Hoy en día ya está claro que al ver "A Netflix Original Film" te arriesgás a pasarla mal. Es una productora que no ha sacado una buena peli desde que se fundó. Ahora le tocó el turno de prenderse fuego a Andrew Niccol, guionista de "Gattaca", "The Truman Show", director de "Good Kill". Y ésta vez se hundió tal como lo hizo con "The Host (2013)"

Ya apenas empezar te hace acordar a un videojuego de mierda como "Watch Dogs". Se mezcla un poco a algún capítulo de "Black Mirror", y es como estar jugando a algo de Quantic Dream (Heavy Rain, Detroit: Became Human)

En cuanto a las actuaciones todos carecen de personalidad. Cero carisma y pareciera que ninguno tiene alma o es que no quieren actuar porque saben que la peli es una cagada. Un dasastre tanto Clive Owen como Amanda Seyfried.

Terriblemente aburrida y poco inteligente. Un futuro con poca imaginación y que ni siquiera se merece llamarlo de ciencia ficción.

Netflix lo hizo otra vez…

Una minita alquila una casa en medio de la nada. Convence a sus amigos, familia, hasta le garpa a algunos para que nadie le haga preguntas. Su única compañía es un flaco, un ocultista, hechicero, un Geralt de Rivia que la va a ayudar a contactar a su difunto hijo.

El problema es que se van al carajo y no contactan a una mierda al hijo, sino que atraen a unos reverendos hijos de puta que, en varias escenas, te ponen incómodo.

Del estilo de película de terror lenta, pero que a medida que avanza va tomando una forma realmente diabólica. Su fuerte está en el realismo que Geralt de Rivia realiza los rituales, conjuros, y demás trucos, y por otro lado su banda sonora que te hace temblar el culo.

Denle una oportunidad y tengan paciencia, que con bajo presupuesto ha salido una película de terror digna.

Otro peli exclusiva de Netflix, y esta vez queriéndose disfrazarse de tipos que piensan que hacen buenos guiones, buenos productos, peliculones. Esta mierda no hay ojos con qué mirarla.

Se trata de un robo fallido a un banco pero que se cuenta de atrás hacia adelante. Y se arma un enredo super pelotudo por querer contar la película de manera cheta. Fail thriller de historias cruzadas. Aburrida y sin personalidad.

Lo que me llama la atención de Netflix es la cantidad de buenos actores que están quemando con sus producciones.

Es la típica peli a la que te dan ganas de desuscribirte de Netflix.


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Ohhh si, The Void, film te terror a cargo de Jeremy Gillespie y Steven Kostanski, ambos tienen una experiencia de Oscar en el terror, porque son los mismos que estuvieron a cargo del makeup y la dirección artística de Suicide Squad.

Hace falta decir algo más? Sí.

La trama es así. Un policía con cara muy de boludo traslada a otro boludo herido a un pequeño hospital de mala muerte, y la violencia no tarda en desatarse, de hecho, y mejor dicho, la pelotudes no tarda ni 10 minutos en desatarse.

Los médicos pedorros y pacientes que hay en el lugar se ven rodeados por unos encapuchados, que vendrían a ser la legión de los Michael Fassbenders en Assassin's Creed. Pero aparte de toda esta locura infernal (en una escena se puede ver en el cielo la luna roja del puto Apocalipsis) son amenazados por una extraña criatura, que no me jodan, el diseño no se entiende nada, es una bola de carne que escupe mierda.

El gore y la asquerosidad suman puntos pero esto no es Cronenberg, ni a palos.

Luego, aparece un Cenobite, que supuestamente es el jefe del infierno, y habla con aliens, y quiere abrir un portal al inframundo para comunicarse con Kate Beckinsale, y a todo esto, el yuta cara de boludo se convierte en inmortal, porque lo cagan a tiros y a cuchillazos pero sigue vivo en toda la puta película. Más tarde hay como un juego de luces, aparecen un par de bichos que no entendí muy bien lo que eran y me dormí... cuando me desperté, las luces eran más potentes y el Cenobite gritaba de dolor...

Una parejita se toma unas vacaciones en una casa de verano, en la playa, y de repente aparece Jake Weber con la jermu y que justo también van a parar en la misma casa.

Juntos se hacen amigos, morfan, chupan, se drogan, y la peli te amaga con que Weber y su esposa son una especie de psicópatas, pero en realidad hay un químico misterioso proveniente del océano que los hace volver locos, y así de pecho la contaminación pega contra el pueblo en donde están alojados y se arma el apocalipsis.

Llega un momento en que la película no sabe para dónde ir o qué inventar, si la gente se está convirtiendo en zombies, o en calamares gigantes, es una cosa re flashera, mal ejecutada, mal contada, diálogos infumables. Y es otra mierda que la prensa le está dando puntajes positivos como si fuera al Oscar.

Al final no hay terror, ni horror, una escena nomás te da asco, pero ya está. Sinceramente, andá a cagar. Éste año está teniendo, hasta ahora, las peores películas en todos los géneros, y hasta hace quedar mal al mundo de Lovecraft.