Guy Ritchie nos ofrece un producto muy entretenido y disfrutable, con un toque distintivo que se palpa en la elegancia de los trajes, en las exóticas localizaciones o en el modo estiloso de rodar las escenas de acción, entre otros muchos elementos, y cuyo ritmo no decae nunca. Presenta una gran ambientación de la época sesentera, apoyado por un diseño de producción de lo más efectivo gracias a su apuesta visual tendente hacia caracteres retro, vintage, pop y colorista. Además los personajes muestran personalidades antagónicas logrando ese punto cómico en su relación que permite algunos momentos de humor bien insertados.

Con todo, hay que ponerle algunos inconvenientes a la cinta ya que, si bien en la forma resulta impecable, la historia, sin estar mal del todo ya que no repercute en lo entretenido del resultado, no seduce lo mismo, resulta algo más convencional, tenía que haberse trabajado un poco más la propuesta desde este punto de vista. Además, y a pesar de tener claro que la película no deja de ser un blockbuster cuyo propósito es el de servir de disfrute pasajero y, por tanto, se toma algunas licencias, hay algunas escenas o situaciones que resultan excesivamente inverosímiles.

Sin ser sublimes, me han gustado bastante las interpretaciones, los personajes que interpretan tanto Hammer como Cavill son de lo más atractivo y carismático, y les quedan como anillo al dedo, se les ve cómodos en sus respectivos papeles, acompañados por una magnífica Vikander que siempre cumple y, en esta ocasión, incluso más que eso.

La recomiendo, sobre todo por lo diferente en cuanto a estilo de la propuesta, no es algo que se vea todos los días.

Brillante retrato de una época política en España que ha dejado huella. Todo en esta cinta está conducido con gran sobriedad y solvencia, con una puesta en escena impecable, cuidada y, sobre todo, muy realista. La historia se hace interesante e intrigante desde el minuto uno, la trama se construye con pulso y buena narrativa, todo aparece perfectamente contado y detallado para que el espectador no se pierda, aunque el ritmo, en ocasiones, decae un poco.

Fantástico Eduard Fernández en el papel de Paesa, ese singular espía imposible de conocer pero que genera fascinación por el personaje que se crea y su extraña forma de proceder, pero el que mejor lo hace, sin duda, en esta cinta, es Carlos Santos en el papel de Roldán, regalándonos una interpretación perfecta.

Gran producto el que nos ofrece Alberto Rodríguez, una película a la que merece la pena, y mucho, echarle un vistazo, sobre todo para quien tenga presente en la memoria aquella época.

La película no iba mal, nada mal, distaba mucho de ser perfecta pero se dejaba ver. El protagonista, sin tener el carisma de Statham, estaba cumpliendo bastante bien en el papel de tío duro, la cinta resultaba entretenida, las escenas de acción de lo mas disfrutable y el planteamiento de la trama funcionaba, pero entonces llegó el último tramo de la película para terminar enterrando todo lo anterior y, consigo, la propuesta. La última media hora de película es, directamente, un despropósito, imposible de comprender las decisiones narrativas que toma y la resolución que se inventa. Una auténtica lástima, de haber mantenido el mismo nivel a lo largo de todo el metraje habría dejado mejor sabor de boaca.

Comedia muy entretenida, divertida y llevadera. A pesar de que había mimbres para mucho más, la historia está bastante bien planteada y notablemente bien llevada y desarrollada aunque sin muchas más pretensiones que servir de vehículo para generar risas. La película, con todo, no se olvida de hacer una crítica hacia cómo funciona el mercado armamentístico por parte de los gobiernos y es seria y mordaz cuando le toca serlo.

A pesar de que tanto Jonah Hill como Miles Teller nos son precisamente mis actores preferidos aquí hay que reconocer que ambos nos regalan dos buenas interpretaciones, hay una gran química entre ellos, hecho que hace a la cinta más disfrutable. Los personajes que interpretan son muy diferentes y ven la vida desde planos opuestos, siendo ésto algo convenientemente retratado en la historia y que da mucho juego de cara a los momentos cómicos, que tiene unos cuantos y muy buenos. Como ya dije, la película se hace bastante entretenida y amena.

La pellícula no pasará precisamente al olimpo del cine, la historia, sin estar nada mal, podía y debía haber subido un poco la apuesta, pero a mí, en general, me ha dejado buenas sensaciones.

Película esencialmente bélica con un transfondo político inmejorablemente retratado, una cinta que pretende meterle el dedo en el ojo a los defensores de la invasión estadounidense de Iraq y que no se conforma con ofrecer un espectáculo vsiual de categoría, además obliga al espectador a pensar.

La propuesta tiene ritmo y es muy entretenida, con una ambientación y atmósfera espectacular, se palpa Iraq en cada secuencia y está rodada con muy buen pulso pues sumerje la cámara en el centro de la acción, pero al margen de eso, que en gran parte ya es de suponer en un producto de estas características y firmado por Greengrass, poco más, el trabajo actoral se queda sólo en aceptable, se dan ciertas situaciones inverosímiles y el desarrollo, a pesar de que en general convence, en otras ocasiones no tanto.

Película que ofrece muy buenos momentos, aunque con algún punto débil también, pero, con todo, recomendable y, sobre todo, infinitamente mejor que "En tierra hostil".