Me llevo una gran decepción creyendo que vería algo que estimularía mis sentidos. Pero en fín un comienzo que promete, un desarrollo algo entretenido y espectante de que pase algo interesante, y un final muy poco sorprendente. El protagonista no consigue hacerse con las riendas de su papel y sacarle su máximo partido. En definitiva demasiado fantástica para mi gusto y un final que me dejó una gran sensación vacío.

Inolvidable película. Amor compuestos por una combinación de sentimientos dulces y agrios, que prevalecen por encima de lo ético y moral de esta sociedad en cuanto al prototipo de matrimonio establecido. Dos protagonistas que nos conmueve envueltos en una situación de encuentro. Escenas prolongadas e intensas. Lo prohibido contra lo moral. Un actor, que a pesar de su edad, con su galanería da lecciones de arte de cine, y una actriz que sabe hace llegar su propia feminidad y ternura natural a través de las cámaras. Ya me gustaría poder resumir mi vida contando lo que ocurrió en esta película.

Un forastero que llega a un condado desconocido por interés personal, para ello se ve obligado a modificar una series de costumbres del lugar. El mal contra un pistolero nómada, movido por sus propios intereses, que indirectamente crea justicia. Momentos de tensión y alarde que nos llevan a tanto a la inquietud como a la satisfacción. Un Clint Eastwood jovencísimo dearrollando una personalidad en su papel inigualable y característica de este actor.

Una película que tiene un comienzo prometedor debido a la intervención de la protagonista, la cual comienza con frases que van mas allá de lo sencillo, pero con un desarrollo, a parte de inverosímil, frío. Creo que la frialdad de la película en gran parte es por la intervención del protagonista que no nos dice nada ni cuando pasa, ni cuando termina por entregarse. En fín, poco realista, es como un sueño agradable pero sin emoción, es decir, ni te acuerdas cuando te despiertas.