¿Qué verás?
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1. Una película de mafiosos adaptada a la actualidad y tremendamente original (para los que pensábamos que el género estaba muy machacado nos han regalado este soplo de aire fresco).
2. Un guión inquietante que te arrastrará hacia el sórdido mundo de la mafia rusa.
3. Excelentes actuaciones. Tanto Viggo Mortensen como Vincent Cassel encarnan el rol de mafioso ruso a la perfección. Naomi Watts no se queda atrás, ofreciéndonos una actuación franca y creíble.
4. Una dirección que no adolece de ningún defecto. Probablemente el mejor trabajo de David Cronenberg.

¿Qué NO verás?
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1. No verás a ni un solo espectador bostezando en la sala de cine. La historia te atrapará de principio a fin.
2. No verás un retrato excesivamente cruel, doloroso, de los bajos fondos londinenses, proyectándose una versión bastante dulcificada de la auténtica realidad, que es infinitamente más cruda. Quizás es el único "pero" que le encuentro a esta película. Por todo lo demás, genial.

Vale la pena verla. Os la recomiendo.

Steven Soderbergh vuelve a disponer de un elenco de actores para rodar una película graciosa, animada, sin mayores pretensiones que la de entretener a un público entregado y solícito que no desea poner en ebullición sus neuronas, sino dejarse seducir por la formidable estética y un guión que, aunque sea tramposo y posea un sinfín de baches lógicos por su propia naturaleza, funciona realmente bien, cumpliendo de lleno con el cometido que persigue: divertir.

Como punto débil, el papel del personaje que interpreta el siempre solvente Al Pacino que, aunque muestra unas despiadadas ansias por hacerse con el casino al principio del film, su personalidad pierde fuerza a medida que avanza el metraje, convirtiéndose en poco más que una pusilánime marioneta manejada al antojo de Ocean y compañía.

Tampoco ayuda mucho su plantilla de trabajadores, siguiendo la misma línea la servicial y leal lacaya, a la que le da vida Ellen Barkin, que lejos de ser la eficiente y astuta empleada que parecía en un principio, se deja engañar de la manera más burda, sin mostrar un atisbo de inteligencia.

Pero esto es Ocean’s Thirteen, un producto diseñado exclusivamente para el lucimiento del equipo de ladrones de guante blanco más exquisito de todos los tiempos, gobernado por un George Clooney que mantiene su habitual registro, pero más apagado que a lo que nos tiene acostumbrados; quizás porque el “ladrón” número trece de esta entrega, Andy García, brilla con luz propia, destacando por encima del resto del plantel de actores y derrochando un magnético carisma que traspasa la pantalla.

Se echa en falta la presencia femenina de Julia Roberts y Catherine Zeta-Jones, cuyas ausencias se explican en la trama con un notable “parche” en el guión, lo que le resta a la película parte del atractivo comercial que poseían las dos anteriores entregas. Carencia esta que se ha tratado de suplir, sin éxito, con la incorporación de una Ellen Barkin que, aunque realiza un notable trabajo, no posee la misma influencia sobre el público que las otras dos actrices.

En resumen, una amena película al servicio de unos actores que dejan plasmado en el film el buen ambiente del rodaje, construyendo, en conjunto, un trabajo elegante y carismático, divertido y alocado, que cierra una trilogía al menos digna de recordar.

Hostel 2 es una desacertada, vomitiva y absurda experiencia a la que Eli Roth somete a un público deseoso de encontrarse con una secuela digna de la primera parte. Pero ese es un hándicap demasiado alto; Hostel 2 ya no puede sorprender de otro modo sino mostrando más vísceras y sangre de la manera más tosca, producto de una mente más enferma si cabe que de los propios protagonistas, construyendo una tontería de proporciones descomunales que a lo máximo que puede aspirar es a hacer las delicias en cerebros tiernos, vacíos, endebles e inmaduros que lo único que persiguen es más rodaje; hacerse mayores a golpe de coágulo y tripa, llegar a la salida del cine, con sonrisa de oreja a oreja en rostros aún marcados por el acné, haciendo comentarios del estilo:
- Jo, tío, qué peli más guapa… ¿Viste cuando la tía le cortó la polla?
- ¡Sí tío, la hostia! ¡Qué pasada! –risas entre los dos-. ¿Y lo del partidito de fútbol?
Más risas.

Lástima que ni si quiera les entretenga, habiendo de esperar para el primer baño de sangre una auténtica eternidad.

Recomendable para sádicos oligofrénicos en potencia.

Si he de ser sincero, aún me pregunto cuál fue la causa de que yo acabara entrando a la sala de cine para ver esta película. No me gustan las películas comerciales, ni me gustan las de piratas. Odio al flemático Orlando Bloom y no me cae mejor la anodina Keira Knightley. Aun así, he visto las tres partes. ¿Por qué? Puede que me ocurra como al resto, que no puede evitar saber cuál será la última payasada de Johnny Depp aderezada con una buena ración de novedosos efectos especiales de Light & Magic al son de la música orquestada por el mismísimo Hans Zimmer. O puede que me dejara abducir por una gigantesca y oscura fuerza magnética que me atrajo hasta allí, a mí y al centenar de personas que abarrotaba la sala.

Sea como fuere, el hecho es que acabé dentro, sentado en la misma butaca que incubaría durante casi tres largas e interminables horas. El único sitio que había a mi lado lo ocupaba un joven, de entre veinte y treinta años, que había venido solo, sin ningún tipo de compañía. Debe ser duro ir al cine solo –pensé-; y opiné desde la ignorancia, porque a mí jamás se me ocurriría llevar a cabo tal hazaña.

Pero pronto desterré aquella idea. Ese chico se rió como nadie, disfrutó cada momento de la película, cada payasada de Depp (sí, sí, incluso la de “esperad un momento… he perdido mi cerebro”), cada cambio de plano pirata->loro/mono (cuando salía alguno de estos dos animalitos me perforaba el tímpano con su estridente risita), cada caída de ojo de cristal y posterior incruste en la cuenca ocular… Y a pesar de ello parecía seguir con sumo interés la farragosa historia (le envidié).

En resumen, que para él funcionó la fórmula comercial de Gore Verbinski; intuyo que también la desangelada y poco creíble historia de amor con bodorrio entre espadazos. Y mira que eso es difícil.

Para los que somos un poco más exigentes, el resultado es bien distinto.

NOTA: La película incluye a modo de epílogo, cuando ya acaban los créditos finales y sólo quedan en el cine los frikis de turno y la señora de la limpieza, una secuencia que paso a describir en el espoiler.