De hecho todas las actuaciones cumplen. Pero la del protagonista es realmente hipnótica. La trama en algunos momentos me pareció que redundaba sin camino, pero logra mantener al espectador en la butaca. También me parece una película transparente, es decir, cuenta exactamente lo que quiere contar. No hay grandilocuencia, sí un drama potente que va bajando por la ladera como una lenta y espantosa bola de nieve. Y realmente me llegó.

No me funcionó. Y es porque todo el tiempo parece ser una obra de teatro más que una película. Está abarrotada de diálogos tanto así que parecen sustituir las imágenes o acciones del guión. ¿La intención del director sería esa? ¿Mostrarnos la neurosis de la fama a través de un sinfín de palabras que no conducen a nada? No lo sé. La dejé de ver a los 15 minutos.

La serie arranca poderosa, portentosa y visualmente maravillosa. Los personajes son interesantes y tienen metas claras... Pero a medida que van avanzando los capítulos se van multiplicando las metas de cada personaje y se comienza a desdibujar esa claridad y fuerza iniciales. Siendo honesto, la estoy terminando de ver solamente para develar algunos de los misterios (que se han multiplicado como cobayos) y estoy haciendo fuerza para no dormirme a estas alturas. Los escenarios se ultra mega repiten, algunos personajes (sobre todo los niños) comienzan a ser muy planos... En fin, me resta un capítulo por ver y eso será todo. Una lástima porque prometía MUCHO más.

Una película que destaca en un momento en que la ciencia ficción precisamente no está en su mejor momento. A pesar de tener sus altibajos (la historia es un poco forzada, la protagonista es demasiado omnipresente, el final no cierra completamente), tiene sus momentos de suspenso y acción que te van llevando minuto a minuto. La presencia abusiva del agua me gustó ya que le aporta un clima de desesperación extra a la distopía terrestre. Se deja ver, aunque no es maravillosa.