Magnífica serie de Paco León que se está convirtiendo en uno de los mejores directores españoles y primer candidato a suceder a Almodóvar en el Olimpo de los realizadores cinematográficos de este país. La serie no puede ser más ingeniosa, divertida e inteligentemente realizada, y lo mejor es la interpretación de cada uno de los personajes. Si en algo se nota la mano de un director en una película es en el partido que le saca a cada uno de los actores que la interpretan. Realmente magníficos Inma Cuesta, Anna Castillo y el propio Paco León, y maravillosa Debi Mazar, con una vis cómica extraordinaria, sin olvidar al elenco de secundarios que hacen de esta serie probablemente la más interesante del cine español de los últimos muchos años.
En cuanto al sexo, sólo decir que es el más divertido y menos chabacano del que estamos acostumbrados a ver en el cine español.

El cine de Garci es siempre el mismo. Son películas bien hechas, y están muy cuidadas la ambientación y las interpretaciones, pero hay demasiado sentimentalismo, monólogos, diálogos y frases lapidarias. Es un cine que podríamos llamar costumbrista, en el que se describe mucho todo, pero en el que nunca pasa nada. Peca de lento y parsimonioso, casi plomizo, y abunda la filosofía en detrimento del meollo. Así es como yo lo veo.

Aunque Chaplin deja entrever en su obra, el estar algo chapado a la antigua (sólo en algunas cosas) y una tendencia moralizante quizás excesiva, hay que reconocer que ha habido pocos como él.
La genialidad de Chaplin está sobre todo en sus gestos, que expresan, en un instante, un cúmulo de sentimientos, sensaciones y emociones difícilmente transmisibles mediante palabras. Tierna y conmovedora, “El circo” es una de sus maravillosas películas.

Es una gran película, magníficamente hecha e interpretada, y de una gran complejidad, por lo que no es fácil entenderla ni seguir la trama. De contenido fuerte y escenas arriesgadas, sobre todo para la época en la que se estrenó, mezcla secuencias de gran erotismo bisexual con retazos de pedofilia e incesto, todo ello en el ambiente de la Alemania nazi, en una historia de corrupción, sed de poder y criminalidad. También es un buen documento histórico de la época, que parece explicar bien un hecho tan trascendente como mal conocido: “La noche de los cuchillos largos”.

Habría que rehabilitar algunos intérpretes y sobre todo algunas películas de las que esnobista e injustamente se las dio en llamar “españoladas”. A mi juicio, la víctima más importante de esa época fue Paco Martínez Soria, un gran actor, con una vis cómica extraordinaria y tanto o más popular ahora que cuando vivía. Es cierto que ha sido uno de los actores que más se han encasillado en un tipo de personaje. Es cierto también, que todas sus películas se parecen. Pero también es cierto que los guiones se hacían pensando en él, y que nunca se ha representado mejor la imagen del español de la época, como un ser maduro, razonable, honrado, con mezcla de quijote y lazarillo y encarnando la sabiduría popular como nadie.
Don Paco, es el Louis de Funes español, pero a lo grande, a lo bueno y a lo sabio.