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España España · Oviedo
Críticas de Sícoles
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Críticas 26
Críticas ordenadas por utilidad
7
29 de agosto de 2020
1214 de 1407 usuarios han encontrado esta crítica útil
No me siento con derecho a explicar esta película porque ni entiendo todo a la perfección ni mi entendimiento se debe únicamente a mis elucubraciones individuales sobre la cinta. A pesar de ello, me veo en la necesidad de aclarar ciertas cosas.

Tras verla dos veces en dos días, la asimilé bastante bien, aunque me quedaron serias lagunas. Dicho esto, la mayoría de esta explicación está sacada de:
— La conversación durante la cena con mis familiares, que, por cierto, estuvieron más agudos que yo.
— Un par de vídeos explicativos subidos a YouTube por el canal Heavy Spoilers.
— Un mapa espacio-temporal de los cuatro personajes principales compartido en Reddit por el usuario PtCk en el subreddit dedicado a Tenet y el hilo de comentarios relacionado con la publicación. Lo que más me ha ayudado a encajar las piezas, recomiendo echarle un vistazo para tener una visión global mucho más clara de la película.

Intentaré resumir lo más relevante y/o confuso porque abarcar todo resulta imposible.

[SPOILERS A PARTIR DE AQUÍ]

¿Cómo funciona el viaje en el tiempo? Para empezar, SÍ hay viajes en el tiempo, NO hay saltos temporales. El viaje consiste en la inversión. Cuando un personaje se mete en un torno y sale por el otro lado, decimos que está invertido y comienza a moverse desde el presente hacia el pasado. Ahora bien, si un personaje quiere retroceder en el tiempo una semana, por ejemplo, deberá vivir y envejecer esa semana invertido —con todas las dificultades que ello acarrea, como la mascarilla, la pérdida del control sobre el entorno, etc.— y finalmente utilizar un torno para poder moverse otra vez desde ese nuevo presente hacia el futuro. Lo vemos claramente cuando el Protagonista, Neil y Kat entran en el torno para curarla después de que Sator le dispare. En este momento comienzan a desplazarse —invertidos— hacia atrás en el tiempo y llegan hasta el aeropuerto de Oslo, donde vuelven a emplear otro torno para revertirse, es decir, volver a su estado normal de entropía y desplazarse hacia adelante en el tiempo.

Aparte de esto, también hay objetos invertidos con los que se puede interactuar sin estar invertido uno mismo. En la misión final, como explica Ives, se juntan todo tipo de interacciones y por eso vemos tantos fuegos artificiales. En realidad, entender cómo se producen esas interacciones no es tan importante. Decía la científica interpretada por Clémence Poésy que hay que sentirlo, o, en otras palabras, flipar tranquilamente con las escenas de acción.

Las consecuencias de los viajes en el tiempo de Tenet se basan en la paradoja de la predestinación (y en la bootstrap paradox, muy similar a esta). Básicamente, si viajas al pasado y cambias algo, esos cambios ya deberían haber sido visibles en ese momento al que viajas. Si no lo fueron, es que no conseguiste cambiar nada. Esto lo aprende el Protagonista cuando vuelve a la persecución de Tallin para intentar evitar que Sator se lleve el plutonio. La primera vez que vimos la escena el plutonio acaba en manos de Sator, lo que quiere decir que el Protagonista no logrará prevenirlo al volver a ese momento. Neil ya lo sabía: «Lo pasado pasado está». En definitiva, todo lo que ocurre ya tiene en cuenta todos los posibles viajes en el tiempo desde el futuro que hayan alterado esa situación. El tiempo ha de verse como un conjunto donde el presente puede ser igualmente afectado por el pasado y el futuro. Y por ello, existe un relativo determinismo. En la conversación final entre Neil y el Protagonista, el último se da cuenta y pregunta al primero si se trata del «destino». Neil prefiere llamarlo «realidad», ya que lo que ha pasado y pasará lo construyen ellos con sus decisiones, con sus actos.

Un ejemplo sencillo e ilustrador de la paradoja de la predestinación lo tenemos en Harry Potter y el prisionero de Azkaban (2004), en este caso funcionando con saltos temporales. Buckbeak, el hipogrifo, no murió, fue salvado más tarde por Harry y Hermione, y de esta forma se revirtió su muerte, sino que nunca murió porque los Harry y Hermione que viajaron al pasado evitaron que lo ejecutasen. Por eso podemos decir que Buckbeak estaba predestinado a salvarse porque sobre él influía un hecho futuro a su hipotética muerte. En Interstellar (2014), el propio Nolan se sirve de la bootstrap paradox.

Como resultado, nos quedamos con una sola línea temporal en que: se puede avanzar hacia adelante y hacia atrás, pueden convivir dos o más versiones —de distinta edad— de un mismo personaje, y cada personaje tiene una cronología propia. Además, dos versiones de un mismo personaje no se pueden reconocer mutuamente o tocar por lo que podría pasar: «La aniquilación», según Neil.

También es interesante el concepto de la «pinza temporal», extremadamente recurrente durante la película. Esta maniobra consiste en esperar a que suceda un evento, aprender información de él, invertirse y obrar en consecuencia. Es un procedimiento muy confuso ya que, antes de invertirte, sin haber vuelto a un momento determinado, ya está influyendo en él tu versión futura. Lo ponen en práctica Sator, ayudado por sus mercenarios, para conseguir el plutonio en Tallin, y los Equipos Rojo y Azul en la última misión. De hecho, como veremos al final, toda la operación para salvar el mundo es una pinza temporal ideada por el Protagonista en el futuro para ayudar a la versión pasada de sí mismo. Otra vez, el futuro afecta al presente en igual medida que el pasado. Realmente, es este palíndromo lo que nos sugiere el título «Tenet», que, en mi opinión, hace referencia al nombre de toda la operación.

Explico el final partiendo del diálogo entre Neil y el Protagonista, el más importante de la película. Ives y el Protagonista cuentan a Neil que en la cueva —desde su perspectiva— el cadáver de un invertido del Equipo Azul se levantó, recibió un balazo que iba para el Protagonista y abrió la cerradura para que pudieran desactivar el algoritmo. Neil se da cuenta de que esa persona solo pudo
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Sícoles
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6
21 de septiembre de 2022
134 de 168 usuarios han encontrado esta crítica útil
Da algo de rabia cuando una película sólida descarrila en su última parte. Ha sido el caso de Barbarian: el film de Zach Cregger va de menos a más hasta cierto punto en que la incoherencia y la ridiculez empiezan a apoderarse de la pantalla. Suele ocurrir esto en géneros como la ciencia ficción y el terror; a Calle Cloverfield 10, por poner un ejemplo, le pasa algo parecido.

La primera hora de Barbarian es buen cine de terror. Tensión in crescendo, mucho silencio y pocos jumpscares (no pienso que estos sean malos por sí solos, simplemente creo que son más efectivos cuanto menos se usen). Tampoco es que tenga una gran identidad, no es nada que no hayamos visto en este género, pero definitivamente está bien ejecutada. La información se sugiere más de lo que se revela; se lanzan un montón de preguntas al aire y la sensación de incertidumbre es maravillosa.

Quizá la estructura es lo que resulta más novedoso de la película y lo que te mantiene en vilo hasta el último tramo. No sé exactamente cuándo, pero hacia el final se va al garete toda la coherencia que se había establecido durante la cinta, y esto da lugar a unas últimas escenas ciertamente vergonzosas.

Pero oye, la experiencia ha sido nueva. La he visto en Estados Unidos, en una sala pequeña repleta de gente, y me he reído, me he tapado la boca del miedo, me ha dado todo el asco en algún momento y hasta he oído un «Oh my God» detrás de mí. Y todo eso también entra en la valoración.
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Sícoles
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3
23 de diciembre de 2022
174 de 261 usuarios han encontrado esta crítica útil
No es una secuela; es una parodia. En «Glass Onion», lo que «Puñales por la espalda» tenía de fresco o ingenioso se torna en el exceso cómico más barato. Las dosis de humor se le han ido de las manos a Rian Johnson, un poco como en «Los últimos Jedi» (esa sigo sin perdonársela). Y ni pizca de gracia, claro está. Creo que me reí más con aquel esperpento de Jennifer Aniston y Adam Sandler, «Criminales en el mar», que había borrado de mi mente hasta hoy. Ni la paz de haber olvidado esa basura me ha dejado esta película.

«Puñales por la espalda» contaba con una presentación escueta, eficaz, de numerosos personajes variopintos, y profundizaba en dos —tres, como máximo— para componer una historia sólida, sin grandes locuras. «Glass Onion» posee pocos personajes, se centra más en el detective, expone peor y sorprende menos. Casi nada, en realidad. Se enfoca todo hacia la burla, de los caracteres y del propio género de la cinta, pero insisto, de la manera más inofensiva y aburrida posible.

Si bien la primera también sobresalía por buenos toques de comedia, «Glass Onion» traiciona el espíritu de su predecesora en el tono que maneja. «Puñales por la espalda», teniendo en cuenta los niveles de histrionismo a los que puede llegar el género, resulta un «whodunnit» bastante contenido. La secuela no corre por los derroteros de la primera en cuanto a verosimilitud (véase el final), solo busca provocar el asombro o la carcajada con lo que sea que se le antoje a Rian Johnson. Esta diferencia podría haber engendrado una película interesante, no lo niego, pero sencillamente no ha funcionado.

Un chiste recurrente del que te avisan al empezar y que no tiene ni puta gracia. Referencias a la cultura popular de la pandemia para que señales desde el sofá como DiCaprio en el meme. Estrellas maquilladas hasta la última arruga soltando diálogos de mierda, diciéndose a la cara lo que ya saben o reaccionando de forma patética. Pobre Norton. Espero que el reparto lo pasara bien, al menos.
Sícoles
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7
21 de junio de 2019
22 de 24 usuarios han encontrado esta crítica útil
Me ha pasado algo curioso con este episodio. A medida que iba avanzando, he ido notando similitudes con cierta historia que ya me habían contado y, más o menos hacia la mitad del corto, me he dado cuenta de que está inspirado (el argumento es prácticamente el mismo) en «La tercera expedición», un relato de Ray Bradbury de su colección de relatos de ciencia ficción Crónicas marcianas (1950).

Recuerdo bien que leímos y analizamos «La tercera expedición» en mi clase de Lengua, en el último curso de Secundaria. He vuelto a leerlo tras finalizar el episodio para comprobar el parecido y era tal como imaginaba. Quizá por ello el final de «Más allá de Aquila» me ha causado menos impacto del que debería, pero aun así lo he encontrado muy interesante y uno de los mejores que he visto hasta el momento de esta miniserie.

Estoy disfrutando mucho de Love, Death & Robots. Aunque a veces cueste un poco adentrarse en cada capítulo, la mayoría termina sorprendiendo con un final tremendo e inesperado que da sentido a todo el cortometraje. Algunos como este bastante perturbadores o filosóficos, muy en la línea de Black Mirror (2011). También es de elogiar la variedad de tipos de animación que se utilizan en la serie, desde dibujos animados visualmente más austeros hasta el estilo tan realista de este episodio, muy común en los videojuegos actuales y que es sencillamente espectacular.

Personalmente, me quedo con «Zima Blue» como el mejor episodio, aunque todavía tengo unos cuantos por ver. Es un excelente ejemplo de que se puede hacer magia en unos pocos minutos y esta miniserie lo ha demostrado.
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Sícoles
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9
17 de noviembre de 2018
17 de 19 usuarios han encontrado esta crítica útil
Comentan Greg Daniels y Michael Schur en alguna entrevista que, buscando puntos de partida para su nueva sitcom, se les ocurrió esta idea de una funcionaria entusiasta y trabajadora de una pequeña ciudad. A Amy Poehler, que estaba disponible y era la candidata perfecta para el papel, le gustó la premisa, y de esta manera comenzaron a rodar los primeros episodios de Parks and Recreation. Resulta increíble pensar en la magnífica comedia que han creado a partir de ahí, en torno al genial personaje de Leslie Knope.

Aunque, a decir verdad, a Parks and Recreation le cuesta arrancar en su primera temporada. Durante estos primeros seis capítulos, la serie no acaba de dar con la tecla y difiere bastante del resto de temporadas. No está nada mal en realidad, encontré muy entretenidos episodios como «The Reporter» o «Rock Show» y me reí en ocasiones, pero simplemente hay muchas cosas que están fuera de lugar.

Por suerte, empieza un desarrollo de personajes desorbitado en la temporada dos. Y es que, si algo me ha sorprendido de esta serie, son los cambios en sus personajes secundarios. En un primer momento pueden parecer todos algo estereotípicos, pero con el tiempo van madurando y varía constantemente tu opinión sobre ellos. Un ejemplo: no me agradaba nada Chris en sus primeros episodios, pero más tarde lo empecé a ver como uno de los más graciosos y deseaba que tuviera más minutos en pantalla. Tom, por otro lado, era mi preferido al principio y, sin embargo, cada vez me fue pareciendo más insoportable, sobre todo cuando iba acompañado de su amigo Jean-Ralphio (¡DIOS, qué pesado! Habrá a quien le guste, pero a mí me daban ganas de saltar sus escenas). El secundario mejor llevado, en mi opinión, es Ron Swanson, al que dan una evolución muy sutil pero importante, sin que pierda en ningún momento la identidad del personaje. Y por supuesto, cada vez que sale te partes el culo. También es muy interesante el esfuerzo de los guionistas en relacionar de forma «especial» a todos los protagonistas. A menudo interactúan entre ellos personajes que no suelen hacerlo, y así surgen nuevas situaciones cómicas e inesperadas.

Parks and Recreation tiene momentos de tristeza o fracaso pero, generalmente, destaca por su tono alegre y esperanzador. Es muy satisfactoria ya que terminas muchos capítulos con una sonrisa en la boca, incluso aunque apenas te hayas reído, y esto lo consigue sin tratarte como un imbécil (un detalle). La historia se centra mayoritariamente en la amistad y el amor, en reírse de las cagadas y los ridículos y en la belleza de, como dice Leslie, trabajar con tus amigos en trabajo que merece la pena hacer.

El aspecto que menos atractivo encuentro de la serie es la sátira que hace de la pequeña ciudad americana. Me explico: frecuentemente aparecen ciudadanos, políticos, periodistas y empresarios locales, que están exageradamente desdibujados. A veces contribuyen a escenas desternillantes, pero otras te provocan una horrible frustración e incredulidad. De verdad, ¿no hay una sola persona cuerda en todo Pawnee? Yo creo que esta falta de realismo mancha un poco la grandeza del falso documental, que para mí reside en el acercamiento de la ficción a la realidad, en sentir con más claridad las pequeñas victorias y derrotas de personajes con los que te identificas más fácilmente.

Aprovecho la poca popularidad de Parks and Recreation en esta página para publicar mi opinión, por si alguien quiere saber más acerca de esta maravilla. Yo me interesé por ella por su nota media, una suerte tener FilmAffinity, que me ha permitido descubrirla. En España es relativamente desconocida, debido a que ha llegado por primera vez a nuestro país este año, a través de la plataforma de vídeo de Amazon Prime. Ni siquiera se ha doblado al castellano y, sinceramente, dudo que alguna empresa se moleste en hacerlo teniendo en cuenta que se emitió por primera vez hace casi diez años. Es una pena, pero quién sabe, puede que tarde o temprano se pueda disfrutar también en nuestro idioma.
Sícoles
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