Parada obligada para todo cinéfilo amante del cine bizarro, "The Wiz" de 1978, es una adaptación de "The Wizard of Oz" en versión "nigga".

En realidad es una adaptación de un exitoso musical de Broadway, que reinventaba la popular historia de L. Frank Baun, ambientándola en un contexto urbano y contemporáneo, y haciéndola girar alrededor de la cultura afro-americana. El elenco - compuesto enteramente por actores negros - estaba encabezado por Diana Ross como Dorothy, aquí una maestra de escuela del barrio de Harlem, que se ve transportada mágicamente hacia la tierra de Oz, presentada como una versión fantasiosa de Nueva York. El famoso camino de baldosas amarillas que los protagonistas deben seguir, es el puente que va hacia Manhattan, con eso te digo todo.

La cereza del postre es Michael "querida, me cogí a los niños" Jackson en el papel del espantapájaros, al borde de un orgasmo continuo por trabajar con su adorada Diana con la que estaba obsesionado al punto de hacerse continuas cirugías estéticas para adaptar su rostro al de ella (años más tarde terminaría pareciéndose a un espantapájaros de verdad, ya sin necesidad de maquillaje). La insoportable voz de pito del rey del pop, debe ser aguantada durante todo el metraje, y hace a uno preguntarse si el tipo no sería un eunuco al que le habían cortado los huevos.

Fiasco de crítica y recaudación, muchos aseguran que "The Wiz" fue quién sentenció la muerte del género del blaxploitation, que había sido tan prominente durante la década de los 70, además de enterrar definitivamente la carrera en la gran pantalla de Diana Ross. Sin dudas, una metida de pata del grosso director Sidney Lumet (12 hombres en pugna, Tarde de perros). Temáticas demasiado adultas y raras para agradar a los chicos, y a la vez demasiado ingenua y estúpida para agarrar a los adultos

Dorothy no volvería a ser encarnada por una negra, recién hasta el año 2005, cuando otra cantante pop, Ashanti, visitaría la ciudad esmeralda junto los Muppets en "The Muppets' Wizard of Oz", donde un desaforado Quentin Tarantino amenzaría con una katana a la temblorosa Rana René (aka Gustavo aka Kermit).

Vaya mierda.

Es la primera película que veo del famoso Pier Paolo Pasolini, y tras esta experiencia creo que va a pasar mucho tiempo hasta que vea otra.

No entiendo qué quiso hacer el tipo, pero el resultado es un bodrio de aquellos. Supuestamente, el mensaje último del film pretende ser que "las sociedades devoran a sus propios jóvenes, por lo que un anarquismo político sería la única política viable".

No sé qué poronga tendrá que ver ese mensaje con el montaje paralelo de dos historias no relacionadas, que del principio al fin no se conectan en ningún momento entre sí.

La primer historia, ambientada en lo que parece un pasado medieval, sigue a un caníbal que deambula por el desierto y se le van uniendo diversos personajes. La segunda está ambientada en Alemania, donde un joven hijo de un industrial con contactos nazis más un sosías de Adolph Hitler, mantiene dos relaciones: una platónica con una linda joven que es su prometida, y otra nada platónica con los cerditos del chiquero, ya que le gusta hacer "la chanchada" con ellos.

Leo ahora en la web, que alguien recomienda no elegir a "Pocilga", como el punto de partida para un neófito de Pasolini. A buena hora me lo dicen. Si está es tal bodrio, me imagino cómo será la otra famosa donde comen mierda.

Coincido al cien con la crítica de Fantomas; es más, les diría que lean la suya en lugar de esta.

El pobre E.T. ha regresado a la Tierra, y no más llegar lo han puesto a laburar en una fábrica de Apple. Al pobre lo explotan peor que a un taiwanés, y en una interminable cinta transportadora fabrica productos tecnológicos fríos e impersonales que brindan a la personas una falsa sensación de felicidad y auto-aceptación. E.T. vive en un mundo color gris, porque en cien años de cine y unos cuantos de televisión, a nadie se le ha ocurrido todavía alguna otra forma más original de representar a un mundo superficial y frio que hacer todo gris a lo Tim Burton.

Ya no se le enciende más el corazoncito, ahora se le enciende la buzarda, que tiene una luz interior que viene a significar a su esperanza, su niño interior, sus sueños irrealizados o alguna mierda así. E.T. anhela una vida más feliz, representada metafóricamente por una calesita siendo montada por los niños más deformes del mundo, que vaya a saber uno porque se rien tan felices si son tan deformes.

La calesita se ve en colores, contrastando con el resto de la realidad gris, truco grasa y barato que hasta usan los infomerciales de "TV Compras" (¡Llame ya!) donde te muestran a la mina haciendo abdominales tradicionales con dolor de espalda en imágenes en blanco y negro, y luego te muestran a la misma mina a todo color super brillante sonriente haciendo los abdominales en el nuevo ABDOMINAL-SUPERSystem (TM). Pero si lo hace Mark Osborne en un corto nominado al Oscar, es una genialidad.

Tiene un jefe totalmente anti-cliché: malo, gruñón y explotador (nunca visto en el cine). Entonces E.T. inventa unos anteojos como los de They Live! pero que en lugar de mostros te hace ver todo como un colorinche de una obra plástica de Marta Minujin. Se llena de mosca con su invento, y se convierte en un hijo de puta como Steve Jobs que le grita a los empleados y se siente muy infeliz, porque todos los empresarios y ricos son infelices, otra situación alejada de los clichés del cine. E.T. se da cuenta de que se le acabó la luz de la panza, y los espectadores a los que les gustan que les manden mensajes obvios para idiotas masticados y pre-empaquetados, corren a FilmAffinity e IMDB a votarla con un 10.

FIN

"Me encanta esto, me siento tan sociable"
(Jen, de The IT Crowd, conversando por chat de internet con sus dos compañeros que se encuentran sentados a medio metro de ella)
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A Noah, el boludo protagonista que da nombre a este corto, solo le vemos la cara a través de fotos y una ventana de chat. La cámara nunca saca su foco de la pantalla de la Mac del adolescente protagonista. De hecho, no hay cámara, sino una interminable (e imbancable) captura de pantalla de un ordenador.

Son como 20 minutos de clicks por Google, Facebook, Youporn, Skype, y otros sitios web, en un paseo vertiginoso al que cuesta seguirle el ritmo. En el fondo, no es más que una simple e intrascendente historia de amor y desencuentro entre dos teenagers, que pretende ser un reflejo de las relaciones en la era digital y de los malentendidos y superficialidades consecuencia de las mismas.

Los elogios desmedidos que recibió este cortometraje, muestran que la gente se queda con el estilo sobre la sustancia. Es una historia comunarda narrada desde la pantalla de una compu, y ese recurso fuera de lo normal alcanza para embobar al espectador. Hazte esta pregunta: ¿Si esta misma historia tan simple de rompimiento amoroso de instituto, hubiera sido narrada en forma convencional, con actores interactuando normalmente, ¿también la valorarías tanto, o te parecería un corto olvidable e intrascendente? I rest my case.

P.D.: Para colmo, Noah usa una Mac, lo que indica que el autor de este corto es una de dos:

A) Diseñador gráfico o estudiante de esa carrera
B) Gay

La opción B explicaría la cantidad de imágenes de penes que se observan en el corto.

GISKDAN,
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