Tenemos a Ripley y al alien. Cómo alien se te aproxima y cómo podrías vencerlo o al menos atacarlo.
Tenemos un escenario oscuro e inquietante.
Tenemos las sombras expresionistas del Nosferatu de Murnau.
Poco más ¿te deja con ganas de más? sí, por vicio, pero a sabiendas de que ya sabes lo que va a pasar.
Recapitulando: Nada nuevo, tal vez un mayor desarrollo pudiera dar sorpresas. No sé.

Interesante documental de dos capítulos que vendría a cerrar el bloque "Apocalipsis: la IIGM". Estos documentales de Clarke y Costelle tienen la ventaja de que encapsulan en poco tiempo muchos (demasiados) datos, si añadimos que son presentados de una manera accesible; son coloreados, lo que les dota de más proximidad en el tiempo, incluye imágenes inéditas y, finalmente, apoyados por una buena música que va dotando de tensión a cada fotograma. La desventaja es la no profundización, no obstante es perdonable ya que de ese modo llegan a mucho más público haciendo boca a quien quiera ahondar en la comprensión de su entorno.

Dicho esto, nos encontramos ante un documental que no es completo si de lo que se trata es de conocer a Hitler ya que se cerrará en 1934 (Noche de los cuchillos largos) y anticipando el posterior pogrom de la Kristallnacht y quema de sinagogas.

Rápidamente, porque 2 horas no dan para más, conoceremos a un niño mimado que descubre la cruz gamada en un monasterio benedictino, a un joven que se apasionará por la ópera, a un mal estudiante, a un cabo que correrá entre trincheras en la IGM, a un gran orador que ensayará sus dotes en las cervecerías muniquesas.

Conoceremos muy por encima al extraño amante, desde Maria Reiter, al affair tormentoso (y criminal) con su sobrina Geli Raubal y los comienzos con Eva Braun, todas ellas jovencísimas y siempre preservando su soltería ya que estaba llamado a una empresa superior.

En este rápido vistazo histórico veremos cómo se va conformando su camarilla de fieles:
Röhm (del que se deshace en la noche de los cuchillos largos), Rosenberg miembro de la sociedad Thule y teórico ideológico del nazismo, Rudolf Hess, Himmler, Sepp Dietrich, Heydrich, Goering, Goebbels.

Las mentiras, un golpe de estado encubierto (o no tanto) las maniobras (incendio Reichstag), chivos expiatorios (van der Lubbe), un libro que no se lee Mein Kampf (como no se leía el mamotreto de Rosenberg "El mito del siglo XX") pero que se difunde masivamente como catecismo.

Seguimos en spoiler ->

Hal Holbrook es el protagonista estrella de esta película, compone su personaje a la perfección, personaje rico en matices en un abanico que abarca desde el humor, a la melancolía, pasando por el sarcasmo y la mala leche.

Adaptación de la novela corta de William Gay "I hate to see that evening sun go down" que nos lleva a Tennessee acompañando a un anciano que se escapa de la residencia y vuelve de regreso a su casa; una casa que ya no le pertenece. A partir de aquí, conflictos, reflexiones, balance vital y un viejo perro que ladra.

No acabo de estar de acuerdo con la filiación del relato a "gótico sureño", es evidente que se trata de Tennesse, tanto el autor como el director son sureños, hay campo y hay country. Sin embargo la esencia del relato es la diferencia entre House y Home y cómo convergen ambos conceptos en una casa y la tierra que la rodea.

El balance vital que realiza Holbrook le hacen empecinarse (como un cowboy cabrón) en una decisión firme, tan firme como que está anclada en sus recuerdos, en su vida, en su trabajo, y en lo poco que le resta por vivir, por tanto no está dispuesto a renunciar a lo más importante: todo lo que ha vivido, y que se cristaliza en esa casa.

La película se centra fundamentalmente en ese aspecto y el espectador tenderá a comprender al anciano, siempre y cuando no sea uno mismo el inquilino y tenga que lidiar con él, claro. Pero no entro en estos aspectos en los que no profundiza. Creo que la película se dirige casi estrictamente al personaje de Holbrook, de modo que me pego al personaje para escucharlo y saber qué siente.

Es, en este sentido, a través del texto, cómo acabas entrando en la piel de un hombre en sus 80 que quiere estar junto a lo que él ha vivido y ahora ya en la etapa final sublima, como sublimamos los recuerdos incorporando dosis balsámicas de mentira en un cóctel melancólico y tarareando... I hate to see that evening sun go down, cause it makes me think about my last go round. Así es como se canta a un atardecer al que se odia porque te recuerda que te queda poco, o te recuerda tantas otras cosas.

Fantástico el momento en el que Holbrook tararea la canción.

Dos horas y media dedicadas a las monerías de una panda. Sólo destaco dos cosas: lo bonito que es Cap-Ferret y el affaire Cluzet-Magimel, por lo demás es un bodrio enorme y aburrido con pretensiones no sé de qué. ¡¿De qué?! ¡¿Pero de qué?! Por más que me lo pregunto no encuentro más que respuestas estúpidas a un guión no menos estúpido y ... no quiero decir nada más que me caliento y pasa lo que pasa.

Fred Cavayé está empeñado en maridos que tienen que salvar desesperadamente a sus mujeres. Ya es la segunda que, por despiste mío, me he papeado. La desastrosa "Pour elle" ya resultaba bastante insoportable y ahora sin darme cuenta ¡zas! me veo otra de Cavayé, con el tolondro una ya no sabe ni qué ve.

Corre que te pillo, polis, Elena Anaya embarazada, un marido de los que le gustan a Cavayé, visto lo visto. Un guión de los de no te menees.

Ah, no, no, esto no es el polar francés con una pequeña tradición ya y nada desdeñable. Pues no, esto es otra tontería del señor Cavayé.

Por cierto al de la música que lo maten, que lo maten, que lo maten ¡ya!