El que mucho abarca poco aprieta, dice el refrán. Javier Bardem se pasea por Barcelona protagonizando una serie de sketchs, cual José Mota, pero que en este caso no intenta hacernos reir, sino dar pena penosamente.

¿Pero cómo?.... ¿¿¿Cómo???. ¿Cómo es posible tocar cientos de temas (enfermedad terminal, dotes de medium, necesidad de ayuda a las familias en momentos de duelo, explotación y piratería, homosexualidad en sociedades opresoras, exhumación de cadáveres, represión en el franquismo, inmigración ilegal, tráfico de drogas, marginación social, policía corrupta, enfermeras y médicos de trato frío con pacientes graves, trastorno bipolar, abuso de drogas, problemas de pareja, maltrato infantil, traición familiar de estilo tragedia griega, la frivolidad del mundo de la noche, la dificultad para organizarse a la hora de limpiar la casa, el mal control de plagas de un edificio,...) y tocarlos TODOS mal? Tocarlos TODOS de forma superficial y facilona. ¿Se puede hacer una película más demagoga sobre temas tan serios? Seguro que se le olvidó meter el maltrato animal. "Hostia tío, se me ha olvidado meter la escena del perrito que abandonan en la gasolinera y después lo atropella un camión del McDonald's y ya estamos en post-producción". ¿Quién quiere a Guillermo Arriaga teniendo las campañas de Telecinco "12 meses, 12 causas" y un par de revistas de sucesos?

Película excesiva. Parece querer acumular temas graves en lugar de tratar en profundidad alguno de ellos. No creo que una película independiente y con ánimo de agitar la conciencia social consista en tirarte a la cara la mayor cantidad de miserias posible. En este caso, a una velocidad de 20 miserias/hora. Javier Bardem hace lo que puede, pero es que la película no se sostiene. Los actores secundarios, sobre todo Eduard Fernández, (e incluso los niños) también hacen lo que pueden. Pero es que la película no hay dios que la sostenga. En definitiva, trato inmaduro de aspectos sociales y psicológicos difíciles que me deja la sensación de haber visto una película en la que los "artistas del cine" sacan cacho de la miseria humana.

PD: Estoy de acuerdo con otra crítica que hay más arriba, ¿que pinta el tipo ese subido en el armario al final de la película? ¿Ese quién es? Para mi que se te han colado en la casa, Uxbal, que no todos tiene que ser fantasmas. ¿Y por qué no te mueres en un hospital como todo el mundo? ¿Prefieres provocarle un trauma a tu hijita, verdad? Este Uxbal...

Cada cierto tiempo salen películas que son como el traje del emperador del cuento: algo tildado de espléndido por la mayoría pero que en realidad es una estafa. "Entre copas" es como ese traje. A lo mejor en esta ocasión sí existe el traje y yo soy demasiado estúpido para verlo. No lo sé. Sólo sé que lo que yo he visto es un telefilm, y de los malos.
El argumento es tan simple que resulta aburridísimo. Vamos, que si algún amigo me cuenta que lo que sucede en la película le pasa a él de verdad creo que me parecería una historia tan vulgar que incluso la olvidaría y nunca le diría a otro amigo "¿te has enterado de lo que le ha pasado a Fulanito?". Conozco cientos de anécdotas e historias reales más interesantes que la de esta película.
Estoy de acuerdo con que en el arte lo valioso no es el qué sino el cómo. Pero es que el cómo es aún peor. La película tiene un ritmo lento. Si los personajes no son estereotipados que baje Dios y lo vea. Tanto los momentos de humor como los de drama están mal llevados y parecen inacabados, parecen bocetos borrosos y sin colorear. Deja cabos sueltos durante la trama (la familia del protagonista, la relación con la ex-mujer, ¿tiene o no tiene problemas económicos?) que ni se molesta en resolver a pesar de las dos horas de película. Los paralelismos entre el vino y el mundo de las relaciones afectivas y entre la novela y el mundo interior del personaje resultan burdos y metidos con calzador. El final, tanto el mensaje, como la forma de rodarlo parece salido de un capítulo de Melrose Place o de Friends; si estos son mensajes "independientes" de las películas comerciales que vuelvan a llamar a Dios para que lo vea.
En definitiva, vinagre para la ensalada del McDonald's.

ACLARACIONES:
Me gustan las películas de ciencia ficción, soy fan de "Matrix", me encantó "Origen", me gusta la saga de "Star Wars" (unas más que otras, como a todos) y me gusta jugar a los videojuegos".

REFLEXIONES:
A veces me pongo a imaginarme dónde se ha cocido la idea de una película.

ME REPATEA EL HÍGADO cuando supongo que ha sido un tipo rico, que vive de lujo, cuyos hijos van a la mejor escuela/instituto/universidad pero que, como es "artista", cree que entiende a las clases bajas, los conflictos sociales y los conflictos políticos mejor que nadie. Cuando en realidad sólo sabe reflexionar a base de tópicos porque no tiene una idea real de lo que habla (ejemplo: puntué a "Biutiful" con un 2).

ME REVIENTA también que sea un tío que cree que sabe cuál es la esencia real de la vida (que, por supuesto, es la que él mismo piensa y no otra), cuando en realidad reflexiona sobre la misma con los argumentos que parecen salidos de "Friends" pero quitándole las risas enlatadas (Ejemplo: puntuación a "Friends"=8. Puntuación a "Entre copas"=1)

Y en muchas ocasiones sé con certeza que ha sido un nota en un despacho de una multinacional como Disney cuyo único fin es ganar dinero para una empresa que ha perdido la idea original de su creación y que está siendo eclipsada por otras que le han comido terreno. Sé que van a echar mano de lo que puedan para hacer el producto más comercial. Y entro gustoso en el cine para ver que tal está hecha la película. En muchas ocasiones salgo contento.

CRÍTICA:
Pero en este caso no salí contento. Me parece que ES FALSO QUE HAYA QUE ELEGIR ENTRE GUIÓN O EFECTOS ESPECIALES, y numerosas películas lo demuestran. A esta película le falta currarse más el guión, creo que es evidente. Los actores están "forzados" en sus papeles, metidos con calzador, no son creíbles porque un actor no puede meterse en el papel de un personaje mal definido por el guión. El chavalito en cuestión usa dos gestos en toda la película. La reflexión filosófica sobre la utopía de la perfección queda de risa. Deja muchos temas importantes sin aclarar. En general todo parece estar al servicio de los efectos especiales: dirección, guión, actores, banda sonora, puesta en escena, montaje,... y así no se gesta buen cine (que no es sinónimo de cine no comercial). Todo tiene que ir acompasado y con la sensación de que se complementa. Si no, es como cocinar algo con una carne muy cara pero sin saber con cuánto fuego se cocina, cuánto tiempo, qué es lo que mejor le viene para acompañar,...
Pero a pesar de todo, la peli consigue un buen ritmo y los efectos especiales hacen que te entretengas un rato. No llega a ser lo que le gustaría ser pero no pretende engañar sobre lo que desea ser.

En resumen: yo no la vería otra vez, pero tampoco me arrepiento de haber pasado un rato en el cine con los amigos viéndola.