La película intentaba narrar, con épica y espectacularidad (para la época), la llegada de los españoles al territorio maya. La trama y el mensaje son obvios y típicos: las dos razas se unirán, a través del amor de un conquistador y una indígena, para dar paso a la "raza" mestiza que es hoy el México moderno. No hay matices ni complicaciones, todo muy plano y bienpensante. Y muy falso, ya desde el título (no se aporta aquí, desde luego, la visión indígena de los libros del "Chilam Balam"). Lo mejor de la película es una anécdota que cuenta Duilio Greenberg Farías: al parecer, los mayas que actuaban, y que tenían la misión de hacerse los muertos tras el ataque de los españoles, seguían peleando contra los actores blancos y no se daban por vencidos. Esa rebelión orgullosa es mucho más interesante que la propia película.

A pesar de que la película ya sea viejita, todavía se deja ver. Película de aventuras (una de las primeras en México) protagonizada por "Cruz Diablo", que hoy nos recuerda a una mezcla de "El Zorro", "Robin Hood" y "Batman". En la película se desarrolla el misterio de la identidad, la aparición de bandoleros, mazmorras y cuadros con ojos que se mueven, la consabida historia de amor, etc. Transcurre en la época de la Colonia, pero a modo de decorado. La copia que se conserva (y que se puede ver en "Youtube") es bastante buena. Película atípica en la trayectoria de Fernando de Fuentes, uno de los directores más conocidos de la época.

Creo que la película "Tyrannosaurus Azteca" es menos disparatada que esta versión de la aparición de la Virgen de Guadalupe. Vale la pena solo para ver a los indígenas haciendo danzas hindúes con vestimentas griegas y escudos de superhéroes. Por supuesto, toda la película es una indisimulada propaganda del catolicismo y de la benéfica labor de los españoles en América... Y para esto la "Independencia"...

"Ve con los blancos": este es el mensaje que la Virgen María tiene para la protagonista indígena (y blanquísima, por cierto). Así que deja a su admirador indígena, que no es lo suficientemente blanco, y se va con su hijo a la colonia de los españoles. Allá será bien recibida, se descubrirán parentescos, la bondad de los españoles, el error de los "infieles", etc.
Una película maniquea que narra todos los horrores, no los horrores de la conquista, sino de la visión neocolonial de los propios mexicanos al justificar y exaltar la labor de los españoles y de su religión en contra de los "salvajes" indígenas.

Primer largometraje importante del cine guatemalteco, un clásico del país centroamericano que no daría otra obra notable hasta casi 50 años después ("El silencio de Neto", 1994).

Esta película comienza con música folklórica, paisajes idílicos y escenas costumbristas rurales de tono cómico y conflicto social de clases levemente apuntado. Se nota el carácter popular y comercial de la película en los intervalos musicales, los personajes estereotipados y la historia melodramática de amor. No es hasta pasados 30 minutos que aparece el "Sombrerón" y con él llega el misterio que se supone a esta película basada en una leyenda popular local. Aunque no acaba de asentarse dicho misterio, puesto que a continuación se alternan más escenas costumbristas y melodramáticas. Uno acaba pensando que la leyenda subyacente más despista que enriquece la narración. Solo al final se intenta volver al aire legendario, pero los resultados son bastante, o muy, ridículos.

En todo caso, el valor de la película es más bien arqueológico. Difícil que un espectador actual logre meterse en la película como quizás sí podría hacerlo con algunas producciones mexicanas de la época, de las que parece claramente deudora. El añadido legendario, como decíamos, no le hace bien al conjunto.