Parece que ahora se han puesto de moda los charlatanes que salen a quejarse de algo y les da por grabarlo. En este caso nos encontramos ante una crítica más al sistema consumista actual. Como corto no vale demasiado, la animación es malísima y sin gracia (se la podían haber currado más... ¿¿o es que hasta en eso debemos de ahorrar??), pero como basa todo el peso en lo que nos cuenta la señora esta, enfocaré mi crítica por ahí. Bien, todos sabemos que la actual sociedad del consumo es insostenible desde su propia base, pero creo yo que no hace falta ser tan demagogo para contárnoslo (y de paso tan soso). Me parece que la información que se nos da en ciertos momentos son conclusiones acertadas, pero en otras ocasiones son visiones parciales, verdades a medias o conclusiones manipuladas para hacernos ver lo que en realidad todos sabemos ya...
La narración está bien estructurada, dividida en secciones correspondientes a cada una de las fases por las que pasa el producto a consumir. El planteamiento es bueno, pero está realizado de una forma nada atractiva. Si alguien quiere profundizar en alguno de los temas aquí tratados, recomiendo antes otros documentales mucho más sugerentes, como "Comprar, tirar, comprar", "La isla de las flores" o, en la misma línea que el que nos ocupa pero al menos con más chispa y con sentido del humor, "Españistán". Que otra cosa no, pero en sacar el lado humorístico de las cosas a los españoles no nos gana nadie.

El animador británico Phil Mulloy nos presenta aquí su segundo largometraje y primero de una trilogía dedicada a la familia Christie. El realizador, otrora cortometrajista, continúa desarrollando aquí sus corrosivas críticas a los vicios, hipocresías y comportamientos, en general, de la sociedad (sobre todo, de la británica). Es interesante entonces para entender esta película, conocer los antecedentes.
Los trabajos previos de Mulloy destacaban por su humor negro, absurdo y surrealista en ocasiones, su crítica ácida a la sociedad y un estilo gráfico sencillo, con figuras humanas recurrentes en sus cortometrajes, similares a esqueletos (representa una humanidad muerta, podrida, de dientes afilados). Esto lo culminará en su excelente trilogía sobre la intolerancia, antecesora clara de esta que nos atañe.
Realizará así pues, en 2006, un cambio significativo: presentará su primer largometraje, basado en una familia ficticia en cuyos miembros encarna las críticas más inmisericordes a su sociedad, realizándolo a modo de película de episodios, como una serie de cuadros inconexos aunque, eso sí, divertidísimos.
Con Goodbye, Mister Christie, Mulloy decide comenzar una trilogía de largometrajes basada en esta familia. Encontramos el mismo estilo de dibujo que en su anterior film The Christies (estilo muy minimalista, más sencillo aún que en sus cortometrajes, empleando la técnica de animación por ordenador, usando apenas un puñado de fotogramas por personaje, aunque con un resultado muy inmersivo y subversivo), pero en esta ocasión dota a la historia de una trama más o menos convencional. Los personajes, muy bien definidos ya en The Christies, adquieren aquí más complicidad con el espectador.
Cómo no, el realizador vuelve a sus temas preferidos, algunos tratados de forma similar en su anterior film: la intolerancia, el deseo de fama a toda costa, el poder y la corrupción derivada de él, las religiones, los fanatismos, los vicios de la nación...
Efectivamente, el estilo gráfico minimalista sumerge al espectador en una historia con toques absurdos y nigérrimos en la que se da enorme importancia al diálogo, muy ágil, prácticamente constante (declamado por unas voces sin apenas matices, casi robóticas).
Adquieren aquí más importancia que en The Christies los personajes secundarios (algunos ya aparecían allí incluso), uno de los cuales presenta una evolución especialmente poderosa desde el punto de vista dramático, llevando consigo gran cantidad del interés durante la mayor parte del film, incluso siendo protagonista de los momentos visuales más interesantes.
Comparada con su antecesora, resulta algo menos graciosa (se añaden elementos dramáticos claros, por lo que en realidad pretende ser algo más "seria"), pero de un nivel de entretenimiento similar. Si bien resulta menos novedosa, y peca de sensación de final alargado, lo que lastra en parte el resultado final, la película no deja de ser un bombón, desde luego no apto para todos los públicos, se beneficia de un argumento interesante y perturbador, y asegurará a los amantes de la animación para adultos un rato muy ameno con la familia Christie.
Por mi parte, deseando conocer lo que deparará a la familia en las siguientes entregas, que, por desgracia, tienen una difusión demasiado limitada.

No se ni por dónde empezar. Digamos...que estamos ante el 1 más bajo de todos cuantos he dado desde que empecé en FA. Parecía difícil, pero el señor (por llamarlo de alguna manera) Cunningham ha hecho una mierda mayor aún que cualquier Manos, Uwe Boll, Ulli Lommel, Troll 2 o incluso Spice Girls.
La ridiculez del corto es tal que la verdad es que cuesta criticarlo, porque entonces ya te lo estas tomando demasiado en serio. No me cabe en la cabeza que esto pueda darle miedo a alguien. Debe ser la primera vez en que multitud de parodias de un corto (que se pueden encontrar en diversas webs) tienen más calidad artística que el propio "trabajo" original.
Tampoco entiendo los que alaban la música, o lo que sea eso... Pero lo peor de todo es que al acabar uno siente que le han tratado como a un imbécil, que le han tomado el pelo pero bien. Y eso es imperdonable.
Aunque mira, hoy tengo el día positivo y voy a decir algo bueno. Volviendo a lo de las parodias del corto, tras ver unas cuantas y volver al original, uno siente que el propio original es parodia de sí mismo y acaba haciendo gracia, y no poca. Lástima que me parece que no era eso lo que quería producir, si no, a lo mejor no se llevaba el 1...