Película fría, retorcida, cruda... y me faltan adjetivos para expresar la extraña fuerza que transmite esta cinta. Y es que nadie sabe retratar mejor el odio que Haneke cuando se lo propone, véase, por ejemplo, "Funny games" o "La cinta blanca".

En este caso se centra en el sexo como germen del odio y la violencia, siempre llevando al límite la crueldad humana de una forma precisa y magistral. Nada que ver con la desmesurada "Anticristo" de Lars Von Trier y más en la línea de ese cine europeo sobrecogedor al que pertenecen cintas como "4 meses, 3 semanas y 2 días" o "Déjame entrar".

Una buena lección de cine a través de planos sencillamente perfectos y, como banda sonora, música clásica interpretada durante la película por los estudiantes.

Estamos acostumbrados a comedias románticas de risa fácil llegadas desde Hollywood o procedentes de la industria nacional donde escasean auténticos valores como el amor verdadero, las relaciones entre personas o la familia. En este caso el género se mezcla con una proporción adecuada de drama que hace de ésta una película fresca y entrañable, quizá con demasiado azúcar. Utiliza además un humor más fino de lo que estamos acostumbrados y una banda sonora excepcional en todo momento.

Generalmente me gustan las comedias románticas y, si son de navidad, no menos por ello. Pero, en este caso, el resultado es tan insulso que no me atrevo ni a decir que la vean para que juzguen ustedes mismos, porque alguno podría decir que le he hecho tirar dos horas de su tiempo, aunque creo que ver una película siempre aporta algo al espectador crítico.

El atractivo de la cinta se basa en el elenco de caras conocidas que la protagonizan, con actuaciones especialmente forzadas que buscan mantener contento al público. Cameron Diaz actúa al borde del ridículo, algo menos Jude Law, y muy pobre Kate Winslet en un guión que no exigía mucho más. Apenas se salva Jack Black, en su línea, y, evitando el desastre, un buen Eli Wallach.

Estamos hablando de un claro producto comercial navideño, que sabe que logrará triunfar con un puñado de caras conocidas y muy poco trasfondo, por no hablar de la ligereza con que trata las relaciones sentimentales. Lo único interesante, la lección práctica de cine que hace a través del repaso histórico de bandas sonoras, guiones, hollywood, etc. y el empleo del tráiler como recurso narrativo durante la película.