohan (Jones) como un frío, eficiente y calculador agente (un eficiente asesino, también, de ser necesario,) y Ernest Borgnine como Vaslov, un agente ruso pasado a los norteamericanos. (Bueno, en el papel que fuere, Borgnine siempre hacía de Borgnine.) También destacar al jugador de fútbol americano pasado a actor Jim Brown como Leslie Anders, un poco expresivo capitán de marines. Al comienzo de la película también vemos al "curtidísimo" Lloyd Nolan (Almirante Garvey) y mención especial para Tony Bill (Teniente Russell Walker) actor y productor, que precisamente ganaría un Oscar como uno de los productores de la película "The Sting" (1973.)
Como señalaba la falta de espacio imposibilitó la presencia de otras estrellas como Charlton Heston o un Gregory Peck, ya que el único papel que iba quedando era el de cocinero y su único diálogo sería: "¡Los huevos están cocidos!"
La primera parte de la película se me hizo muy entretenida y se me pasó volando, y me hizo rememorar a "Viaje a las estrellas, la película" (obviamente vi primero la cinta de 1979 y en mi búsqueda de clásicos he visto esta película de 1968,) pues como en aquella uno se entretiene con el espectáculo visual que produce el visionar el interior del submarino nuclear USS 509 (logrado y muy real) su funcionamiento, los espacios, o la falta de espacios (¡y eso que este es uno de los grandes!) Aquí la cinta se posa sobre los hombros de Rock Hudson y por momentos de McGoohan, mientras Borgnine juega a "Marty" pero soviético. Durante el viaje disfrutamos de algunas de las mejores escenas viendo al submarino navegando a toda máquina por un mar frío y picado.
La segunda mitad de la cinta nos viene con toda la acción (pero al igual como me pasó con Star Trek, 1979) me decepcionó un poco. Más cuando la acción pretende ocurrir en el frío ártico y se nos hace desde el primer momento totalmente desarrollada en un estudio (gigantesco de seguro) que pretende, mediante bloques de cartón de formas rectangulares y pintados de blanco, aparentar ser el polo norte, mientras la nieve artificial cae profusamente. Aquí llegamos a la mentada Estación Polar Cebra que además se ve algo improvisada y rudimentaria como para soportar temperaturas bajo cero.
Con la llegada del coronel Ostrovsky y sus paracaidistas rusos, caminamos al desenlace que hace más patente la sensación de estar presenciando escenas filmadas en estudio, y para colmo nos enteramos que tanto cabezazo contra el hielo es para la recuperación de un "chismecillo metálico" pero que porta tan valiosa información como para que rusos y norteamericanos desenvainen sus espadas. Aquí por fin las máscaras caerán y sabremos quién es quién y a qué jugaba cada uno, claro que la figura del comandante Ferraday (Rock Hudson) queda inmaculada, pues, él al igual que nosotros (los espectadores,) ha estado siempre expectante por saber con qué mano juegan Jones y Vaslov (Borgnine, el "Marty" ruso.)
Cinta extensa como lo eran aquellas superproducciones, pero con muy buenos momentos. Antecesora de ese cine que nos regalaría luego otras películas con igual construcción y desarrollo como: "The Towering Inferno" (1974) "Terremoto" (1974) "King Kong" (1975) "La batalla de Midway" (1976) "Enjambre" (1978) y un largo etc...
candlebox
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8
20 de enero de 2018
5 de 5 usuarios han encontrado esta crítica útil
Como parte de un cine de terror clásico y muy representativo de los 70s y comienzos de los 80s, y en la onda de cintas como: "La centinela" (1977) "Al final de la escalera" (1979) "El grito silencioso" (1979) me encontré con esta película de terror que desarrolla una historia contada a través de varias historias co-relacionadas, que giran en torno a un grupo de ancianos que arrastran consigo un secreto celosamente guardado por cada uno de ellos y que después de muchos años ha regresado del pasado para cobrar venganza.
La película, que no fue un super taquillazo pero le alcanzó para ser la tercera cinta de terror más vista en 1981 y fue nominada a un "Saturn Award" como mejor cinta de horror, me resultó entretenida de ver, con una historia que no decepciona y que juega en su relato continuamente con los flashback para llevarnos a lo medular de la historia. Ya te sorprende con un comienzo muy bien logrado y momentos donde las dosis de terror son más que suficientes como para no defraudar, sumado que en todo momento la historia promete y al mismo tiempo cumple con lo prometido, lo que ya es un acierto para cualquier película de cualquier género.
También me resultó agradable encontrarme con veteranos actores de la talla de un Fred Astaire (sin necesidad de bailar porque además de gran bailarín era un tremendo actor,) a él se suman John Houseman, Douglas Fairbanks Jr., Melvyn Douglas, un par de féminas de la época dorada de hollywood como Patricia Neal y Jacqueline Brookes y por supuesto Craig Wasson. (Este último desarrolla un extraordinario papel aun cuando no halla destacado por una carrera demasiado prolífica en cuanto a éxitos, posteriormente.)
También destacar a la hermosa sudafricana Alice Krige, que luce memorable en su interpretación de Alma y Eva Galli, quizá el punto más alto de la cinta. (Recordar que ella, ese mismo año, aparecería en "Carros de fuego.")
La verdad, "Ghost Story" es una "joyita" hoy casi perdida, cuenta con gran reparto, magníficas interpretaciones, una extraordinaria fotografía (que juega con la gelidez de la nieve) y una muy buena banda sonora. O sea, todo para haber sido una de las grandes películas de terror de la historia del cine, pero que al final se quedó como a medio camino de nada, hundida en el lago como la hermosa Eva.
Película a recomendar a aquellos que gustan del buen cine, más si se trata de fanáticos del terror... y terror esta película tiene de sobra, apoyada además en un gran guión y mejor elenco de actores.
candlebox
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9
18 de enero de 2018
5 de 5 usuarios han encontrado esta crítica útil
Hace ya unos buenos años tuve la oportunidad de ver y disfrutar de una cinta llamada "Mogambo" (1953) en la que el gran rey de Hollywood, Mr. Clark Gable, se lucía al lado de dos de las grandes luminarias del cine norteamericano, la increíble Ava Gardner y la "principesca" Grace Kelly (y sí... principesca porque unos años después se casaría con Rainero III de Mónaco y... bueno, el resto ya lo saben.) Solo que, en mi búsqueda de filmes clásicos, descubriría que en realidad "Mogambo" era un remake de una cinta hecha dos décadas antes, también protagonizada por "el galán de las orejas grandes" y en donde este compartiría roles con otras dos bellas y sensacionales actrices de una época anterior de Hollywood. Ellas eran: la salvaje platinada Jean Harlow y la más refinada Mary Astor (Antes, eso sí, que su esposo descubriera en el cajón del velador su ardiente diario de vida...)
Esta película, magistralmente dirigida por Victor Fleming, Tiene un magnetismo casi desde el comienzo, y aun cuando uno (por ignorancia) no espere demasiado de ella, no puede evitar verse atrapado hasta el final de sus ochenta y tres minutos de duración, que se te pasan volando entre la lluvia tropical.
Harlow alcanza una de sus mejores actuaciones en su (lamentablemente) corta vida, cada una de sus frases, gestos e ironías, aparentemente despreocupadas, nos terminan por hacer reír y Mary Astor, en plan de dama insatisfecha y cuya fidelidad hacia su esposo corre riesgo de venirse abajo en cualquier momento, luce además dueña de una belleza que traspasa la época de las cejas depiladas y luego re-pintadas de los 30s para verse perfectamente actual. Además, y entrando en las odiosas comparaciones, me quedo con Astor en esta versión por sobre Grace Kelly del remake del año 1953, la razón, Astor se ve auténtica, hermosa, vulnerable pero no frágil, y todo esto conspira para que nuestro pobre Clark termine dándose de cabezazos contra los árboles de caucho. ¿Y quién podría culparle? Qué humano podría resistir encontrase entre estas dos super-mujeres y salir sin un rasguño!!!
La película además juega con una temática que nos hace ver que después de todo los años treinta eran mucho más liberales que las décadas siguientes en el cine norteamericano, donde de seguro la Harlow no hubiese sido tan deslenguada.
Una película por sobre todo entretenida, magnética, con un buen desarrollo de los personajes, con una magnífica ambientación que también conspira para lograr momentos extremadamente álgidos y que hacen destacar aun más el gran desempeño del trío central de actores (aunque, a no olvidar al divertido criado "Hoy" (Willie Fung.)
No digo que esta película sea mejor que "Mogambo," en lo personal me gustan mucho ambas, solo que cada una de ellas tiene su propio grado de autenticidad para diferenciarla la una de la otra, aunque estemos ante la misma historia del triángulo amoroso.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
candlebox
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8
2 de octubre de 2017
1 de 1 usuarios han encontrado esta crítica útil
Segunda obra de Aldrich dentro del género del suspenso-terror. Aquí el director vuelve a trabajar con Bette Davis, a los que se suman Olivia de Havilland, (gran amiga de Davis, así que en el set debe de haber existido menos tensión que con el dueto Davis-Crawford en "Qué fue de Baby Jane") Joseph Cotten, la tremenda Agnes Moorehead (ganadora del Golden Globe y nominada al Oscar como actriz de reparto por este filme) y mención aparte para Victor Buono que está notable al comienzo de la cinta como padre de Charlotte.
La película rodada en blanco y negro, (como "Qué fue de Baby Jane") busca repetir los réditos de aquella cinta, y tiene muy buenos momentos en gran parte gracias a las magníficas actuaciones de sus actores protagónicos, pero en la búsqueda de sorprender continuamente al espectador la cinta se alarga demasiado y allí comienza a resultar algo tediosa, sin quitarle por ello el ser una de las buenas películas dentro del género del terror, a veces algo recargada de terror sicológico. Claro que ahora es al personaje de la Davis, Charlotte, al que le toca padecer dicho terror sicológico.
La película cuenta con un comienzo que es tan extraordinario como prometedor, como para que el espectador se haga las mayores ilusiones de lo que va a ver y que en el desenlace nos aclarará que la historia no era tan así como la creíamos, pero tiene una parte central que por momentos hace demasiados giros sobre sí misma produciéndonos algún tedio, que se lima como ya he señalado al final, en que las caretas de todos los personajes caen, y con una Davis (que como en "Qué fue de Baby Jane") nos regala una última escena como para mostrarnos que al fin de cuentas la película descansaba sobre sus hombros, y que por momentos me recordó, (con las diferencias obvias,) a Gloria Swanson de Norma Desmond en "Sunset Boulevard."
"Hush... Hush, Sweet Charlotte" así como su antecesora "Qué fue de Baby Jane" (ambas de Robert Aldrich) son sin dudas dos películas que hay que buscar y darse el tiempo de ver, entre otras cosas, para reencontrarnos con un cine mucho mas inteligente que el que se hace hoy y para, a través de sus protagonistas, disfrutar con el talento de estos que nos muestran que cuando una actuación es convincente y bien lograda no es necesaria la utilización de litros y litros de tinta color sangre.
candlebox
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