Sidney Lumet es un director con mañas, pero esta película es un bluf. Veamos: la histora es demasiado sencilla, demasiado lineal: un grupo de mangarranas es juzgado por conspiración. La peli va de eso, del juicio, y casi toda ella se desarrolla en la sala. El problema es que no da de sí. Vin Diesel, interpretando como John Travolta, no es convincente, y queda como un perfecto baboso. Por si fuera poco, la película intenta dar una imagen un tanto ingenua de unos tipos que en realidad son una panda de cabrones.

Cine negro del bueno. Mitchum está muy bien. Imprecindible para los amantes del género.

Desde luego, y por mucho que se empeñen, Ton Hanks no es James Stewart, y por supuesto, y afortunadamente, Spielberg no es Capra. La Terminal parece intentar recoger ese mundo "capriano" y trasplantarlo al siglo XXI dando como resultado una película mediocre, absurda, ñoña, casposa, y con una indecente moralina. Y además es aburrida. Vamos, que lo tiene todo.

Lo mejor de esta película es que es una historia "verdadera". Es verdadera y por eso es emocionante. Las historias verdaderas consiguen siempre emocionar. Y eso es todo. LO QUE ESCRIBO AHORA ES RELLENO (es que si no escribo algo más Filmaffinity no me valida la crítica, falta texto): excelente actuación de Richard Farnsworth, bonitas vistas del paisaje americano, cielos despejados, verdes praderas.

Película de actores con un guión inteligente aunque un poco tramposo y un poco hueco, vacío, insulso. Mamet es así, un gran expendedor de fuegos de artificio. Afortunadamente sólo te das cuenta al final: mientras tanto puedes disfrutar de ácidas y rápidas conversaciones, y de unos portentosos Al Pacino y Jack Lemmon, que encabezan un gran reparto y unas grandes interpretaciones.