Catalogar a la serie de comedia romántica es no haber visto la serie. Llamarla drama urbano es necesitar encerrarla en un género para darle algún tipo de connotación a la serie. Lo cierto es que ni hace que te rías, ni vas a llorar. La serie desde el principio se plantea con un retrato realista de la vida de una chica apática por la vida y llena de disfuncionalidades: no funciona su negocio, su familia, sus relaciones y su amiga está muerta. En este panorama lo único que hay es ir exagerando las situaciones para intentar hacer algo masticable.
Puedes tener 2 reacciones al ver la serie: o gustarte lo realista de la misma y lo que quiere ser un reflejo fiel de la vida normal de una persona, aunque discutiría abiertamente sobre si esto es la normalidad.
O sentir una apatía total por la manera de hacer las cosas de la protagonista mientras va culpando al entorno de lo que le pasa por autosabotearse. Así que ni como historia, ni como anécdota, ni mucho menos como sobre lo que reflexionar. Aburrida

Es forzosamente empática, presuntuosamente llamativa y petulante hasta la saciedad. Una oda a los estereotipos con un final más que previsible y que falla en los más básico: entretener.
No me malinterpretéis, siempre fui uno del os marginados. Hace tiempo que no me siento 'infinito', pero he estado más cerca de esa época de aislamiento en la que todavía internet no era una vía de escape ante una realidad poco satisfactoria que muchos de los que me vais odiar por esta crítica.
El problema es intentar evocar de manera forzada esa sensación de vacío que todos hemos tenido mediante arquetipos de problemas adolescentes. Y ninguna de ellas abordada de manera natural.
No he podido empatizar. Tengo la sensación de que la película vale más por las reflexiones de la gente que por el mensaje en sí, que se pierde entre disfuncionalidad emotivas.
Falta carisma, mensaje y sobre chantaje emocional disfrazado de referencias. Pero si a vosotros os movió por dentro eso ya la hace especial. O al menos, eso dicen

Me tuve que salir del cine de lo aburrida y lenta que estaba siendo. Ni siquiera tenía interés en ver cual era el plan de escape. Cuando alargas un metraje innecesariamente con escenas de tensión innecesarias y forzadas, con personajes de acentos forzados y rudeza exprimida, aburre. Aburre la falta de tensión, de originalidad o de dinamismo. No pedimos que España sea Hollywood con sus efectos especiales, pero si no tenemos esto, al menos hace falta un guión interesante y una puesta en escena atrevida.

Siempre había pensado que Eastwood sabía cómo hacer cine. Que los diálogos podían estar un poco teatralizados con el objetivo de dar más sentimiento al metraje y era una licencia que se permitía, pero esta película no es capaz de levantar ni una emoción. No es que no empatice, es que no me la creo.

Como película de suspense no puede triunfar, no porque se trate de un relato histórico y pueda conocer el desenlace, sino porque las opciones eran: o añadir misterio sobre el hecho de si el protagonista había puesto la bomba o no, o al menos definir cuál es la intención de la película. Si no va dirigida a demostrar su inocencia, entonces intenta hacer una crítica sobre los excesos del FBI abusando de su posición gubernamental? Es un dilema interno sobre emociones de inocencia? Plantea un drama?

No es capaz de conseguir ninguna de las cosas. La falta de coherencia y sentido común del protagonista y su familia no debería ser problema para contar una historia a los que no tienen ningún tipo de deficiencia. No siento odio hacia los medios por la persecución sistemática de la vida de una persona. No siento odio a los abusos y métodos ruines del FBI. Y no siento pena por los Jewell porque no transmiten nada.

La historia no es interesante, el guión no engancha, las secuencias muy forzadas, sin tensión y encima no emociona. No te entiendo, Eastwood. En esta película sí que no

Te encuentras en una dicotomía muy extraña cuando lees que esta película obtuvo un Oscar a mejor guión original y está escrito por Ben Affleck y Matt Damon, pero aún así decides darle una oportunidad.
La historia no es innovadora, aunque tampoco llevo la cuenta de las películas sobre gente superdotada hechas hasta 1997, lo que sí puedo decir es que el guión, salvo los diálogos de Robin William, son una auténtica basura, posiblemente fruto de una intoxicación etílica entre los dos actores un sábado de fiesta.
Leo críticas sobre la profundidad del guión y creo que no hemos visto la misma película. Es tediosa y simplona. Llana como ella sola y, aunque no pretenda serlo, vosotros la convertís en pretenciosa.
La historia no solo se desarrolla a un ritmo horrorosamente lento sino que además cae en los mismos estereotipos y emocionalismo barato de siempre. No es necesario introducir disfuncionalidades emotivas para hacer un filme profundo y este ha caído en unos cuantos y ni siquiera se adentra en ninguno. El romance es la manera sencilla y absurda de intentar dar sentido a un protagonista que no solo no es carismático sino que no te engancha en ningún momento. La historia se puede enfocar desde cualquier otro punto. No es interesante y ni siquiera entretiene. Película para no volver a ver