Dos grandes interpretaciones de la pareja protagonista. Joaquin derrocha fuerza, locura, pasión, acompañado de la encantadora Reese Witherspoon que transmite ternura y picardia en cada una de sus miradas.

Joaquin Phoenix da vida a Johny Cash en una biografía turbulenta, aunque no por ello demasiado interesante. Aburrida por momentos. No aporta mucho más de lo que ya conocemos: sexo, drogas y rock 'n roll. Aunque esto se ve compensado con momentos brillantes. Momentos que nos hacen desear haber podido asistir a un concierto de Joaquin Phoenix y Reese Witherspoon, incluso antes que a uno de Johny Cash y June Carter.

Como punto de partida común Nueva York y la brillantez de los tres autores. A partir de ahí historias muy diferentes y llevadas a cabo con suerte dispar.

Scorsese nos ofrece la historia de un artista maduro y egoísta, que utiliza su talento para rodearse de jóvenes y atractivas futuras artistas. En cuarenta minutos llena de de color un gran lienzo al ritmo de una bonita banda sonora.

Coppola nos cuenta una pequeña historia de una niña pequeña niña rica, que hubiera encajado mejor como telefilme en las tardes de los sábados bajo el sello de Disney, que entre las dos historias de sus colegas.

Y por último Allen, nos cuenta de manera brillante la historia de un "Edipo reprimido", y de su desquiciante madre, que llega de manera mágica al cielo de Manhattan para intentar manipular los hilos de la vida de su desesperado hijo.

Bonita historia llena de erotismo, ideales, sueños, pasión, naturalidad, rebeldía; de dos hermanos "siameses de mente", que en el ámbito de una familia acomodada descubren a un tercer apéndice, americano. Con el París del 68 como marco de fondo, las relaciones entre los tres protagonistas van aumentando de temperatura a la vez que crece la crispación entre los jóvenes en las calles de la capital francesa.

Abundan en la película fotografías y escenas llenas de naturalidad y belleza. Y momentos llenos de rebeldía y emoción en las levantadas calles de París. Destacar especialmente la actuación de la espectacular Eva Green. Como otro personaje más, la banda sonora realiza un gran papel.

Llamémoslo thriller, porque logra mantenerte una extraña tensión durante toda la película, gracias la locura y a las ideas estrafalarias del personaje de Robert De Niro. Una tensión que tenemos como resultado de la mezcla de la curiosidad por saber lo que intentará Rupert Pumpkin y vergüenza ajena por cada uno de los actos que la paranoia le provoca hacer en su camino para conseguir la fama en el mundo de la comedia.

Podría ser una comedia, por las risas nerviosas provocadas por las delirantes ideas de su protagonista y a las escenas provocadas por su mente paranoica.

Pero sobre todo es un gran drama, que narra el camino de Rupert Pumpkin hacia el éxito en el mundo cómico, al que intentará llegar a cualquier precio.

Gran actuación de Robert De Niro, que consigue ponernos nerviosos en cada una de las escenas, logrando en cada momento transmitir el desequilibrio de su personaje. No es una de las películas más conocidas de Scorsese pero realmente merece la pena verla.

Mientras la rehabilitada April derrocha esmero en cada uno de los preparativos de la comida de acción de gracias que le volverá a reunir con su familia, su madre desprende locura en el camino por carretera que le dirige a ella, la oveja negra de la familia. Aunque entre tanto desequilibrio y rencor, se dejan entrever destellos de un fondo bondadoso y lleno de amor. ¡Que dos grandes actuaciones!

En el coche, una gran comparsa. La abuela senil y brillante, la hija repelente, el hijo buena gente y el marido pobre mártir de todas las desgracias.

En casa, el nuevo novio negro hace todo lo posible para que el reencuentro sea perfecto, pero como tiene que ser, habrá contratiempos.

Una muy bonita comedia con momentos dramáticos, nos cuenta esta particular historia del día de acción de gracias. Película muy cuidada, llena de pequeños grandes detalles que te dejarán un gran sabor de boca.