Todos somos vulnerables y buscamos la manera de sacar nuestro odio y entender en quién (qué) nos hemos convertido o en qué mutamos; todos pedimos ayuda a nuestra manera…

Haevne (traducción seria venganza) es un relato sólido y complejo acerca de la condición humana y el renacer de la conciencia, donde Susanne Bier (El casamiento) junto a Anders Thomas Jensen ofrecen un soberbio, riguroso y contundente guión; un guión que profundiza en los valores de los “muchos mundos” en la tan anhelada civilización (otro título para el film) de la nueva era.
En un mundo mejor es un notable drama (reflexivo, alentador, duro y aleccionador) de la directora danesa que nos entrega en esta película una (sino la mejor) de sus obras.
Relaciones padres e hijos, venganza, redención, dolor… todo rodado con un tono más intimista de lo habitual y con un lenguaje cinematográfico universal.
El trabajo de fotografía es admirable (una pintura), como así también la banda de sonido (Johan Soderqvist)
Con narrativa (y guión) consistente (contundente) y reflexivo, Bier convierte a este film, en una gran obra y merecedora del Oscar que obtuvo.
La directora danesa logra describir (y mostrar con las muchas metáforas que hay) los sentimientos que nos tocan (rasgan, apuñalan y ¿sanan?) el corazón, esto se sustenta en el extraordinario trabajo de los actores (todos) llenos de matices y (abundante) carga emocional.
Nuestros miedos y frustraciones están ahí, allí sin más, a flor de piel quemándonos por dentro, esa piel (que lo mejor que tiene) es que no nos deja huir.
La violencia no nos hace más (in) humanos.

Mutar hasta cuando sentimos que no somos nosotros.
Mutar porque un nuevo ser es posible…
Mutar porque una nueva civilización es posible.
Mutar porque un nuevo nosotros (cada uno) es posible.

Si Dios no existe como es posible toda esa vida de más qué tenes.

Darren Lynn Bousman, sus ángeles y demonios; el director de Saw 2 se hace presente nuevamente en la pantalla con el estilo qué mejor le sale. En tiempos donde el genero de terror/suspenso esta (basándonos en los últimos film estrenados) en baja, Bousman logra, cuanto menos, cumplir con los cánones, el director de Repo The Genetic Opera no presume ni intenta dejar un film de antología, sólo se limita (y remite) a los cliché clásicos, tal vez sabiendo qué con eso le alcanza para despegarse de la mediocridad (aunque hoy en día eso sea bastante poco)
11-11-11, si bien es un film qué no logra despegar ni pasar de la calificación de pasable, aceptable, etc. cumple, logra ser un entretenimiento más qué valido (sobre todo para el vídeo hogareño) los amantes del genero podrán sentirse desilusionados por el producto (y su director) pero pensemos ( y preguntemos) en los últimos años ¿cuantos film de genero aprobaron con creces? éste no será la excepción, pero al menos lo intenta y con eso, creo qué esta bien.

“La vida no siempre es amable” – Garri (Ruth Sheen)

” Hoy somos todos gente del pasado y la alucineta es qué nadie quiere volver a ser como antes, no…"

Primavera, verano, otoño, invierno y otra vez… o entre copas o pequeñas (grandes) historias mínimas de valores (sin juicio ni prejuicio) universal…
Mike Leigh dirige y escribe (nominada al oscar mejor guión) este film como suele hacerlo, sin juicio de valores sustentándose en un (impecable guión) y en destacadas actuaciones.
Un año más (Another Year) es un film qué el director va construyendo junto a los protagonistas, siempre (casi) con una copa de por medio, y terminan siendo estos “actores” que redondean, dan vuelo (fugaz en varios pasajes) a esta historia coral desplegada por Leigh durante todo el metraje en el qué plasma las inquietudes de la soledad, el (des) amor los miedos y vicisitudes cuando se nos pasa el tiempo y ya no somos los mismo de ayer, y todo eso lo hace sin caer en histrionismos ni demagogias, ni golpes bajos y mucho menos, eso lo logra desde el llano (de las alturas).
Un año más, es uno de esos film donde el espectador se siente (en parte) protagonista, donde se siente parte de la construcción misma de la historia (esas historias universales y mundanas).
Este nuevo film de Mike Liegh se disfruta, o mejor dicho se comparte, interesante propuesta (sin pretensiones pochocleras)
….El tiempo pasa nos vamos poniendo viejo….

...Y no queres qué la lima del tiempo te muerda otra vez…

El futuro llegó hace rato, llegó como vos no lo esperabas.

Melancolía es un film donde no hay medias tintas (en cuanto a la percepción del publico)
Lars Von Trier construye su ensayo del apocalipsis en dos partes, desde dos miradas (o más) desde los miedos y temores (desde un apocalipsis personal, visceral y el terrenal) vistos con diferentes ojos.
El film de Von Trier es impactante (y donde saca su mejor rédito) desde lo visual, lo sensorial, desde sus intentos de diapositivas y fotogramas, también acierta con la (bucólica) actuación de Kirsten Dunts (ganadora en Cannes mejor actriz), pero abusa (fastidia y satura) con muchos recursos innecesarios, donde un corte en la edición hubiese logrado un mejor resultado.
Será inevitable qué se compare a este film con la Celebración o, en muchos aspectos, con el reciente trabajo de Terrence Malick El árbol de la vida, pero a diferencia de éstas dos obras ésta carece de alma, carece de sentidos y sobre todo carece piel, de identidad.
Las actuaciones están correctas, Dunts sobresale y Charlotte Rampling, en su corta participación, deslumbra.
Melancolía es un buen intento, un producto interesante, qué un Lars Von Trier auténtico se encargó de dejar a mitad de camino, ese camino qué no supo concluir... o perdió el rumbo.

La vida existe sólo en la tierra, y no por mucho tiempo.

De la nada a la gloria me voy. Fichando de más…

El juego de la fortuna (Moneyball), es el film qué, según la critica “especializada”, puede acercarle, por primera vez en su carrera de actor, el Oscar a Brad Pitt.
Ahora bien, el film de Bennett Miller, aquel Miller que nos entrego un film magistral en Capote, toca un tema trillado; Equipo de béisbol (podría ser también futbol americano) en sus peores horas, jugadores perdedores qué luego de algunos artilugios técnicos (esto si qué en realidad es lo único distinto qué muestra la película a diferencia de casi todas las otras) se encamina a probar las mieles del éxito, y siempre la moral y la ética como premisa, al servicio de la pasión y el corazón.
El film esta basado en el libro de Michael Lewis, es una historia real, que Aaron Sorkin y Steven Zaillian se encargaron de adaptar, con desgano pareciera. El film no logra despegarse de la tibieza y por ende se agrega a la lista de los tantos títulos qué la industria del cine del país del norte lleva a la pantalla grande.
Jonah Hill se destaca con su cara de inocente y su parlamento justo y acertado, pero la cuestión pasa por Pitt: nadie puede ya a estas alturas discutirlo como actor, sobradas muestras dio en su carrera, en El juego de la fortuna su papel es interesante, prolijo y acertado, pero de ningún modo es una labor descollante que haga (a menos qué el inflador funcione) hacer qué se alce con el premio mayor allá por febrero.
En definitiva Pitt termina pareciéndose al film (o viceversa) arrancan con fuerza y se pierden en la tibieza y monotonía de la historia, qué concluye (casi) como empieza en (casi) nada o por lo menos en nada nuevo, en nada que no se haya vista antes; ni tampoco alcanza la premisa de “ganar o perder que más da, lo importante es jugar” esa premisa termina transformándose en pura (y barata) moralina, por el simple hecho de no ubicarla en su punto justo, en su espacio y tiempo acertado, este es un gran error del director, qué intenta sostener el devenir del film en solo lo que parece y no es, en una apariencia que se desdibuja con el correr del metraje.
El juego de la fortuna (Moneyball) presume más de lo qué es, no podríamos decir qué estamos frente a un mal producto, pero tampoco podríamos decir más que eso, se ve, es (casi) correcto y no mucho más…
Este es de esos film que en un par de años no muchos van a recordar, no tendrían tampoco porque hacerlo.
Asociar El juego de la fortuna (léase Pitt, su máximo potencial y exponente) con los próximos premios Oscar seria mucho, PERO…en Hollywood todo puede suceder.

…Dados redondos tuercen mi chance (a veces exagero mi humor