Continuamente en la vida uno va tomando decisiones. A veces, estas son importantes y puedes preguntarte si elegiste bien o no. Esta maravillosa película del maestro Ross (uno de los directores más importantes de los años 70) nos plantea esa cuestión ambientada en el mundo del ballet. El resultado se acerca mucho a una obra maestra. Debía estar inspirado el maestro ese año, pues también presentó "La chica del adiós".
La Sra. Maclaine está fantástica, como también lo está Leslie Browne, pero Anne Bancroft está inmejorable, no sólo en lo artístico sino también en lo físico. Resulta chocante que de 11 nominaciones no consiguiera esta obra ninguna, pero ese año entre Annie Hall de Allen y La guerra de las galaxias se llevaron muchos premios, y al bueno de Ross, que presentaba esas dos películas se fué de vacío.

Si mezclas a Dostoiejski, a Gregory Peck, Ava Gardner, Siodmak y una serie de actores "secundarios" como Melvyn, Walter Houston, Moorehead, la Barrymore y lo aderezas con música dirigida por el elegante Andre Previn y una gran fotografía, está claro que juegas a caballo ganador. Y es exactamente eso lo que pasa. El único pero (personal) es que las historias de juego en plan ludópata me producen bastante agobio, y ésta no es menos.

La dirección de la película es magnífica al igual que las interpretaciones del futuro Atticus Gregory Peck, y el animal más bello del mundo antes de beberse las noches de Madrid. Todo el elenco de actores está muy bien, al igual que la bella y malograda actriz Agnes Moorehead que murió de cancer como consecuencia de su participación en la película El conquistador de Mongolia, rodada en zona contaminada de radiación y que minó la vida de muchos participantes en esa película, como John Wayne.

Es una especie de telefilm que debate el tema de los embarazos de adolescentes y nos plantea el viejo debate de aborto si o no.
La película analiza las consecuencias que para una familia conlleva el aborto ilegal mezclado con los temores y mala conciencia de la persona que lleva el caso, que también está embarazada y que tuvo con anterioridad un aborto legal.
Está entretenida, te hace pensar y contiene escenas duras.

Cine negro con mayúsculas en una de las últimas películas del maestro Sternberg en la que no sobra ni un segundo de metraje y el engranaje de la cinta conecta desde el inquietante comienzo hasta el último plano.
La cinta tiene unos diálogos jugosos, un aire exótico donde plasmar la acción y ,como no, un romance entre dos perdedores.
Los protagonistas están geniales y hay también buenas canciones. De toda esta mezcla sale un peliculón.

Tenía muy buenas críticas y gran acogida en festivales, pero con el paso del tiempo ha perdido toda la frescura que pudo haber tenido en su día y no engancha más de los suficiente esta historia que se presenta de una forma no clara y que después de darle vueltas al cubo no desemboca en nada. de todas formas se puede ver.