Me parece una idea atractiva y bien llevada la de presentarnos las intimidades de esta "familia", su evolución, su desarrollo de la rutina dentro de una marco poco rutinario, precisamente. Los tristes eventos no dejan de sucederse encadenando así un extraño ritmo argumental: rápido y lento simultáneamente.

Emotiva es poco, llegando a ser una historia triste, muy triste, y que... (ver spoiler)

Pues yo lo siento, porque la película, técnicamente es muy buena: la fotografía milimetrada, la iluminación, la precisión focal, la definición es altísima... una imagen muy fina, en otras palabras. Sin embargo, vuelvo a lo de siempre, la historia que me cuenta no termina de interesarme y, además, no acaba de transmitirme lo que creo pretende.

Finales de los años 60 en Belfast. Desconozco la historia de esa ciudad. Sí tengo nociones y conozco de la rivalidad entre católicos y protestantes por Irlanda, pero no tengo muy claro lo que sucedió y cómo sucedió (obviamente, entiendo que eso penaliza subjetivamente en mi crítica a la película). Al parecer, y para esta película, el argumento se fundamenta en la existencia de grupos de cristianos protestantes que han organizado batidas violentas por las calles de un barrio católico de Belfast. Hay una escalada de violencia e incluso se llega a decir durante la película que la sociedad está inmersa en una pseudo guerra civil. Los acontecimientos se centran en una familia protestante, vista en la mayoría de los casos desde los ojos de su hijo menor de unos 7 años, que vive en este barrio.

Sin dejar de ser interesante lo que acontece a nivel histórico, la película para mi carece de ese gancho visual que te meta en la historia. Parece que está rodado en un humilde estudio, en un decorado sencillo y no en escenarios reales, espacios abiertos que le den cierta grandilocuencia a la escenografía. También me da la sensación de que los sucesos se narran sin una tensión o sin una narrativa demasiado pasional, siendo que el ritmo finalmente queda un poco plano y tristón. Se usa mucho el tema musical, para bien y para mal. Así la historia se alarga, se llena (rellena?) de buenos temas y bonitas imágenes y, de hecho, artísticamente mejora pero quizás se abusa de ese recurso. La película, sin tener un alto minutaje, como se viene practicando en el cine actual, se me hace larga.

En definitiva, sin ser una mala película con, además, un contenido técnico notable, posee un ritmo y una puesta en escena se me quedan un poco escasos.

Es lamentable, sin dejar de ser interesante, ver un nuevo documento que ahonda en el análisis de cómo una sociedad avanzada es manipulada y hostigada bajo el látigo del miedo. Tras la mística mascara del socialismo, la sociedad soviética era subyugada a la fidelidad bajo pena de muerte. Todos eran comunistas. Todos creían en el camino del socialismo... alegorías de la perfección de una sociedad ultra-equitativa cuyo equilibrio, tan frágil en realidad, era mantenido a base de cañonazos de hipocresía, adherido con toneladas de cinismo y cimentado con bloques de terror.

Excepcional film que, a través de un precioso blanco y negro en 4:3, desnuda a una sociedad con base en una capital de provincia en la que la combinación de bajada de salarios junto con la subida de precios de los alimentos básicos colma un vaso ya de por sí saturado. En ese momento la valentía se apodera de los obreros uniendo sus fuerzas para combatir la mentira socialista, alargada durante años, mediante la paralización de una importante fábrica con influencia a nivel nacional.

La falta de capacidad de los mandos, aterrorizados de igual forma a través de una cadena prácticamente infinita de superiores y a su vez infectada de un cinismo fuera de toda comprensión, hace que la solución tomada sea la de aplicar la barbarie para, a continuación, tirar una bomba de humo y patada para adelante.

Cruel, trágico y emotivo documento audiovisual que nos debería hacer pensar en dónde estamos.

Nomadland nos narra la historia de Fern, una mujer afectada por la crisis económica que atacó a Estados Unidos al rededor de 2008 (sobre todo a ciertos estratos sociales), quien intenta sobrevivir buscándose la vida ella sola viajando en su furgoneta adaptada en vivienda móvil.

Me parece muy bien contar historias melancólicas, puede que hasta me gusten, siempre y cuando haya algún motivo interesante por el cual invertir dos horas atendiendo a su desarrollo. Nomadland propone miseria, tristeza y procura orientar todo su minutaje a causar pena acerca de los diferentes personajes que van pasando junto a su protagonista. Ni que decir cabe que Fern es "la tristeza andante" y se la hace una presentación muy lograda: duelos personales, búsqueda de sí misma, soledad, desapego social, trabajos precarios, condiciones al límite de la insalubridad, miradas perdidas, pensamientos profundos, colectivos depresivos... todo muy penoso, la verdad.

La sensación que tenía viéndola era la de que "esto no puede remontar", "Esto no puede acabar bien". A lo que se presta esta película, me da la sensación, es a que exista un conocimiento expreso de que los nómadas modernos existen, y que además, cosa que no sé si es así o no, suelen ser personas solitarias con (más o menos) graves problemas, ya sean económicos, emocionales, físicos o todos a la vez.

A nivel técnico, todo correcto: Mucha cámara en mano, Frances McDormand (Fern) es 100% creíble dada la dificultad del papel que interpreta, buena fotografía, la música y ambientación encajan perfectamente y el ritmo con el que trata esta historia es también muy oportuno, sin altibajos argumentales y constante. El problema en mi caso es que no me interesa mucho lo que me cuentan. Se trata de "ponerte mal cuerpo" viendo el sufrimiento interior que lleva consigo esta mujer.

La película no desarrolla una historia evolutiva clara, si no que vemos un periodo de tiempo en la vida de esta persona sin que haya acontecimientos o desarrollos argumentales de peso o de intensidad. Vamos, que "es un rollo" orientado a radiografiar un colectivo (lo que no tengo claro es si esto se hace de manera sesgada) inundado de melancolía. De hecho, podría concluir con que hay un mensaje inherente, quizás crítico, en el que se denota que la búsqueda de la paz interior crea al final el efecto contrario de desasosiego entre aquellos que han sacrificado tanto para lograr encontrarla.

Pues me he sentido decepcionado con esta película de Vintenberg. Tras disfrutar de un cine transgresor, bien desarrollado y con gran peso interpretativo, el danés nos viene con un show que dista de "La caza" o de "Celebración", sus obras cumbre para mí.

¿Por qué? Se trata de una película más moralista que otra cosa, pero moralista "barata" poniendo en entredicho el uso del alcohol como vehículo para la mejora de las relaciones sociales. Lo típico (y creo que no hago spoiler porque se ve venir): - al principio funciona pero luego es malo -. Bien. Podemos estar de acuerdo, por supuesto, pero es que se desarrolla de una forma tan desproporcionado y exagerada que no cuela. No se trata de una historia verosímil desde mi punto de vista, tal y como se ha planteado.

A nivel técnico, no hay "peros": buenas actuaciones, cámara en mano para una mayor proximidad con los personajes, buenos efectos de sonido y ambientación... todo correcto. Sin embargo, el ritmo y la sucesión de acontecimientos no me parece plausible.