Como es posible que una película con tantísima acción pueda llegar a hacerse taaaaaan larga?
Quizá la falta de sentido del guion; puede que la incapacidad del director para conseguir que la película tenga un tempo coherente; o tal vez la ausencia total de empatía hacia los personajes me hayan hecho desear que en el cine pongan la opción de avance rápido
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Jason Bourne desde el punto de vista de un quinceañero sin talento.

Esta película ha sido una grata sorpresa. Me esperaba algo del tipo de Elysium (la cuál fue un verdadero tostón) u Oblivion (infumable). Pero no. Por el contrario, Al Filo del Mañana me ha causado muy buenas sensaciones (debe ser por las bajas expectativas con la que empecé a verla).
Entendámonos, tampoco es que me parezca la película del año, ni mucho menos, pero hay que reconocer que es una película tremendamente entretenida: la tensión, a lo largo de la misma, se mantiene de forma bastante notable; Tom Cruise, por increible que parezca, no lo hace nada mal; y, obviando los inevitables errores argumentales de los que cualquier historia sobre "viajes" en el tiempo adolece, la historia está bastante bien hilada (exceptuando, quizás, el final, que no me quedó muy claro).
Como punto en contra, se podría argumentar que la película deja la sensación de estar viendo un collage de otras ya vistas:
- El concepto de fondo no deja de ser una revisión de El Día de la Marmota, aunque con una sobredosis de esteroides.
- Los alienígenas son la versión alien de lo "calamares" de Matrix (sobre todo cuando atacan a las naves).
- Los trajes son los típicos exoesqueletos ya vistos en innumerables películas, como Avatar, la ya comentada Elysium o Matrix Revolutions.
- La primera batalla parece un homenaje a la primera escena de Salvar al Soldado Ryan, en el desembarco de Normadía.
- Y por último... Bueno, esto lo pongo en el spoiler, que si no aún os voy a fastidiar algo del argumento.
De todas formas, y pese a esa sensación de estar viendo algo poco original, merece la pena ver esta película.

He de decir, en primer lugar, que esta película se merece una crítica mejor (quiero decir, más trabajada) de la que yo pueda hacer aquí y ahora de ella. Pero la verdad es que no me puedo resistir a comentar esta obra de arte que tuve la suerte de poder ver hace unos meses.
No me voy a parar a analizar sus datos técnicos. Ni siquiera me voy a molestar en desmenuzar la historia que en ella se nos cuenta. No. Lo que pretendo es intentar transmitiros qué ha significado esta película para mí (que una película signifique algo para alguien ya dice mucho sobre ella) y, con un poco de suerte,convenceros de que la veais.
Reconozco que tenía mis dudas acerca de si debía verla o no, básicamente porque había leído demasiadas críticas negativas sobre ella (no seré yo quien ponga pegas a los gustos de cada uno, pero después de verla no entiendo las objeciones de sus detractores). Tampoco ayudó el hecho de que se encontrase en el "tour" de películas controvertidas de esta web (o sí, quién sabe). Sin embargo, y viéndolo con la perspectiva que me da el tiempo, agradezco muchísimo el que, una tarde sin nada que hacer, me autoconvenciese de visionarla (videarla, como diría el amigo Alex DeLarge).
Vamos al lío, entonces, porque este preámbulo ya me está cansando.
Para mí, la película es un cuadro...bueno; tres, en realidad; que se superponen para formar uno solo. Tres cuadros de luz y sombras que deslumbran, valga la redundancia (¿esto es una redundancia?), tanto por su fondo, como por su forma.
En el primero de esos cuadros (el ambientado en una época pasada), se mezclan las luces y las sombras, enlazadas todas ellas por el afán de aventura del protagonista, por la admiración incodicional por su reina y por la ambición de encontrar el mayor tesoro de todos.
En el segundo (el que representa la época actual), predomina la oscuridad, la desesperación y la ira.
El tercer cuadro (cuya trama se desarrolla en uno de los futuros más hermosos, para mí, imaginado por un autor) se basa en el desarrollo de la luz. Parte de un marco de oscuridad, una sombra infinita interrumpida sólo por una lejana luz que se convierte en el destino a alcanzar. Y, a medida que la historia avanza, la luminosidad de ese punto lejano, lo va inundando todo, hasta que, una vez alcanzado... ¡Joder! tenéis que ver la película, en serio.
Y todo ello con un denominador común (bueno, hay más, pero en esencia es uno): la muerte, representada en acada historia por un elemento distinto: el inquisidor, el cáncer y el olvido).
En fin, luz, sombras...qué más da. Si no os emociona esta película es que habéis perdido vuestra alma por el camino.
¡Ah!. Y a los que dicen que es aburrida...mirad, no hay nadie que odie tanto las películas lentas (no me refiero a las que marcan un ritmo pausado porque así lo requiere la acción) como yo. Pero es que ésta no es así. No es para nada lenta. Simplemente hay que encontrar el compás que nos marca y seguirlo... y disfrutarlo. (¡toma ya! Qué fino me ha quedado).

Ya tenía yo ganas de que saliese esta película, más que nada para ver hasta qué punto eran fieles a la novela. Y la verdad es que me ha dejado sensaciones ambiguas.
En primer lugar habría que señalar, para todos aquellos que no se hayan leído el libro (deberíais leerlo), que éste trata, por encima de todo, de resaltar la evolución psicológica del protagonista. Todo, absolutamente todo en la historia, está encaminado a hacer que Ender se convierta en un líder. Y aquí está el problema pues, en algo menos de 2 horas, conseguir tal hazaña es, cuanto menos, imposible (como suele ocurrir al versionar novelas).
No es que se dejen nada fundamental, porque consiguen tratar casi todos los puntos que en la historia original consiguen hacer "evolucionar" al niño (quizás eché de menos la subhistoria de sus hermanos). Sin embargo, el querer abarcar todas y cada una de las situaciones narradas en la novela, acaba por convertirse en el mayor defecto de esta película. Y es que, por tal motivo, no acaban de profundizar lo más mínimo en cada una de ellas, provocando que las transiciones narrativas sean demasiado bruscas, lo que condiciona que no nos acabemos de creer que alguien, en tan corto período de tiempo (en el libro duraba muuucho más) pueda llegar a cambiar tanto.
Por si fuera poco, al director (Gavin Hood, perpetrador de la cochambrosa "Lobezno: Orígenes") parecía no bastarle con acelerar la historia, sino que, además, pretende acelerar el ritmo visual (sobre todo al principio de la película) haciendo miles de cambios de plano por minuto, lo cual acaba por marearte (en una conversación de Ender con su familia en su salón llegué a contar un cambio de plano... por segundo!!!...durante casi un minuto!!!... en fin).

He empezado a ver esta serie hace apenas unos días y solo me viene a la cabeza una pregunta: ¿Por qué coj***s no la habré visto yo antes?.
La respuesta tampoco es muy difícil. Y es que en cuanto te pones a verla, lo primero en lo que piensas es que va a ser un coñazo de serie. Pero claro, te la ha recomendado tanta gente y has oído críticas tan buenas de ella, que le intentas dar una oportunidad, esperando que te acabe enganchando. Y vaya que si lo hace, porque apenas hayas acabado el primer capítulo, ya estarás enganchado por siempre jamás a la "blue meth".
Lo raro de esta serie, para mí, es que ha conseguido que me mantenga fiel a ella pese a contar con un detalle que, en cualquier otra serie o película, haría que no pasase de los dos capítulos: la manera que tienen los personajes de relacionarse entre ellos. Lo que ocurre en Breaking Bad es que parece que todos tengan síndrome de Asperger (y no de de una manera cómica al estilo de Sheldon en TBBT). No actúan como cualquier persona del mundo real actuaría en sus mismas circunstancias. Aquí, los personajes se caracterizan, sobre todo, por no empezar a contestar a una pregunta hasta unos 30 segundos después de que se la hayan hecho y tras haber mirado fijamente a su interlocutor o al vacío durante otro lapso de tiempo de igual o mayor duración (eso cuando contestan, claro). Vamos, que sus reacciones a veces me recuerdan a películas japonesas, en la que los actores pretenden transmitir tanta intensidad aun en las situaciones más cotidianas, que acaban pareciendo autistas). Sin embargo, en Breaking Bad, esto acaba por convertirse en uno de sus sellos distintivos, y que me maten si no le queda bien.
En fin, que te engancha... que te haces adicto.
Bueno, me voy. Que hoy me toca "cocinar" ;)