En una época oscura comprendida entre los 80 y primeros años de los 2000, no había manera que un videojuego se pudiese trasladar a la gran pantalla sin resultar un auténtico fiasco, entre ellos, el lamentable anterior film del bigotudo personaje de 1993 que no hacía ninguna justicia al producto original. Afortunadamente, Sonic (el erizo azul de SEGA) demostró en 2020 que la colaboración entre ocio electrónico y séptimo arte no solo era posible, sino que verdaderamente se podían dar trabajos cinematográficos notables sin fallar en el intento.

Ahora, Nintendo y Universal (mediante el estudio de animación Illumination) tras años de planificación, producen conjuntamente esta nueva incursión que deja errores del pasado atrás, poniéndose (ahora en serio) a hacer las cosas bien.

'Super Mario Bros: La Película' mezcla el colorido brillante y vistoso de los responsables de 'Minions' o '¡Canta!' y la supervisión directa de Nintendo para adaptar fielmente como nunca a Mario, Luigi, Toad, Peach, Donkey Kong, Bowser y los demás personajes que han encandilado al público durante años en las entregas plataformeras de los hermanos italianos desde 'Donkey Kong' (1981) hasta 'Super Mario Odyssey' (2017), cuyas referencias están omnipresentes en prácticamente cualquier fotograma de una aventura hilarante que con un argumento sencillo pero efectivo, nos zambulle de lleno en el Reino Champiñón que con sus criaturas y power ups, hará las delicias de todos los jugadores presentes en la sala. En el reparto de voces originales nos encontramos con caras americanas actuales conocidas como Chris Pratt, Charlie Day, Anya Taylor-Joy o Jack Black (que brilla especialmente con su rol) mientras que en España con los hermanos Guillermo y Rafa Romero al frente, todo el casting está conformado por actores de doblaje profesionales con larga trayectoria en el mundillo, en ambos casos, los repartos cumplen con nota su cometido con especial mención a Charles Martinet (la voz genuina de Mario) que realiza un par de papeles secretos en los dos doblajes.

En resumen: Han tenido que pasar 30 años para poder pasar página y estando ya en un tiempo benévolo para los videojuegos en el cine que comenzó en el citado 2020, el fontanero del mostacho por fin ha dado el salto que muchos ansiaban que diese. Nintendo estrena con su mascota, un prometedor punto de inicio para su carrera tras las cámaras con una película que logra que la diversión, la fidelidad y las risas estén aseguradas desde que empieza hasta que acaba (escena post-créditos incluida).

Te encuentras con que es el vigésimo aniversario de un anime (en este caso 'La mágica Doremi') y aguardas lo típico cuando anuncian película para dicho acontecimiento: Aventura de mayor dimensión y animación más brillante y currada para dar el mayor do de pecho a sus personajes y enaltecer lo que ha hecho que la serie sea conocida. La ENORME sorpresa que me llevé cuando anteayer la visioné y te encuentras con algo completamente diferente, nuevo y mejor que lo que esperabas ver en primera instancia.

La historia no se centra en Doremi y sus amigas aprendizas de bruja sino en tres mujeres que aparentemente no tienen nada en común, ni edad ni ocupación ni personalidad pero que al conectar entre ellas por el hecho de haber crecido viendo a Doremi, las llevará a iniciar un viaje no solo para compartir confidencias sobre la serie, sino autodescubrirse y vislumbrar un porvenir mejor del que hubiesen imaginado por separado.

El sorprendente acierto de poner el foco y convertir en protagonistas a fans de este anime haciendo que tengan que aplicar las buenas enseñanzas que se les dio en la infancia para afrontar sus dilemas personales (tales como machismo, inseguridades o relaciones sentimentales tóxicas), hace que esta propuesta reluzca excepcionalmente en obtener una profundidad y un transfondo que raramente encuentras en un film de este tipo. A lo largo del transcurso de la historia también se nos presenta y defiende a ese público masculino que sigue y mira producciones que técnicamente están orientadas para las chicas (el fenómeno reciente de 'My Little Pony' sería un buen ejemplo de esto) pero que demuestra que si lo disfrutas de igual manera que dicho sexo, las exclusividades se eliminan, sin importar "el que dirán" (un punto que aplaudo que por fin se plasme en una gran pantalla).

Resumiendo: 'Buscando a la mágica Doremi' consigue arriesgarse con un punto de vista que no se había visto antes; Lo colorido y vistoso se dan de la mano con temáticas inusualmente adultas en una película costumbrista brillante que ensalza la autoestima y la fraternidad femeninas con el inestimable apoyo de esa añorada nostalgia que nos hace recordar a los peques que éramos antes y dicho impulso, nos ayuda a un buen hacer en nuestro presente.

Theodor Seuss Geisel (Dr. Seuss) fue un escritor renombrado que revolucionó la literatura infantil gracias a sus libros llenos de una imaginación latente única en la que destacan las rimas ingeniosas y las ilustraciones en las que predomina lo curvilíneo en todos sus dibujos; Altamente popular entre el público de habla inglesa pero no tanto en el resto de idiomas (debido a que sus citadas rimas son difíciles de traducir en los demás territorios), por ello, las adaptaciones fílmicas han intentado (en cierto modo) dar a conocer a los espectadores de todo el mundo a los personajes más ilustres del autor (siendo el más destacable gracias a sus numerosas producciones, el Grinch).

Ahora tras resultados desiguales, Netflix ha cogido uno de los mayores clásicos de su obra como es 'Huevos verdes con jamón' y ha logrado el que seguramente sea el trabajo más fidedigno que se ha hecho sobre el universo Seuss: Con total acierto han compuesto una trama en la que han integrado prácticamente todos los elementos presentes en el libro (aquí, allí, casa, ratón, caja, zorro, coche, árbol, tren...) y que hacen que cada una de las situaciones que viven los protagonistas hagan recodar a los pasajes escritos en los cuales Sam insiste a Guy que pruebe un plato de huevos verdes con jamón (aunque éste se niegue constantemente a hacerlo), sin perder por ello, un hilo conductor lleno de momentos divertidos, personajes nuevos para la ocasión, guiños a otros manuscritos del escritor y buenas enseñanzas sobre la amistad, el amor, la familia y la confianza (tanto en uno mismo como en los demás). Si a eso le añadimos una animación vistosa y colorida en 2D (cortesía de Warner Bros. Animation) que encaja a la perfección con la filosofía seussiana y unas voces como las de Michael Douglas (Guy), Adam DeVine (Sam) y Diane Keaton (Michellee) en la versión original (aunque el doblaje español no se le queda para nada atrás), nos queda un producto realmente redondo para ser visualizado en cada uno de sus 13 episodios.

En definitiva: Tras una primera temporada, Netflix ha dado comienzo a una de sus mejores series animadas originales, una traslación 100% genuina a la pequeña pantalla de uno de los textos más queridos que han surgido de la mente del Dr. Seuss y que supone un deleite para aquellos que conozcan sus relatos o una fantástica introducción para los que aún no se hayan sumergido en su imaginario.

Una delicia imaginativa altamente disfrutable para todos.

¿Queréis huevos verdes con jamón?

Tras una larga planificación, James Cameron por fin hizo realidad llevar la obra de Yukito Kishiro al séptimo arte pero debido a su elección de estar frente al timón de la franquicia de Avatar, Robert Rodríguez toma las riendas de esta superproducción con Cameron y Jon Landau como productores de la misma.

Ambos responsables combinan sus directrices (Rodríguez su particular estilo de trasladar obras del lápiz y papel con bastante acierto (Sin City) junto con la gran capacidad de Cameron de redimensionar a proporciones gigantescas proyectos fílmicos con una buena carga sentimental de enseñanza) en una historia que bien podríamos tratar como una versión tecnoprogresista de Pinocho: Una protagonista recién traída a la vida que busca su lugar en el mundo mientras pasa por la transición que todo adolescente debe afrontar con sus cuestiones sobre que es lo correcto y lo que no. Esta película reúne la primera parte del manga con los inicios del personaje (búsqueda de identidad, incursiones como cazadora guerrera, Motorball y su primer amor: Hugo), un punto de partida al que se le brinda lo último en captura de movimientos y efectos especiales a cargo de WETA (veterano estudio cuyo trabajo ya se ha podido apreciar en films como Pacific Rim, Thor: Ragnarok o Blade Runner 2049) y un reparto con actores reconocidos como Christoph Waltz, Jeniffer Conelly, Mahershala Ali y en especial mención, Rosa Salazar que nos brinda una interpretación muy apreciable de la cíborg titular.

En definitiva, 'Alita: Ángel de combate' supone el primer golpe en el clavo con acierto de llevar a la gran pantalla anime en carne y hueso (muy por encima de pestiños como Ghost in the Shell: El alma de la máquina o Dragon Ball: Evolution); Tecnología, espectáculo y emoción se dan de la mano para ofrecernos un despliegue de entretenimiento sin freno que invita a disfrutar de toda su proyección hasta el fin.

65 años son ya desde que un niño llamado Charlie Brown y su perro Snoopy aparecieron en los periódicos más importantes de Norteamérica. Gracias a su fórmula satírica de enseñar a través de los continuos fracasos de su eternamente inseguro protagonista y un reparto de secundarios único (cada cual con su manera de ver la vida), demostraron una nueva forma de vernos a nosotros mismos y eso lanzó a la tira cómica “Peanuts” a la fama mundial.

Ahora justo cuando se acaba este 2015, Blue Sky Studios lanza el primer film tridimensional de estos personajes tras una larga lista de películas y especiales de televisión (algunos tan memorables como el de Navidad o la Gran Calabaza) hechas con animación tradicional y siempre con el dúo Schulz (difunto autor del cómic) y Melendez (actor de voz de Snoopy y Woodstock).

Steve Martino y su equipo (supervisados por los hijos de Schulz como productores) han puesto dedicación y empeño en plasmar la esencia del mundo de los personajes en cada detalle (como los gestos de ánimo o de movimiento representados con líneas de lápiz), los gags clásicos (como el eterno intento de Charlie de chutar el balón siempre truncado por cierta niña) o la personalidad de cada uno de los niños (la manía de pscicoanalizar de Lucy, la sabiduría tranquila de Linus, el talento al piano toy de Schroeder o al siempre polvoriento Pig Pen) y por supuesto, a un genial Snoopy que ya sea bailando flamenco, ser un as del vuelo con su caseta o las chistosas situaciones con el pájaro Woodstock, da gusto verle en cada escena que aparece.

“Carlitos y Snoopy: La película de Peanuts” da como resultado con un gran sabor de boca, gracias al respeto y buen hacer, un film que disfrutarán todos con una valiosa lección al salir de la sala: No importa cuantas veces nos caigamos, nunca hay que dejar de intentarlo.

¡Menuda suerte has tenido, Charlie Brown!