A pesar de ser una de las primeras películas de Hitch ya comenzamos a vislumbrar uno de los mejores directores que ha dado el cine.
Sabotaje es una gran película por:
- el tema que trata. Mostrar a un hombre inocente con ganas de conocer la verdad del asesinato de su mejor amigo. La verdad por encima de la mafia y aceptar los riesgos. Nuestro protagonista se encuentra en el camino personajes que le ayudan o en ocasiones le dificultan acercarse a la verdad, porque algunos le creen y otros no. ¿Estaríamos nosotros dispuestos a ayudarle? Gran dilema moral.

- el universo de personajes que se encuentra el protagonista en el camino. Muchos de esos personajes como el camionero, el Circo o el tío de la actriz protagonista son simplemente excepcionales.

- la cámara es manejada por Hitch de manera magistral. Lo que nos quiere contar siempre expuesto a través de grandes planos y haciendo grandes guiños a su querido cine.

- momentos de suspense e intriga que se van superponiendo rápidamente y donde Hitchcock cuida los detalles como en el salón de baile de la casa de la condesa. Emoción a raudales y elegancia máxima.

- le pongo un pero al final. Tal vez faltó redondearlo un poco más. Es un final abrupto, pero tal vez se merecía algo más.

El film de Nicolás Winding es un joya donde todo encaja.

Una historia que emociona, una dirección artística que cuida todo al mínimo detalle(encuadres, fotografía, colores..), y un personaje muy excepcional.

El comienzo de la película es genial porque en un comienzo trepidante nos muestra la doble ocupación que tiene nuestro protagonista. Además el realizador juega con el espectador a sorprenderle en distintos momentos.

Una banda sonora que atrapa al igual que su personaje, del que no conocemos ni el nombre, pero que poco a poco vamos conociendo segundo a segundo. Mi percepción personal es que uno se va enganchando a nuestro driver. Digamos que le vas cogiendo cariño, a pesar de no ser un personaje convencional.

Nuestro personaje va a transformar su vida en la medida que conoce a su vecina Irene y su hijo. Su camino se empieza a ver en una encrucijada.El conductor tiene que girar a izquierda o derecha y a veces esas decisiones marcan nuestra vida.

Gosling muestra un personaje que roza la alexitimia (la inexpresión emocional) y que no sabes por dónde va a salir. Desde mi punto de vista ese es uno de los puntos fuertes de este metraje.

Violencia, mafia, amor, acción, y todo dispuesto para disfrutar. Abróchense los cinturones y disfruten de este desgarrador film.

¿Quién no ha soñado alguna vez ser un superhéroe? Enfundarse un traje súper estelar hecho a medida y utilizar todo tipo de armas sofisticadas.

Pues bien, nuestro personaje Frank Darvo no. Un cocinero de una hamburgueseria de mala muerte que está perdiendo a su esposa, pero no es consciente del todo, hasta que ve como un traficante (encarnado en Kevin Bacon) le roba a su esposa.

Nuestro personaje se acerca para recuperar a su mujer, pero en un mundo de violencia, droga y destrucción no tiene cabida. Darvo tiene que pasar su purgatorio, hasta que ve la luz. En ese momento se acerca al mundo de los cómics y los superhéroes para recuperar a su amor.

El film que desde un principio es una comedia envuelta en ese drama (la pérdida de su mujer y como se está enganchando al caballo) da el empujón definitivo cuando Darvo toma las riendas de vida y crea a su superhéroe a su imagen y semejanza. Un superhéroe muy cutre...qué piensas que no va a ninguna parte.

Claro pero el director nos muestra acertadamente ese viaje iniciatico que tienen todos los superhéroes. Una crisis vital, perdida de su identidad y recuperar ese orgullo a través de hacer el bien a la sociedad y recuperar su ego.
Los comienzos de Darvo son complejos. Un superhéroe aburrido, con temores, que realiza su diario...hasta que comienza a disfrutar de esa identidad y de esas palizas con su arma letal: una llave de perro.

Luego sufre también momentos de dudas, pero que solventa con ayuda de otro superhéroe de sus características.
Y es que el papel de Ellen Page es genial, divertido, grotesco y el contrapunto que necesitaba Frank. Una dependienta de cómics que espera su oportunidad y que con Darvo vive su sueño hecho realidad.
Un film envuelto en la estética del cómic y donde todo lo que pasa puede pasar. Tiene escenas muy divertidas...pero por momentos y cuando menos te lo esperas otras muy tiernas. Esos cambios el espectador los agradece.

Un film que hace honor a su nombre. Frank Darvo es super, porque el sufijo héroe se le queda muy grande, pero al final entiendes que los finales no son siempre como los de Marvel.

Jafar Panahi nos ofrece esta vez un falso documental sobre la la sociedad iraní, a través de pinceladas de diferentes personajes que entran en su taxi.

El formato de la película puede ser interesante (no novedoso) y hasta necesario, para que Jafar haya podido sacar este proyecto entre manos. Hay que recordar que Panahi tiene prohibido hacer cine por 5 años. Por consiguiente es un acierto poder hacer cine con ese ingenio y seguir insistiendo en contar la realidad de un país que no quiere mostrar ese realismo sórdido ni siquiera en el cine.

El ritmo de la película es bueno por momentos, cuando nos muestra a dos viajeros (hombre-mujer) discutiendo por la pena de muerte, una persona accidentada que junto a su mujer viven una situación que báscula entre el drama y la comedia, las mujeres ancianas y su extraño viaje....pero a medida que van pasando kilómetros y minutos se echa de menos que el film tenga otro viraje. Las historias van calando y tienen fondo, pero se van haciendo algo más espesas.

Es cierto que está película versa sobre el metacine (hablar del cine dentro del cine) y por ello el séptimo arte está muy presente en todo momento, pero a pesar de que a los cinefilos nos puede ilusionar para mí no es suficiente.
Es cierto que hay momentos brillantes y diálogos interesantes, pero me voy con la sensación que el taxi se acaba quedando sin gasolina.
De todos modos es una película honesta que merece ser vista sin duda.

Cesc Gay nos sumerge en una historia de amistad, donde Julián (Ricardo Darin) y Tomás (Javier Cámara) después de varios años vuelven a verse. Esta vez para una despedida.
Julián aparece sólo en su casa y esperando a que alguien le ayude a tomar una dura y difícil decisión. Necesita el último empujón, aunque su decisión está bastante madurada. Una decisión que teme tanto, que ni su perro Truman la conoce.
Busca una familia para Truman, pero sobretodo busca un refugio para sí mismo.

Tomás,al contrario, necesita ser empujado por su mujer a visitar a su amigo porque le cuesta enfrentarse a una persona que quiere mucho, pero que tiene un cancer. De todos modos acude a acompañar a su amigo.
Julián respira al verle, porque a pesar de que se le acaba la vida, sabe que tiene al mejor compañero de viaje para vivir uno de los momentos más complicados: asumir la muerte.
Tomás va siendo testigo de los distintos cierres que su amigo necesita, a la vez que le confronta en ocasiones, pero desde un respeto y una escucha brutales.

Es en este viaje de 4 días donde conocemos más a los dos personajes y sobretodo el universo de Julián. Un universo lleno de agujeros negros y situaciones sin resolver.
Sin embargo vemos que existen taras y dificultades en ambos personajes.
Esos sentimientos atascados que no les permiten verbalizar todo lo que realmente sienten.
Lo que sucede es que a veces no tener el mejor discurso no es sinónimo de querer a alguien más. Los ojos de Tomás nos muestran que el silencio a veces también habla.

Cesc Gay acierta al contar una historia de la asunción de la muerte con una historia sencilla, pero que emociona porque sobre los personajes pesa y báscula todo el ritmo del film. Justo premio a los dos actores en el Zinemaldi de Donosti.