Mira que Adam Sandler, a pesar de no ser gran cosa como actor, no me cae mal e incluso algunas de sus películas son relativamente graciosas (50 primeras citas o Un papá genial) pero he aquí un bodrio tremendo y bastante sorprendente por diversos motivos. La película parece ser una comedia, pero salvo que uno necesite reírse, pocas sonrisas le producirá la cosa. La historia parece original, pero no va a ninguna parte y poco a poco se va perdiendo de manera insólita. Sus gags parecen graciosos en el trailer, y eso mismo, parecen. Y es que la cuestión es que las aventuras del protagonista con el supermando son bastante sosas y se limitan a quitarle el volumen al perro o ralentizar la carrera de una señorita haciendo footing. Aunque lo más destacado viene después. De ser una comedieta bastante tonta y aburrida la trama da un giro inesperado y nos planta un dramón familiar considerable que no trae más que mucha confusión y una gran incredulidad. Nada que ver con su primera parte, ésta otra viene cargada de llantos, arrepentimientos y mucha moralina barata e innecesaria. Para no salir de su asombro vamos. Los actores ni lucen ni afean y ahí está David Hasselhoff haciendo bastante el friki. En fin, pésima y contradictoria y sólo recomendable para fans (muy fans) de la actriz florero, Kate Beckinsale.

Lo mejor: El tráiler.
Lo peor: Alucinado me quedé con el drama que depara la historia y que al igual que su parte de comedia, es absurda y aburrida.

'Saw VII' 3D debería ser el punto y final de la saga. Y menudo final. Sin duda, es la peor entrega de todas y eso que no son pocas. Tras el repunte que pegó la franquicia con 'Saw VI', inesperadamente mejor que sus dos entregas anteriores, Kevin Greutert repite al frente del invento pero lo hace con menos gracia que nunca.
En el aspecto gore, esta septima película ofrece lo mismo que las anteriores, mucha sangre, vísceras, trozos de carne por aquí, trozos de carne por allá, y pruebas y trampas con tres, cuatro y hasta cinco vueltas de tuerca. Sin embargo, peca de no funcionar por muchos otros factores. En contra también, la trampa que abre la cinta, sin gancho, tremendamente inverosímil y monótona. El principal defecto es una historia central bastante aburrida y poco interesante y unos personajes bobalicones hasta más no poder. Y lo que todos esperábamos, ese cierre de la historia con flashbacks, reflashbacks y otros pasajes del conjunto de asesinos de la saga se queda en meros hechos anecdóticos mientras que lo que todos pensábamos acerca de cierto destino de uno de los personajes, es efectivamente, tal cual. Nada más y nada menos. Sin sorpresas ni trucos. Tampoco pasaremos por alto lo forzado de algunas situaciones, muy metido con calzador para que todo parezca encajar. Con un desenlace simple y decepcionante se cierra (o eso parece) una de las sagas de terror moderno más populares de los últimos años y lo hace tirando por la borda parte de lo conseguido anteriormente y dejando este epílogo a la altura de cualquier otra cinta del estilo, sin chispa ni garra ni 'eso' que tiene 'Saw' que tanta gustaba a los fans. Una pena.

Ni ganas de criticarla con fuerza me han quedado. Nicolas Cage se pone al frente (ojala algún día me explique por qué) de esta cinta de suspense o terror que su mayor virtud puede ser la de conseguir fomentar una horita de sueño bastante agradable. La cuestión es que es infumable. La historia roza lo absurdo, sus personajes tienen la palabra indescriptible colgada del cuello y su guión avanza con lentitud ante el desconcierto y el aburrimiento general. Además, hay accidentes e historias que poco o nada tienen que ver con la trama pero que a algún iluminado le pareció oportuno incluirlas. Destacar los tres sustos fáciles que se lleva Cage en un momento y que no son más que una tomadura de pelo. Hablando de pelos, horrible la peluca que luce aquí el actor. En definitiva, una cinta estúpida que en su desenlace incluye mucha gente vestida de animales y bailando por el monte, otras tantas mujeres pintadas a lo Braveheart y a Nicolas Cage disfrazado de oso y corriendo por el bosque. Con eso lo digo todo. Un espanto.

Lo mejor: No he encontrado nada.
Lo peor: Tener que haberla visto.

Nuevo slasher de macabras intenciones, traumas del pasado, venganzas y demás tópicos, esta vez made in Australia. ‘Needle’ (‘Agujas’ en español) sigue a un grupito de universitarios de lo más típico y tópico que, cosas de la vida, tendrá la mala suerte de toparse con una amenaza terrorífica que destruirá sus vidas. La diferencia con las 328 películas con idéntico planteamiento, viene esta vez de la mano de un curioso artefacto de vudú capaz de arrancarte un brazo a distancia con sólo tu fotografía. Tras tremendo estrujamiento de cabeza, la película no esconde nada más. Por esconder, no puede ni esconder sus innumerables defectos técnicos y artísticos, un ‘con más presupuesto lo haríamos mejor, pero es lo que hay’. A pesar de todo, la cinta muestra desde el principio una falta de pretensiones que es de agradecer y consciente de sus limitaciones, muestra ciertas escenas interesantes y una historia a la que se le podía haber sacado mucho más jugo. Pero la naranja se queda a medias, y el desarrollo de la trama trunca cualquier esperanza de sorpresa o giro narrativo y los, que hay, se nos desvelan tan pronto, que no ves el momento de que esto acabe. Vamos, cine internacional con pocas aspiraciones que se ve tan pronto como se olvida.

Cinta adolescente sin mucho contenido que se asemeja más a un episodio de ‘Embrujadas’, ‘Smallville’ o cualquiera de estas series teen con elementos fantásticos. Nos encontramos con un grupito de chicos super guays, ricos y felices que además tienen poderes gracias a una tradición familiar anterior hasta que la fuerza malvada de turno hace peligrar sus azucaradas vidas y el baile de fin de curso (desastre). El resto es una sucesión de tópicos con ligera gracia, mucho musculito por aquí, me quiero ligar a la rubia por allá, discutamos por el liderazgo del grupo y enfrentémonos al mal... eso además después de aprender una valiosa lección sobre la lealtad. Un día completito. El guión sale airoso del asunto a pesar de que hay ciertos altibajos para contarnos historias secundarias sin ningún interés, las peleas sobrenaturales cuentan con unos efectos semi-decentes (para este tipo de producción van sobrados) e incluso el director tiene tiempo de incluir un par de sustos. Los actores, en fin, se defienden y se ve que han visto muchos episodios de los ‘Power Rangers’. Pues eso, que la historia no da para mucho pero con un poco de voluntad se seguirá la trama alegremente. Eso sí, alguien debería decirles que meternos música discotequera cada dos por tres no es precisamente lo mejor, puesto que más que crearnos interés nos anima a quitar la película y marchar. Recomendada para aquellos que siempre quisieron saber cómo serían Phoebe, Piper y Paige si fueran chicos.

Lo mejor: Algún chiste y que la historia, aunque con alfileres, mantiene el interés.
Lo peor: Es bastante simple. Para muestra los infantiles diálogos.