Para su debut como director, Andy Serkis eligió una historia real que habla de no doblegarse ante una inesperada adversidad, y de cómo encontrarle un sentido. Difícil tarea para Andrew Garfield, manifestar su impotente desesperación desde la inmovilidad casi absoluta; y también para Claire Foy, a la que le costará quitarse su corona de reina para transitar vidas cotidianas... Todo transmite la lucha permanente contra la Muerte, donde un minuto de distracción puede significar la derrota. Pero el color de la historia es tan uniforme como el afiche de la película: demasiado bello. El encuadre justo, la luz perfecta,todo impecable, aún las rebeldías. Y cuesta creer que esta esposa sosteniendo esta historia no tenga su momento de hastío, no reproche, no se dé por vencida... Busca la historia ser inspiradora pero de tan ejemplar se transforma en epopeya de semidioses.

Película en la que se percibe el GRAN trabajo de elaboración y los tiempos con los que fueron creando las escenas. Todo se desenvuelve lentamente, no hay frenesí ni estridencias. Como fondo una música de jazz,o silencios que dicen mucho del clima interno que atraviesa Luisa, un desamparo ante su repentina y temprana viudez, más la responsabilidad de seguir adelante con sus dos hijitas. Es un mundo de mujeres solas, pero que recrean fuerzas para sobreponerse. A ese mundo arriba Ernesto,con su bonhomía, estabilidad económica, buena predisposición para sus mellizas, cada vez más enamorado... de pronto es una avalancha de ventajas que presagian asfixiar, Erica es excelente en su interpretación,dándole cuerpo a esa mujer que trata de no traicionarse ni traicionar la memoria de su esposo. Y el acierto de realizarla en blanco y negro le da un clima intimista con una fotografía bellísima.

No existe mayor galardón para un escritor que un premio Nobel..Nada lo superará en prestigio, significando quedar en el Olimpo privilegiado de los literatos reconocidos..Pero qué pasa cuando el premio merecido no lo recibe quien tiene talento,quien escribió las páginas notables que llenan estantes, quien renunció a ser reconocida como una muestra de amor y admiración a su profesor... Una situación tan extrema que uno quiere creer que es sólo un ejercicio fílmico. Ambos actores justifican su fama. Jonathan Pryce es repugnante y conmovedor en su papel de quien reconoce sus limitaciones pero explota su fragilidad para no perder terreno. Y Glenn Close es absolutamente impresionante; por su rostro pasan todas las emociones reprimidas y lo que comenzó siendo un favor hacia el amado se terminó convirtiendo en la jaula de la que ya no podrá escapar por un sentido de lealtad .Y nada más duro que convivir con quien se le ven las armas de seducción oxidadas...

En semejante Universo de héroes no podía faltar la historia que parte de África y se ramifica en contiendas familiares. Reyes sabios pero que ante la decisión en Bien de su pueblo, opta por dar la espalda a su sangre fraterna. Los dilemas surgen y cada cual defiende su postura: permanecer en el aislamiento con un nivel tecnológico superlativo gracias al Vibranium; o entrar en la Historia de los pueblos oprimidos liberándolos al darles armas a base de Vibranium imposibles de vencer. Casi una decisión divina, que puede desatar guerras con incalculables pérdidas y pocas certezas de paz. Es muy creíble el relato con sus ceremonias y costumbres, no se entiende muy bien qué hace Martin Freeman en medio de conflictos en los que no debería involucrarse (o tal vez el mensaje es: nada pasa en donde el Reino Unido no participe...). Para quienes gustan de los superhéroes, sabrán entretenerse con este film.

Ver que en un film trabaja Michael Caine ya predispone bien, y que el director sea el comprometido Jewison suele ser garantía de buen cine. En la presente película es muy rescatable la idea de cómo los odios de años atrás siguen hasta el presente y que las responsabilidades deben ser asumidas aunque todo el entorno histórico haya cambiado. Cómo las simpatías por quienes apoyaron las persecuciones judías siguen vigentes, y las lealtades en pie. El personaje de P.Brossard es alguien que en el presente sólo busca salvar su vida sin disculparse por lo hecho ni queriendo generar comprensión. Ya todo está hecho. Caine no defrauda y le da los tintes humanos a su papel como para sembrar la duda de si hubo convicción en su actuar, tal vez ya sea hora de olvidar todo. O no.