Virtuosa serie creada por Bill Burr y Michael Price. Fue emitida exclusivamente para la plataforma Netflix.

Esta serie de comedia animada se basa en las aventuras y desventuras de una familia americana típica de mediados del siglo pasado, particularmente la década de 1970. La misma está compuesta por Frank Murphy, veterano de la guerra de Corea y malhumorado trabajador de una compañía aérea. Frank es esposo de de Sue, ama de casa, fumadora a escondidas. Ambos son los padres del adolescente Kevin y los niños Maureen y Bill.

Cinco temporadas fueron suficientes para dar cuenta de la buena ambientación que posee una serie de estas características. Menciones a gente famosa de la época y sátiras a personajes estereotipados de la sociedad occidental, entre otros recursos, se disfrutan aquí en su justa medida.

Finalmente, destaco a dos personajes peculiares. Por un lado está Bob Pogo, jefe obeso y decadente que acompaña a Frank desde el comienzo del servicio militar. Por el otro, Vic, mujeriego cocainómano, vecino de Frank, aportando la porción humorística a esta serie.

Interesante largometraje dirigido por Enrique Dawi.

La historia se centra en Rodolfo "El Toro" Alvarado (Gianni Lunadei), un coronel con capacidad de mando y respetado por su tropa, acuartelado en lo que hoy conocemos como provincia de Neuquén. Aquí, tenemos un retrato de la cotidianidad castrense ubicado dentro de la "Campaña del Desierto", precisamente en el año 1884.

Con exteriores rodados en San Martín de los Andes y Junín de los Andes, la película avanza gracias a la firme y convincente actuación de un inusual Gianni Lunadei, protagonista absoluto de la misma. El resto del reparto es atrayente: figuran Antonio Grimau, María Aurelia Bisutti, Ana María Picchio, Leonor Benedetto, Beto Gianola, Osvaldo Terranova y Romualdo Quiroga -quien, insisto, nació para interpretar personajes militares-. El guion, adaptado por el propio Dawi, es elemental para una cinta de corte histórico. Esto no quita un componente que resulta sugestivo (lo comento en el spoiler).

Habiendo dicho lo anterior, es importante destacar lo extra-cinematográfico del asunto. En víspera del centenario de aquel acontecimiento histórico denominado "Campaña del Desierto", el Instituto Nacional de Cinematografía otorgaba financiamiento al proyecto fílmico más convincente. Ganó Enrique Dawi. El contexto venía como anillo al dedo: Argentina y Chile, ambos países con dictaduras cívico-militares en el poder, estuvieron a punto de entrar en guerra en diciembre de 1978 por la delimitación de unas islas ubicadas en el Canal de Beagle. Finalmente, no pasó a mayores gracias a la intervención del cardenal Antonio Samoré, mediador en el conflicto, enviado por el Papa Juan Pablo II.

Entretenido largometraje dirigido por Enrique Dawi.

La historia se centra en las aventuras de un grupo de colimbas que vive la peripecia de realizar el servicio militar obligatorio durante un año. Estando allí, el conscripto Casimiro Buenavista (Albino Rojas Martínez) cumplirá su sueño.

La película se desarrolla sin más pretensión que la de entretener a los hombres que pasaron por ahí. El guion confeccionado por Jorge Falcón apunta a eso. Albino Rojas Martínez, alias "El soldado chamamé", como lo conocemos, se siente cómodo con su personaje. Es secundado principalmente por Mario Sánchez, quien está bien en el papel de cómico al que nos tenía acostumbrados. En otro orden de ideas, el histórico conjunto musical cordobés "Cuarteto Leo" aparece poniendo ritmo en un baile porteño para la muchachada.

Por último, cabe resaltar el carácter documental de este film. Cuando escribí la crítica de "La colimba no es la guerra" (1972), catalogué a la misma como "loa propagandista" y "documento histórico inapelable de época". Esa definición se verá mucho más potenciada aquí, estrenada tres años después de aquella. No hay historia de amor, no hay tiempo para ello. Hay deberes, deberes patrios. Cuando se congela la imagen que traza el fin de la conscripción, y de la película, se puede leer lo siguiente:

"Agradecemos la cooperación del Ejército Argentino que nos permitió mostrar en forma amena hechos reales y ficticios del 'servicio militar' del que todos los argentinos que han pasado por sus filas recuerdan con emoción y orgullo...".

Fallido largometraje dirigido por Enrique Carreras.

El argumento se basa en la llegada de tres jóvenes varones a una pensión familiar, habitada por un hombre (Tincho Zabala) y sus tres sobrinas oriundas de Venado Tuerto, provincia de Santa Fe. De alguna manera u otra, casi todos quieren ingresar al mundo del espectáculo.

No hay mucho para comentar al respecto. Está mal actuada y no hay convicción en la dirección, entre otras falencias de la película. Si a mi me hubiese tocado producirla: borro casi todas las escenas. Dejaría únicamente los videoclips de Raphael, Nicola Di Bari y Cacho Castaña (con su hitazo "Café la Humedad"). Los últimos diez minutos, en los cuales el personaje intrepretado por Tincho Zabala brinda una especie de lección sobre la vida, zafan pero desentonan en el conjunto del film.

Superlativa sitcom creada por John Cleese y Connie Booth.

La historia se centra en Basil y Sybil, los Fawlty, dueños de un hotel ubicado en Torquay, la denominada "Riviera inglesa". Él (extraordinario Cleese) es un patrón perturbado y estrambótico; ella (virtuosa Prunella Scales) es la parte prudente y sensata de la relación. Tienen como empleados a Polly (correcta Connie Booth), quien trabaja como mucama, y a Manuel (excepcional Andrew Sachs), un español oriundo de Barcelona que labura como mozo y es bastante torpe.

Situaciones disparatadas, absurdas. Bebe mucho de la comedia de enredo. Un gag verdaderamente gracioso detrás de otro. No te deja respirar, te vas a cansar de reírte. Debe verse en su idioma original. No lea más, estimado lector. Encuentre la manera de mirarla, no se va a arrepentir.