Con “Halloween 3. El Día de la Bruja”, tanto John Carpenter como Debra Hill quisieron dejar de lado -pese al enfado de sus antiguos socios- las andanzas del asesino de la máscara Michael Myers. Su voluntad era la de comenzar una serie de películas que tuvieran la festividad de Halloween como telón de fondo y nexo de unión, al más puro estilo de los cómics de la Warren (o la EC) o series televisivas como “The Twilight Zone”. Para ello contactarían con Nigel Kneale -guionista en la increíblemente recomendable saga Quatermass- con objeto de darle un cierto toque de mezcla de terror y ciencia ficción inglesa de los 60 a un guion que a Dino de Laurentis no gustó y provocó la marcha del británico (desvinculándose totalmente del proyecto -incluso pidió no aparecer acreditado). De esta forma, el proyecto recaería en el coleguilla de Carpenter, Tommy Lee Wallace (íntimo amigo, compañero en su banda “The Coupe de Villes” y que, por cierto, ya había rechazado la dirección de la segunda entrega de “Halloween”). Siendo ésta una de las secuelas (aunque en definitiva no lo es) menos populares de la saga “Halloween”, “El día de la Bruja” es un espeluznante relato de terror que no ha envejecido nada mal. Misterio, terror, dosis justas de gore,... Estoy convencido de que, si sus responsables no la hubieran integrado en la saga de Michael Myers, se hubiera convertido en un clásico instantáneo. El veterano Tom Atkins, no sé si en su único papel protagonista, está inmenso. Pero si alguien es capaz de meterte miedo en el cuerpo, ese es Dan O'Herlihy (ese afable viejecito dueño de la OCP en “Robocop”) con su mirada (y ya está). Punto destacable la impresionante banda sonora compuesta por Carpenter y Alan Howarth. ¡Increíble! ¡Ésta sí que es una película totalmente a reivindicar!

Entre finales de los sesenta y la década de los 70, una época convulsa de transición y relevo generacional en un Hollywood en plena búsqueda de nuevas fórmulas narrativas, el noir se convirtió en una de las formas de expresión de los nuevos directores. Estos, con un ojo puesto en lo que se hacía en el viejo continente, introdujeron un nivel de violencia en el nuevo cine negro. "A quemarropa" adapta la novela "The Hunter" de Richard Stark donde presentaba a si personaje más famoso: Parker. Un criminal sin escrúpulos que es traicionado por sus socios. La película reúne a un incipiente John Boorman y a un veterano como Lee Marvin en uno de los títulos del género que ningún aficionado debería perderse.

La tercera entrega de las aventuras de Paul Kersey siempre ha sido mi favorita. Aquí ya no hay drama, ya no hay venganza, sólo a Charles Bronson impartiendo lo que él considera justicia barriendo las calles de un degradado barrio de NY de punkis, negros, chicanos y gentes del mal vivir (a ritmo de Jimmy Page) que tienen aterrorizados a sus vecinos -quienes ayudan en lo posible a nuestro justiciero favorito y aplauden con fervor cuando acaba con la vida de alguno de estos maleantes -con la ineficacia de la autoridad, la policía, incluida-. Última de las entregas dirigida por Michael Winner. Un director acostumbrado a mostrar imágenes de cruda dureza que, en esta ocasión, son combinadas con situaciones tan salidas de madre que Death Wish 3 se convierte en una involuntaria comedia (o no?). Sin duda, vemos aquí al Vengador Urbano fascistoide y definitivo de la Era Reegan. Fijo que Donald Trump usa esta peli como sucedáneo de Viagra. Al resto de los mortales, recomiendo que no se tomen la cinta en serio.

"The Burning" (aquí titulada como "La quema") es una de esas joyitas del slasher que inexplicablemente no trascendieron como merecían. Sin duda, "Halloween" y, posteriormente, "Viernes 13" propiciaron que las salas de cine y también los videoclubs se vieran saturados de exploits en el que un tipo misterioso (casi sobrenatural), cuchillo en mano, se dedicara a filetear a teenagers pecadores. Esta peli no es una excepción y asimila perfectamente las características básicas del slasher convencional (incluso emulando al principio un ambiente tan insano como el de "Maniac" de William Lustig). "La quema" viene a contarnos la historia de venganza de Cropsy, un desagradable conserje de un campamento de verano que acaba desfigurado a causa de una broma que se les va de las manos a unos chavales. Tras cinco años recuperándose, nuestro flambeado amigo vuelve al campamento (no antes de cargarse a una pobre prostituta de un sórdido barrio de la ciudad) y con unas tijeras de podar (el arma blanca que convertirá en fetiche) en mano, se dedicará a trocear a todo el que se le ponga por delante. Serie B de bajo presupuesto (acaso el resto de slashers no lo eran?) muy bizarro y con escenas muy, muy sangrientas como la famosa de la canoa. No es que sea una peli hiper-gore, pero hay momentos en los que Tom Savini (el gran Tom Savini) da rienda suelta a su macabra imaginación. Producto primerizo de los desconocidos en el momento hermanos Weinstein (uno de ellos incluso es cámara) y con la participación de caras que luego desarrollarían prolíficas carreras como la de Jason Alexander o la oscarizada Holly Hunter. Siempre hubo polémica (por plagio) entre esta cinta y la segunda entrega de Viernes 13, pero malos rollos aparte, "La quema" tiene la suficiente entidad propia (una atmósfera agobiante, una fotografía cutre pero que le da un encanto especial, sus final boys -excepción dentro del subgénero-, el atractivo como icono de su antagonista matarife) como para ser una de esas cuentas a reivindicar y de visionado más que recomendable para los amantes de este tipo de pelis.

Lo mío con "Golpe en la Pequeña China" es una historia de amor que ya le gustaría al viejecito de la casa que volaba con globos de "Up"... Obsesionado con la peli de Carpenter desde tierna edad, hizo que me picara la curiosidad y me dio a conocer la obra de mi director favorito de todos los tiempos (incluso ese VHS que alquilé hace casi treinta años traía los tráilers de dos películas que no tarde mucho en alquilar -y flipar- como "House, una casa alucinante" y "La Mosca" de Cronenberg)... Pensada como un western fantástico, la Fox les compró la idea a dos advenedizos, Gary Goldman y David Weinstein, pero rechazó la idea de que la acción transcurriera en el lejano oeste con posterior cabreo de los guionistas (mosqueo que llegó lejos). De esta forma, la Major encargó la reescritura del mismo a W. D. Richter ("Las aventuras de Buckaroo Banzai") y también su dirección. Oferta, esta última, que declinó y recomendó al estudio a John Carpenter para tal tarea. El resto es historia... Carpenter firmó una "screwball comedy" con la acción y la aventura como máximos protagonistas... Yo la defino como la peli de aventuras total. Tiene de todo: a las citadas acción y aventuras, podemos sumar kung-fu, romance, comedia, magia negra china y mujeres bellas... ¿Qué más podemos pedir? Pues claro, la participación de un Kurt Russell (Jack Burton) que se sale (y eso que a su amiguete Carperter le apetecía tener a Clint Eastwood o Jack Nicholson como protas)... ¿Y qué decir de los malos? Que levante la mano quien flipó con la aparición de los Tormentas o del mismísimo Lo Pan! A destacar también la presencia de Victor Wong como Egg Shen, los efectos especiales de Richard Edlund y una banda sonora (made in Carpenter con tema de los Coup de Villes incluido) memorable... A pesar del culto que ahora profesa esta cinta (bendito formato doméstico), la peli se pegó una buena hostia en taquilla... Tan gorda (no recuadó ni la mitad de los 25 mill que costó) que Carpenter se desentendió por una temporada de los grandes estudios y se dedicó a hacer lo que mejor sabía: lo que le daba la gana (y gracias a ello tenemos otras dos fuckin master piece como "El Príncipe de las Tinieblas" y, sobre todo, "Están vivos")... ¿Las razones del fracaso? Se suele decir que el público de la época no entendió esta "gamberrada" de Carpenter, ya que fue vendida como un Indiana Jones (con cartel de Drew Struzan que apuntaba esas maneras) y era todo lo contrario... Por supuesto que bebía de las mismas fuentes que el arqueólogo más famoso del cine, pero pasadas por el filtro Carpenter. Nadie entendió, por ejemplo, que el héroe no fuera Kurt Russell, sino su compañero asiático (papel interpretado por Dennis Dun), cliché que hasta el momento ostentaba roles de sidekick en este tipo de filmes... Carpenter tenia muy claras las razones del batacazo: injerencias del estudio y el estreno de otra peli (que se dice que rechazó su dirección) de magia negra oriental que se estrenó ese mismo año 1986: "El Chico de Oro", protagonizada por Eddie Murphy todavía en estado de gracia... Sea como fuere, doy las gracias a Ching Dai por poder haber disfrutado de esta maravilla!!!
Así que ya sabes, haz tu pausa china, súbete al Pork Chop Express y pregúntales a tus compis camioneros "Pero, qué pasa?"